LeBron James jugará con Bronny en los Lakers: los padres e hijos que compartieron equipo en la historia del deporte

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Menos de un año después del mayor susto de su vida, el cuento acabó con final feliz. En una de esas historias que sólo suceden al meter en la batidora el -cada vez más- show de la NBA, la importancia mediática de LeBron James en la liga y, cómo no, los focos que va a atraer más allá de lo que acabe sucediendo en la pista, los Lakers se aseguraron la continuidad de The King escogiendo a su hijo en el draft.

LeBron no se cansó de decir que su sueño era compartir pista, y a poder ser equipo, con su hijo antes de retirarse. Un objetivo más en la carrera del de Akron, que ya se convirtió en el máximo anotador de la historia de la NBA meses atrás, y poco o nada le queda por demostrar con los 40 años esperándole en diciembre y cuatro anillos en su mano. Ya con JJ Redick como entrenador, Los Angeles Lakers prefirieron no arriesgar, y utilizar el pick 55 que tenían a su disposición para elegir a Bronny en una jugada maestra que ya les está rentando, publicitariamente hablando, cuando ni siquiera el hijo mayor de LeBron se ha vestido de amarillo. Y de paso tener la certeza de que el histórico alero no se convierta en agente libre, claro.

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Javier de Paz Fernández

Bronny tiene 19 y menos de un año antes de lograr llegar a la NBA sufrió un preocupante paro cardíaco que le mantuvo unas semanas fuera del parqué. Pero que no le ha impedido ser elegido como laker. Nadie puede engañarse, más aún viendo las estadísticas de 4'8 puntos, 2'8 rebotes y 2'1 asistencias que ha tenido de media en los Trojans de Universidad del Sur de California, pero su sola presencia levantará una gigantesca expectación esta temporada.

Parece misión imposible que supere a su padre, o que incluso soporte la pesada mochila de ser el constante "hijo de" de un -cuanto menos- top-3 histórico de la liga. Pero que LeBron jugará junto a Bronny ya es un hecho... y parte de la historia del deporte.

Los padres e hijos que compartieron equipo en la historia del deporte

Con 20 años de diferencia, Lebron y Bronny James compartirán vestuario en Los Angeles Lakers de la NBA, algo que no se ha visto muchas veces, pero sí se ha dado en alguna que otra ocasión, aunque no en el baloncesto. Sin salir del deporte norteamericano, aunque trasladándonos al hockey, el legendario Gordie Howe pudo jugar junto a sus hijos Mark y Marty a finales de los años 70 en los Hartford Whalers, por entonces equipo de la NHL. En el mundo del béisbol también hubo un par de casos. Ken Griffey y Ken Griffey Jr. jugaron en los Seattle Mariners, mientras que Tim Raines, logró disputar algunos partidos con su hijo Tim Raines Jr. Baltimore Orioles.

Algunos ejemplos más hay en el fútbol. Rivaldo, campeón del mundo en 2002 con Brasil y Balón de Oro en 1999, jugó junto a su hijo, Rivaldinho, en las filas del Mogi Mirim dentro del Campeonato Paulista, llegando incluso a marcar ambos en un partido. Otro atacante sudamericano y viejo conocido de la liga española es Walter Pandiani. El Rifle logró jugar en el tramo final de su carrera junto a su hijo Nicolás siendo parte del Miramar Misiones, equipo de Uruguay. El islandés Eidur Gudjohnsen, quien pasó por el Barça, fue otro de los que tuvo el privilegio de jugar con su padre, Arnór, sustituyéndolo en su debut en un amistoso de su selección frente a Islandia.

Otros casos que se han dado en la historia del fútbol fue el del uruguayo Carlos María Morales, jugando un partido de la liga mexicana junto a su hijo Juan Manuel; los argentinos Alberto y Mickael Acosta, que coincidieron como jugadores en Fénix; los peruanos Juan Carlos y Alonso Bazalar, con paso común en Cienciano; Milton Josué y Tyson Núñez, de Honduras, que compartieron vestuario en el Victoria de su país; Luis Gerardo Gallo y su hijo Walter, siendo campeones de la liga boliviana con Bolívar; o Fernando Arce, que pudo jugar con su hijo Fernando Arce Jr. en Xolos de Tijuana de México. Uno de los casos más reciente fue el del mexicano Santiago Giménez, actual delantero del Feyenoord, quien debutó en Cruz Azul cuando aún jugaba su padre, Christian. De padres a hijo, nunca mejor dicho.