El 'científico' español del aislamiento: "Va a remover la escala de valores de cada uno"

“Yo ahora tendría que estar en Noruega, haciendo esquí de montaña, luego empalmaba con Suiza… pero nada. Todo fuera. Esperamos salvar lo del verano, la primavera está toda perdida por el coronavirus”. Fernando Garrido tiene 61 años y lleva estos días su empresa de Aragón Aventura como puede, teletrabajando y cruzando los dedos para que en unos meses se reactive todo. “Espero que no estemos encerrados dentro de un mes, sino los psiquiátricos van a estar a rebosar”, comenta en tono jocoso quien hace 34 batiera un récord de aislamiento inaudito en la humanidad: 62 días solo a 7.000 metros de altura, en la cima del Aconcagua.

“Se me da bien el aislamiento. Soy una persona muy social, pero sé estar solo y las cosas más importante que he hecho en la montaña han sido en solitario -cosa que no han hecho otros montañeros que me dan mil vueltas-. Disfruto solo e igual, por esta razón, se me da bien este aislamiento. Estoy estupendamente, lo que no me va es el estrés, el movimiento… me encanta esta tranquilidad… Claro, echo en falta amigos, el sol… Yo prefiero mil veces estar con gente, pero también me lo monto solo a la montaña o escalar”.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

La curva y montaña del coronavirus: por qué tengo claro cómo afrontar este aislamiento

Víctor García

Fernando Garrido comenta a El Confidencial que, dentro de lo malo, no está sufriendo ni pasándolo mal. Ningún ser humano ha experimentado la sensación por la que él pasó en el invierno de 1985 y 1986, cuando se ‘confinó’ en su tienda de campaña a 6.952 metros durante 62 días en los que perdió 17 kilos por la falta de apetito y porque "fue muy duro psicológicamente. Entré en un mundo desconocido, que aún sigue siendo desconocido en el límite del cuerpo humano. Fue muy duro, pero una experiencia muy buena. Yo lo busqué, moralmente fue animosa”. Fernando es lo más parecido a un 'profesional' del aislamiento, un gran conocedor de este tema.

El ‘trance’ por aislamiento que él pasó hace 34 años le vino bien para colocar su cabeza y ahora ve una oportunidad para que el Planeta haga lo propio: “Creo que, a nivel mundial, será un gran cambio y un paso de página en la humanidad por el tema del consumismo, ecología y en cuanto al tema personal. Nunca había pasado esto: de repente, el mundo se ha parado. No nos damos cuenta de la magnitud y creo que va a ser clave para reordenar nuestra escala de valores, nuestras prioridades como individuo, no solo el acumular y el dinero”.

"No lo volveré a hacer"

Eso sí, con una vez, ya le vale. “Siempre lo he dicho y lo mantengo: no lo volveré a hacer. De hecho, no se ha vuelto a hacer una cosa así (su récord de días aislado y altitud continúa vigente). Siempre dije al volver que nunca más, no por el riesgo porque después hice algo más difícil como los ochomiles en invierno (tiene también el récord de ser la primera persona en subir solo y en invierno un ochomil, el Cho Oyu). Lo haces una vez porque eres joven, te quieres comer el mundo”.

Lo de ahora es diferente y reconoce no sentirse mal en este confinamiento por el Covid-19. “Llámalo hermitaño moderno o aislamiento social. Será por la forma de ser de cada uno, las cosas más intensas y diferentes que he hecho en mi vida han sido en solitario. Incluso ahora, sigo en esta línea -mucho más tranquilo por la edad, ya no busco la experiencia extrema-. Lógicamente prefiero hacer una vida normal, pero durante estos días me organizo con la oficina, mis ejercicios… Siempre hay cosas por hacer y es importante tenerlo en la cabeza”.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Las experiencias que aprendí en el Everest: así es la vida a 5.000 metros y -28 grados

Víctor García

En estos días, su mente ha recibido más veces de lo habitual el recuerdo de su hito en el techo de Suramérica porque “desde nuestra oficina han mandado un multiemail para quien quiera bajarse mi libro en PDF. Como son días en los que la gente tiene tiempo... y por eso ha vuelto estos días a mi cabeza. No por el encierro en sí. También porque quiero editar nuevamente el libro con 'Desnivel' (Diario de Supervivencia)”, explica el madrileño de nacimiento y aragonés de adopción que hace tiempo puso su residencia a los pies de las montañas, en Jaca.

Buena nota a los españoles

Por último, Fernando, aventurero y hombre de mundo, desde su perspectiva pone buena nota al comportamiento que está teniendo la sociedad española. “Siempre hay picaresca española, pero nosotros estamos en la mitad: entre los ‘perfectos nórdicos’ -entre comillas- y los países que no siguen normas. Nosotros somos imperfectos, que me gusta más que lo ‘perfecto’, pero creo que lo estamos llevando muy bien, de acuerdo que hay tres que se saltan las normas como hay quien no paga impuestos, que se saltan algo, pero en general lo estamos haciendo muy bien”. Y a esos, a los que se saltan la cuarentena o no pagan impuestos, ¿te los subirías a la montaña en alguna de tus excursiones de Aragón Aventura? “Si no se portan bien aquí, imagínate arriba. No me los llevaría a ningún lado”. Son un problema para la sociedad, tanto aquí abajo como en las alturas.