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De los pitidos hacia el Rey al plante de Sergio Rodríguez frente al Campeón
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UNA CELEBRACIÓN MÁS DEL BARÇA ANTE SU ETERNO RIVAL

De los pitidos hacia el Rey al plante de Sergio Rodríguez frente al Campeón

"¡Eh! Ricky, pasa un poco la Copa", reclamaba un Fran Vázquez pletórico minutos después del bocinazo final en el Palacio de los Deportes. El pivot culé

Foto: De los pitidos hacia el Rey al plante de Sergio Rodríguez frente al Campeón
De los pitidos hacia el Rey al plante de Sergio Rodríguez frente al Campeón

"¡Eh! Ricky, pasa un poco la Copa", reclamaba un Fran Vázquez pletórico minutos después del bocinazo final en el Palacio de los Deportes. El pivot culé estaba orgulloso de mostrar a las cámaras un cuatro, por sus cuatro copas (del Rey) que había logrado hasta el momento. Abrazos sobre el parqué, sonrisas azulgranas, guiños hacia la grada y aplausos al millar de aficionados que se habían desplazado a la capital para ver ganar un título frente al 'eterno enemigo'.
 
Un gran número de esos hinchas, antes de iniciar el partido, lanzaron silbidos y el grito de "visca Catalunya" cuando por megafonía se anunció la presencia de Don Juan Carlos I en el palco. Aficionados del Baskonia y del Bilbao Basket tampoco se alegraron de la figura del Rey en la final de 'su' torneo. Más pitos cuando el himno sonó. Lo previsible, nada que se saliera del guión que se presuponía.
 
Jaime Lissavetzky (secretario de Estado para el Deporte) representó la figura del actual gobierno nacional e Ignacio González (vicepresidente de la Comunidad de Madrid) acudió en nombre de Esperanza Aguirre. Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, tuvo que conformarse con saludar al segundo de Gallardón, Manuel Cobo.

Quienes no faltaron a tan importante acontecimiento fueron los presidentes de ambos clubes: Florentino Pérez y Sandro Rosell, ambos vieron el primer partido en directo de esta Copa. Jorge Valdano, hasta ayer, fue el máximo representante del Madrid en el torneo. Tampoco podían faltar las dos 'cabezas' que representan el baloncesto nacional, Eduardo Portela (presidente de la ACB) y José Luis Sáez (lo propio de la FEB).
 
El beso de Víctor Sada a Sergio Rodríguez
 
Por mucho que fuera una final y se enfrentaran dos rivales directos y 'eternos enemigos', no hubo ningún incidente en los alrededores del Palacio. Da gusto pasear sin ultras ni hinchas radicales. Cordialidad y sólo algún cántico pudo herir la sensibilidad de alguno. Palabras también se cruzaron Víctor Sada y el 'Chacho' Sergío Rodríguez. En una acción del encuentro, el madridista, desde el banquillo, protestó al árbitro. Sada le mandó un beso y Sergio se levantó respondiéndolo verbalmente. Posteriormente, algúno que otro cruce de palabras sobre la pista y ya.
 
Sergio estaba decepcionado. Era su primera final, su primera derrota en una final. Tan caliente estaba que deseaba llegar a las duchas cuanto antes para olvidar lo sucedido en el parqué. De este modo abandonó la cancha tras recoger su 'subcampeonato' en forma de trofeo. Carlos Suárez tomó nota y le siguió hasta que alguien del club avisó que eso no se hace. 'Hay que aplaudir al campeón sobre la pista'. Carlos Suárez retrocedió y vio al campeón levantar su copa. Sergio Rodríguez no, siendo el único de la plantilla del Madrid en perdérselo. El Chacho continuaba encendido por la derrota.
 
Garbajosa aportó tanto como Begic
 
Después, de manera rápida y ordenada, el Madrid se marchó para dejar el sitio a los mejores. El último en hacerlo fue un Jorge Garbajosa, sin ficha, que aportó tanto en esta Copa como Mirza Begic, el bosnio que le ha dejado sin hueco en el equipo. Cero minutos (supuestamente porque no viene en forma). Seguramente -como hombre de equipo- el de Torrejón sí que habrá ayudado a sus compatriotas con su presencia en cancha, sus ánimos en el vestuario y algún consejo. Garbajosa estuvo en todos los partidos del equipo que no le quiere, con una sudadera de entrenamiento del club que le paga.
 
En el lado azulgrana, Víctor Sada fue de los más solicitados. Los mediáticos Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio, también. Anderson, MVP, conoció a Su Majestad pero no estuvo tan solicitado por los medios de comunicación (y eso que estos le eligieron como el mejor del choque). Objetivo cumplido. Ya son 22 Copas del Rey, las mismas que el Madrid. En Liga ACB todavía el Madrid duplica al Barça (30-15). De esto es mejor hablar dentro de 15 años.

La despedida para el Real Madrid no fue tan amarga gracias al centenar de aficionados que aplaudió y animó a sus jugadores camino del autobús. Aunque a Sergio Llull no le hicieron mucho efecto los vítores y se marchó cabizbajo, atendiendo a sus seguidores y con el apoyo de su madre, con la que 'abandonó'a la plantilla y el Palacio de los Deportes. Él no saboreó el duro viaje de regreso en el autobús: prefirió el calor de su 'mamá'. Quien, nuevamente, se quedó sola fue la Cibeles: preparada para la celebración, volvió a dormir con la única compañía del tráfico madrileño.

"¡Eh! Ricky, pasa un poco la Copa", reclamaba un Fran Vázquez pletórico minutos después del bocinazo final en el Palacio de los Deportes. El pivot culé estaba orgulloso de mostrar a las cámaras un cuatro, por sus cuatro copas (del Rey) que había logrado hasta el momento. Abrazos sobre el parqué, sonrisas azulgranas, guiños hacia la grada y aplausos al millar de aficionados que se habían desplazado a la capital para ver ganar un título frente al 'eterno enemigo'.
 
Un gran número de esos hinchas, antes de iniciar el partido, lanzaron silbidos y el grito de "visca Catalunya" cuando por megafonía se anunció la presencia de Don Juan Carlos I en el palco. Aficionados del Baskonia y del Bilbao Basket tampoco se alegraron de la figura del Rey en la final de 'su' torneo. Más pitos cuando el himno sonó. Lo previsible, nada que se saliera del guión que se presuponía.
 
Jaime Lissavetzky (secretario de Estado para el Deporte) representó la figura del actual gobierno nacional e Ignacio González (vicepresidente de la Comunidad de Madrid) acudió en nombre de Esperanza Aguirre. Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, tuvo que conformarse con saludar al segundo de Gallardón, Manuel Cobo.