Nani Roma en un Dakar único: "Vives 'acojonao' desde el primer al último día"

En España, Nani Roma y el Dakar evocan un matrimonio totalmente identificado. Veinticuatro ediciones lo justifican. Solo tres pilotos han ganado en dos y cuatro ruedas, y Roma es uno de ellos (Hubert Auriol y Stephane Peterhansel son los dos restantes). "La mitad de una vida compitiendo en un desafío donde en dos semanas se juega con todo el trabajo y la preparación", resume el catalán sobre una carrera que ha marcado la trayectoria personal y profesional de un piloto subido a una montaña rusa de alegrías y golpes duros.

"El Nani de ahora sabe valorar la suerte por la vida que estoy teniendo. De aquel Nani que descubría una carrera genial y un continente de ensueño al de hoy, imáginate", explica a El Confidencial en una conversación de perspectiva y balance, días antes de arrancar otro nuevo Dakar en Perú. "Hemos pasado mil historias, mil cosas, pero el resumen es que todo lo que me ha pasado es genial. Es más de lo que podía haber soñado nunca. A nivel personal y profesional me he pasado la mitad de mi vida haciendo algo que te marca. Me ha marcado personalmente para bien, sobre todo por lo afortunado que soy por tener una vida como la que tengo". Así es la madurez de un dakariano de pura cepa que vuelve a la carga estos días. Pasen y lean.

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"Experiencias que poca gente vive"

Roma ha ganado en las dos categorías, pero también ha perdido todo en una primera jornada tras un año de trabajo. El pasado sufrió un inesperado accidente que le mandó pronto para casa y le dejó tocado física y anímicamente. ¿Cómo se vive esa montaña rusa del Dakar? "Yo creo que la vida en general es una montaña rusa, es el día a día de las personas. Pero en el deporte esto lo pones al máximo nivel. Y sobre todo en una carrera que haces una vez al año, la más importante del año. En nuestro caso trabajas en un contexto hostil, como antes el desierto en Africa. Pero el ser humano tiene la capacidad de olvidar los momentos malos, y te quedas con los buenos. Por eso, el resumen de todo esto es que hemos pasado unos años geniales, viviendo una experiencia que poca gente vive, disfrutando de sitios que poca gente conoce. Por donde pasamos nosotros nadie pasa, y entramos mucho en el corazón de los países. Sobre todo, tuve la suerte de descubrir el Dakar en un continente maravilloso y sus gentes. Y esto te marca no solo como profesional del deporte, sino como persona".

Sentemos entonces a Nani Roma en un seminario de ejecutivos. ¿Qué lecciones, qué jugo exprimido les daría a beber de esa dilatada y vivida experiencia? "Es muy fácil: si realmente crees en ti, en algo, todo es posible. A veces hago estas conferencias, y mi discurso es muy fácil y llano. Les cuento lo que he hecho, de dónde vengo y adónde he llegado. Les hago ver que si uno cree en uno mismo y trabaja en ello, pues consigue lo imposible. Yo venía de una familia sin tradición en el motor, jugaba al fútbol hasta los 17 años. Un día me compro una moto y veo que no lo hago mal, y si me apasiono como me apasioné, si te apasionas, consigues cosas que no veías en ese momento".

¿Y qué les trasmite a sus hijos? "Les digo es que lo que hagan, sea lo que sea, que se apasionen. Lo que he hecho en la vida es porque me ha gustado mucho. Después de 23 años sigo montado en esta montaña rusa, el deporte de élite es muy injusto a veces, pero cuando te ven perseverante y trabajador, sigues aquí. Y con el mismo espíritu competitivo para pilotar un supercoche. Esto es lo que les transmito a mis hijos: 'Lo que hagáis, al máximo, con dedicación y trabajo'. Que sean lo que quieran, pero que se apasionen por lo que hagan".

"Esperando que los días pasaran rápido"

Roma lo pasó mal tras su accidente del año pasado. ¿No son momentos de plantearse si vale la pena seguir, con cierta edad, familia? O no. "Siempre, con todo lo que me ha pasado, vale la pena todo. Tras el accidente del año pasado lo pasé mal, peor de lo que la gente imagina. Cuando volví a casa, estaba solo, sentía perder el trabajo del año. Ni miraba nada del Dakar, nada. Durante una semana solo seguí lo que hacía Rosa (su mujer, que también competía). Sin embargo, al final te das cuenta de que vale la pena. Porque es deporte, es competición, es la vida. Te levantas y te caes. Perdí un Dakar a dos días del final por la mecánica cuando iba líder con 20 minutos de ventaja. Pues valió la pena. Porque en la vida de un deportista perdemos más que ganamos, pero lo olvidamos".

En 2006, su copiloto Henri Magne falleció en un accidente en el Rally de Marruecos. Cuando murió Henri me hice esta pregunta. ¿Cómo se va a uno a dormir por las noches? "A veces lo hablé con él, y decía que si se moría, prefería hacerlo en un coche de carreras. ¿Cómo se asimila esta parte de la competición? La gente en general no ve la parte dura del deporte, lo que hay detrás. Los medios te pasan las victorias y derrotas, unos segundos. Pero las horas de trabajo y soledad no se ven, la vida del deportista es bastante compleja. Lo que pasa que cuando ganas algo o terminas, disfrutas mucho. Con lo de Henri, me metía por la noche en la cama esperando que pasaran los días rápido para que vinieran días mejores".

"El desierto está vivo"

Un escalón pequeño y traicionero entre dunas inmensas acabó con su Dakar en 2018. Este año, las dunas serán protagonistas como nunca. La misma pregunta que a otros dakarianos: ¿cómo es la vida en un mar de dunas? ¿Cómo será esta próxima edición? "Vives 'acojonao' (ríe) desde el primer día al último. No haremos 340 km de dunas completas, pero haces 'ergs' de 10 o 15 km y pista, y luego dunas y dunas… A mitad del día sabes que no vas a ver un carajo con el sol arriba, con mucha atención y los ojos bien abiertos. No va a ser una carrera relajada. En la pista tienes un margen de seguridad, pero en las dunas vas todo el día con un estrés constante para no quedarte. El último día habrá una etapa de 100 km de dunas, así que el estrés será constante”.

Los 'buggies' de Mini, los Toyota Hilux…Con su Mini 4x4, Nani Roma parece en tierra de nadie este año. ¿Hay opciones de victoria en una prueba que no es precisamente propicia para su montura? ¿Cómo afrontará el piloto catalán este Dakar? "Tenemos que hacer un Dakar individual y egoísta, por lo que veo. No tengo una bola de cristal, pero si competimos contra otros sin hacer bien las cosas… Va a ser un Dakar de entender mucho la carrera, que va a costar. El año pasado, los cuatro días de Perú pasaron factura y nos quedado la mitad fuera. Tenemos que hacer nuestra carrera. Todos van a ir a toda velocidad. Stéphane, Loeb, Carlos... todos. Y nosotros también, pero habrá que vigilar mucho y preparár bien cada día, intentando intuir cómo está la arena. Porque el desierto está vivo, las dunas tienen vida. Tenemos mucho aire del océano, y dependiendo de las rachas, cambian las dunas. No son como las de Dubái, por ejemplo. Cada 'erg' es distinto según entra el aire".

Recorriendo Africa durante los noventa hasta 2008, participando en todos los dakares de Sudamérica… Pero por primera vez solo un país será protagonista, como es el caso de Perú en 2019. Para quien lo ha visto todo en esta prueba, ¿hacia dónde va el Dakar? "Creo que tenemos mucha vida en Sudamérica todavía. Chile, Perú y Argentina son maravillosos para hacer cosas geniales, pero tienen que entenderse. A Africa ya no se puede ir. ASO (organizador del Dakar) tiene que hacerles ver que aportamos mucho, y creo que nos tenemos que quedar en Sudamérica".