Zinédine Zidane y las dos trincheras del vestuario del Real Madrid

El vestuario del Real Madrid vive días tumultuosos. La habitual tranquilidad que reinaba en él gracias a la sobreprotección que le otorgaba Zinédine Zidane ha saltado por los aires en estas semanas complicadas de resultados y, sobre todo, de convivencia.

El desgaste de la convivencia de jugadores y entrenador, en muchos casos de más de cinco años, y el peso de algunas decisiones han provocado una fractura en el grupo, entre los que apoyan incondicionalmente al entrenador y los que lo miran con escepticismo (o incluso se colocan enfrente porque tienen cosas que reprocharle).

Una división que se proyecta en el campo, donde el Real Madrid se ha convertido en un equipo vulgar y vulnerable en el que cada uno hace la guerra por su cuenta y el compromiso de todos no es igual. De ahí que en la plantilla se pueda señalar a los soldados de Zidane y a los que les resulta indiferente su despido.

Los soldados de Zidane

SERGIO RAMOS: El de Camas es, además del capitán, el principal apoyo de Zidane. Defiende a capa y espada al francés, al que culpa de los éxitos del equipo en la Champions en estos años. Sergio y Zinédine llegaron a ser compañeros en el vestuario blanco y ahora mantienen una relación inquebrantable. El sevillano es el pegamento del grupo y la mano derecha del técnico fuera y dentro del campo. No duda en elogiar al otro siempre que puede en público. Además, los dos comparten ‘enemigo’ común en la persona de Florentino Pérez, con quien el entrenador ha tenido roces por los fichajes y el jugador por las duras negociaciones a la hora de renovar. Pérez no termina de valorarle como debería, a juzgar por los números y la importancia del capitán en el grupo.

KARIM BENZEMA: Le une a Zidane una relación mucho más que deportiva y profesional. Es casi un padre para Karim, que lo pasó muy mal en su momento cuando Mourinho le cuestionó y Zidane se reunía diariamente con el delantero para apoyarle y convencerle de que tenía un hueco en la plantilla blanca. El éxito de Benzema, más de diez años como '9' blanco, se explica por la presencia de Zidane a su lado en todo momento.

MODRIC: Es un jugador fetiche para el entrenador, por más que en los últimos tiempos haya tenido menos protagonismo del que muchos esperaban. Zidane, consciente del volumen de partidos y la edad que tiene, ha pactado con el croata administrarle para alargar su etapa en el Real Madrid, donde Luka quiere retirarse. Por talento y posición en el campo hay una gran complicidad entre los dos y el respaldo de Modric es absoluto.

VARANE: El fichaje del central francés es petición de Zidane en su día. Él le señaló como un defensor que marcaría una época y hoy Varane es titular indiscutible junto a Ramos y campeón del mundo con Francia. Son dos personas introvertidas y discretas que se entienden bien entre ellos. Después de los fallos ante el Manchester City en el partido de octavos en Champions, Zizou estuvo muy encima de ‘Rafa’ para animarle y que no le diera muchas vueltas a aquello durante el verano. Otro bastión para Zizou.

MENDY: Otro fichaje de Zidane para blindar el lateral izquierdo. Un jugador necesario y que cumple sin hacer mucho ruido en el vestuario.

CASEMIRO: Cuando Zizou coincidió con Casemiro, el francés le dijo que terminaría convirtiéndose en uno de los mejores mediocentros del mundo y hoy lo es. Otro futbolista de perfil tranquilo fuera del campo que es el hombre clave en la medular para Zidane.

KROOS: A su manera, sin hablar mucho ni levantar la voz, Kroos y Zidane tienen una relación muy estrecha. Kroos está agradecido a Zidane por su respaldo y Zizou a Kroos por su lealtad. El alemán es un tipo especial y el entrenador lo sabe.

MARCELO: Las suplencias del brasileño podrían llevar a pensar que el jugador está molesto con el técnico, pero nada más lejos de ello. Marcelo y Zizou mantienen una relación estrecha y es uno de los miembros del núcleo duro de Zidane. Su apuesta por mantenerle pese a la aparición de Reguilón y que le siga dando oportunidades pese a sus alarmantes lagunas defensivas demuestran que jugador y entrenador mantienen ese fuerte vínculo.

HAZARD: El gran fiasco de Zidane. El francés insistió hasta el aburrimiento con el fichaje del belga y Florentino terminó ‘tragando’ con él. Pérez nunca le contempló como un galáctico y a eso se sumaron los informes que llegaban de su anterior club: jugador con poca ética de trabajo en los entrenamientos que se ponía en forma en la recta final de la temporada. La mala suerte, en forma de lesiones, provocaron el fracaso en su primera temporada de blanco y esta segunda no parece que vaya mejor. Un arma arrojadiza del presidente contra el entrenador, a quien reprocha su insistencia con un fichaje que Florentino nunca ha visto claro.

Los escépticos

ISCO: Llegó a ser uno de los niños bonitos de Zidane, al que le maravillaba su talento y ese descaro del malagueño en el que Zizou reconocía el fútbol callejero de Marsella. Pero Isco se fue abandonando físicamente, su rendimiento comenzó a decrecer, empezaron a filtrarse noticias interesadas de posibles salidas al City, la Juve… Y al entrenador no le gustó. La puntilla fueron las declaraciones reveladas por una cámara en las que Isco criticaba al francés, técnico que no soporta la traición. Isco se siente maltratado deportivamente por el entrenador y Zizou ha dado luz verde a su marcha. El dilema es saber quién se irá antes del Real Madrid.

MARIANO: Zidane fue claro desde el primer día. No quería a Mariano para sustituir a Cristiano Ronaldo. El técnico exigió a Florentino un delantero de garantías que garantizase entre 20 y 30 goles para tapar el agujero que dejaba el portugués. Pero Florentino y su secretaría técnica desoyeron al entrenador y Mariano pagó los platos rotos. No es jugador de su gusto y solo le ha puesto cuando no ha tenido más remedio. La relación es fría entre ambos. Como también sucede con otros jugadores cedidos que salieron por la voluntad del técnico, como Ceballos y Reguilón, en este último caso por motivos extradeportivos.

VINICIUS: El brasileño y su entorno, muy importante esto último, no entienden que el francés no le dé más minutos después de mostrarse como el jugador más desequilibrante en el uno contra uno. Florentino también cree que tiene en Vinicius a un 'crack' en potencia y no ve con buenos ojos la manera de actuar de Zidane con el brasileño. Muchos en el club creen que detrás de estas decisiones se encuentra el interés del entrenador de mantener el estatus de estrella de Hazard y dejar a Vinicius un escalón por debajo. El brasileño probablemente gane protagonismo con la llegada de un nuevo entrenador. El día del partido de vuelta en Mánchester, Vinicius terminó muy enfadado con Zidane y desde entonces la relación es más fría de lo habitual.

JOVIC: Un fichaje que han intentado colgar a Zidane desde la secretaría técnica y al que el francés dio luz verde, pero nunca salió de él ese nombre. El futbolista nunca estuvo a la altura de las exigencias y su relación con el vestuario y con el entrenador es fría. No se implica ni participa con el grupo lo que ha ido distanciándole. Su suplencia ha provocado que la relación con Zizou sea meramente profesional. Sin más. El delantero le culpa de su mal momento en el Real Madrid.

Centristas

En medio de las dos trincheras aparecen jugadores como Dani Carvajal, Marco Asensio, Lucas Vázquez, Odegaard, Courtois, Militao, Nacho o Rodrygo. Futbolistas que mantienen buena relación con Zidane, sin llegar a ser una relación estrecha, y que cuentan deportivamente para el francés. No militan en ninguna de las dos trincheras.

El presidente

Y luego está la figura clave, Florentino Pérez. El presidente tiene su peculiar forma de gobernar el club y de ser, lo que lleva a volcarse con sus entrenadores de inicio para acabar aburrido de sus caras después. Los entrenadores no le duran más de tres temporadas, sobre todo porque la tensión y los roces a la hora de negociar los fichajes acaban desgastando la relación. Zidane le rescató hace un par de temporadas, pero, a día de hoy, Pérez tiene demasiados reproches pendientes contra el francés y Zizou no está dispuesto a dar su brazo a torcer. A eso se suma la estrecha relación del técnico con el núcleo duro del vestuario (Ramos, Benzema, Modric, Casemiro, Marcelo…), algo que incomoda al “ser superior”, que diría Emilio Butragueño.