Éxito sin paliativos de un baloncesto español que vuelve a reinar en Europa

Algunos auguraban un mal futuro para el baloncesto español en la presente temporada. La tremenda crisis económica que asola nuestro país ha ido afectando a todos los sectores de la sociedad, incluido al omnipotente mundo del deporte. Y el baloncesto, como es lógico, no ha sido ajeno a estas circunstancias. Muchos hablaban de la Liga Endesa de ‘las rebajas’, pero el tiempo se ha empeñado en demostrar que nuestro baloncesto goza de un fabuloso estado de salud, al menos en lo que se refiere a lo puramente competitivo (otra cosa son los cuentas corrientes). La noche de ayer demostró que la ACB manda en Europa, y Caja Laboral certificó contra el Montespachi su presencia en los cuartos de final de la máxima competición continental, uniéndose así a Barcelona Regal y Real Madrid en la lucha por un puesto en la Final Four de Londres del próximo mes de marzo.

Fue una noche mágica para merengues y baskonistas. Los de Pablo Laso, ya clasificados, buscaban asegurarse un factor cancha que puede ser determinante a estas alturas de la competición. Rudy, Carroll, Llull y compañía barrieron del mapa al Anadolu Efes, con los compañeros del fútbol como testigos (Sergio Ramos, Pepe y Diego López presenciaron el encuentro), y se enfrentarán a un clásico por estos lares, el Maccabi de Tel Aviv, buscando certificar uno de los grandes objetivos de esta temporada en la ‘Casa Blanca’, estar en la capital británica del 10 al 12 de mayo. Por su parte, los pupilos de Zan Tabak obraron el milagro. Desahuciados hace cuestión de un mes, han sumado cuatro victorias en los últimos cinco encuentros y han provocado que la entidad presidida por Josean Querejeta siga estando entre los grandes del 'Viejo Continente'. Lo de este club es asombroso, se van y se van jugadores y siguen manteniendo un nivel competitivo francamente extraordinario.

Veinticuatro equipos iniciaron el sueño de la Euroliga allá por el mes de octubre. Seis meses después, tan sólo ocho tienen opciones de conquistar el título, y entre ellos tres equipos españoles, dos griegos, un ruso, un israelí y un turco. Los números cantan, España manda en Europa. Quizá en el plano económico no andamos nada boyantes, para qué nos vamos a engañar, pero en lo deportivo no nos tose nadie. Y es que hay que recordar que la final de la Eurocup (la segunda competición continental) la jugará otro conjunto de la Liga Endesa, el Bilbao Basket, ante el Lokomotiv Kuban. ¿Es o no es para estar orgullosos?

CSKA y Barça parten como máximos favoritos

Respecto a las opciones de unos y otros, digamos que Barcelona Regal y CSKA están en todas las quinielas para proclamarse campeones, pero el camino es aún demasiado largo y sus cruces no serán nada sencillos. Los de Xavi Pascual, que ayer cerraron un Top-16 casi perfecto (trece victorias y tan sólo una derrota), se verá las caras con un Panathinaikos que si bien no es el de la temporada pasada con Obradovic, mantiene jugadores de un gran nivel que pueden complicarle la vida a cualquiera. Diamantidis, Ukic o Schortsanitis son algunos de sus peligros, amén del habitual infierno del OAKA. Ahora bien, teniendo el factor cancha a favor, todo hace pensar que los azulgrana estarán en una nueva Final Four. Lo contrario sería un sorpresón mayúsculo.

El otro gran favorito se verá las caras con el Caja Laboral. Los vitorianos se enfrentan al más difícil todavía, a un triple mortal que dejaría boquiabierta a toda Europa. Eliminar al CSKA de Ettore Messina se antoja una misión imposible, pero también lo era estar en cuartos y ahí están los de Tabak. Teodosic, Krstic, Khryapa, Papaloukas… Asusta sólo oír los nombres, pero a estas alturas de la película no se va a amedrentar un Baskonia que ha jugado en el alambre durante buena parte de la temporada.

Y qué decir del Real Madrid, ese equipo que una semana te parece candidato a todo (caso del partido de ayer) y otra le borras de tu lista de favoritos. Los blancos deben rendir a su máximo nivel para deshacerse de Maccabi. A diferencia de las otras dos eliminatorias con equipos españoles, ésta es mucho más equilibrada, quizá con ligera ventaja para los de Pablo Laso, por aquello de haberse ganado un posible desempate en el Palacio de los Deportes. Del tiro exterior madridista dependerán gran parte de las opciones para viajar a Londres, donde podría verse las caras en una de las semifinales con el Barça en caso de que ambos superen sus respectivas eliminatorias de cuartos. Y finalmente, en la cuarta y última eliminatoria se medirán el actual campeón, el Olympiakos, y el Anadolu Efes.