Prigioni y Llull dan oxígeno a un Madrid que tiró de raza en Vistalegre

El Real Madrid de Ettore Messina es capaz de lo peor, pero también de lo mejor. Las semifinales ante Caja Laboral están siendo una muestra de que el equipo blanco quiere hacerse con el título de la ACB, todo lo contrario que el Real Madrid que hace una semana titubeaba en cuartos ante Cajasol.

En el tercer partido de semifinales, todos los jugadores blancos aportaron su granito de arena para satisfacer a la grada de Vistalegre que los primeros minutos había exigido “entrega y compromiso”. Velickovic y Ante Tomic demostraron su acierto de cara al aro al inicio del primer cuarto, Felipe Reyes terminó el encuentro rozando las dobles figuras y Prigioni y Llull se cocinaron un parcial de 12-0 en los últimos minutos, cuando el partido empezaba a ponerse cuesta arriba para los blancos.

Y es que el partido fue una batalla agónica entre madridistas y baskonistas que no querían ceder ni un solo punto. El partido comenzó disparado, muy intenso con los ataques dominando a las defensas. Tomic, con 10 puntos, en el Madrid y Splitter, con 9, en el Baskonia fueron los protagonistas de una admirable batalla entre hombres altos, un diálogo entre 'cincos' de los que cada vez pueden verse menos.

La igualdad se estableció en el marcador, pero el Baskonia siempre daba la sensación de anotar con mayor facilidad que el Real Madrid. A los locales cada canasta parecía costarles un mundo, mientras que los visitantes, con la seguridad que da tener dos partidos de ventaja en un "play-off" a cinco y con el factor cancha a favor en la eliminatoria, hacían todo con mayor seguridad. Así se llegó al descanso, con el Caja Laboral un punto arriba (37-38).

La intensidad no cesó

En el tercer cuarto el encuentro fue una radiografía de la primera mitad. Sobre la cancha mucha intensidad y el equipo de Messina más metido en el partido. Felipe Reyes consiguió cinco puntos y cuatro rebotes para impedir que el Baskonia cobrase ventaja en el luminoso, mientras que Llull ganaba en intensidad. Enfrente, Ivanovic devolvía a Palacios a la dirección del equipo, que comenzaba a fallar poco a poco, en sustitución de Huertas. Transcurrían los minutos y el equipo baskonista se fue cargando de faltas, mientras que el Real Madrid volvía a ponerse por delante. Louis Bullock aprovechó los últimos segundos del tercer cuarto para anotar un triple inverosímil que concedió a su equipo la primera ventaja destacable en el luminoso (60-55).

Al comienzo del último cuarto el Real Madrid siguió ampliando la ventaja en el electrónico, lo que propició que los jugadores blancos bajasen los brazos, perdiesen la intensidad y se viesen superados por los rivales. Fueron los peores momentos del Real Madrid. Había nervios y mucha tensión. Messina tomó cartas en el asunto y sentó a Bullock, lo que enfadó al norteamericano que le quitó la mano a su técnico en la sustitución.

A falta de cuatro minutos, cuando el Caja Laboral había logrado ponerse tres arriba en el marcador, llegó el momento de Prigioni y "San Llull". El argentino empató el partido  con un 2+1 y adelantó a los suyos con un triple que encendió a la grada. Luego llegó Llull para rematar la faena y anotó dos triples seguidos que suponían un parcial de 12-0 para el equipo de Messina y la victoria.  El Real Madrid salvó su 'match-ball'. El viernes, Vistalegre será testigo de otro gran partido.