Un rival gigante, un triunfo histórico: la gesta de la Selección española de balonmano

La grandeza de una victoria se mide, también, por el tamaño del adversario. Eso sitúa el triunfo de España en las semifinales del Campeonato del Mundo en lo más arriba de sus logros. Noruega es la selección más laureada de la historia, la dominadora de este deporte desde hace más de 30 años. Ningún país ha ganado más medallas mundiales, olímpicas y europeas. A ese gigante del balonmano ha vencido la selección española para meterse por primera vez en una final mundialista.

Si hay un equipo que haya hecho llorar a las jugadoras españolas, ese es el noruego. En 2008 venció a España en la final del Campeonato de Europa de Macedonia. Al año siguiente, le dejó sin el bronce del Mundial de China. En 2014, de nuevo privó a las españolas sin el oro europeo en Hungría. Una y otra vez, Noruega era el muro contra el que chocaban los sueños de la Selección española. Hasta este viernes en Kumamoto (Japón), donde la historia cambió.

No solo por el resultado, sino por las formas. España desarboló a Noruega con un partido brillante. "Hemos hecho un partido prácticamente perfecto", declaró en Teledeporte Nerea Pena, una de las supervivientes de la mejor época de la Selección. España vivió su mejor época hace una década. Empezó con la plata en el Campeonato de Europa previo a los Juegos Olímpicos de Pekín, siguió el bronce en el Campeonato del Mundo de 2011 y acabó con el bronce olímpico en Londres 2012. También fue cuarta en el Campeonato del Mundo de 2009 y un epílogo con la plata europea de hace cinco años.

Si en las competiciones masculinas Francia domina desde hace dos décadas, en las femeninas lo hace Noruega desde mediados de los años 80. Logró su primera medalla internacional en 1986 y desde entonces ha ganado 27 (once europepas, diez mundiales y seis olímpicas) en 36 campeonatos, cifra que puede aumentar si el domingo gana a Rusia en la lucha por el bronce. Ha sido dos veces campeona olímpica, tres veces campeona mundial y siete veces campeona europea.

En Noruega, el balonmano es una cosa de mujeres. Los éxitos de la selección masculina son escasos y muy recientes. Desde los primeros pasos de su organización, en los años 30, el deporte fue practicado en su mayoría por mujeres. "El balonmano se ha convertido en el fútbol de las mujeres", tituló un periódico en 1939. Unas 10.000 personas presenciaron en 1946 el primer partido internacional de balonmano de una selección noruega. Era la femenina, por supuesto.

Ya en los años 40, más de dos tercios de los practicantes eran mujeres, una proporción que se aún se mantiene. Según datos de la federación noruega, a 30 de abril de 2019 había 137.793 jugadores de balonmano. En España había 99.185 (33.923 mujeres) a finales de 2018, con una población casi nueve veces mayor.

No fue hasta los años 80 cuando Noruega transformó ese cantidad de jugadoras en éxitos internacionales. Entonces comenzó un dominio que ha convertido a su selección femenina en la mejor la historia, una condición que no se ha trasladado a las competiciones de clubes. Sus clubes solo han ganado la Champions una vez. Fue el Larvik HK (2011) y, curiosamente, contra el Itxako de Navarra (ya desaparecido). Larvik también ha sido otras dos veces subcampeón (2012 y 2014). España ganó la competición también una vez, con el Mar Sagunto (otro equipo que ya no existe) en 1996.

España ha tumbado de manera brillante al mejor equipo de la historia para meterse por primera vez en una final de un mundial. Una victoria le daría, además de la medalla de oro, la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio.