La Final Four no existe ni en las casas de apuestas para los londinenses

Con la intención de abrir un nuevo mercado. Ése era el objetivo que se marcaba la Euroliga cuando decidió nombrar a Londres como sede de la Final Four 2013. Un país y una ciudad sin ningún tipo de arraigo por este deporte eran designados para ser el epicentro del baloncesto continental en este mes de mayo. Las dudas empezaron a planear sobre la futura respuesta de los londinenses ante un evento que, sin embargo, sí suscita la repercusión y el interés deseados por los directivos de la máxima competición continental en otros países. Lógicamente, la importancia de Londres en el concierto europeo, sobre todo a nivel económico, nos ha llevado hasta donde nos encontramos hoy, una ciudad que pasa del baloncesto y de la Euroliga… ¡hasta en las apuestas!

No hay duda que la capital británica es la cuna y el reino de las apuestas. Aquí se puja por cualquier tipo de evento deportivo, ya sea fútbol o carreras de galgos. Pues bien, hasta en esto, que parece casi una obsesión entre la sociedad inglesa, ha pasado el público local. “Final Four? What’s that?” (“¿Final Four? ¿Qué es eso?”), nos responden muchos viandantes cuando les cuestionamos por ello. No saben lo que es, ni mucho menos que se disputa en su ciudad, lo cual nos pone en la pista de que mucho tendrá que trabajar la Euroliga si quiere conquistar este mercado.

A cada paso que das por una cada calle principal de Londres te encuentras, al menos, con una casa de apuestas. Diferentes empresas tienen instalados sus salones (a pesar de la incontestable proliferación de Internet) a lo largo y ancho de la capital para que los ciudadanos accedan, consulten las apuestas y posibles ganancias y desembolsen sus libras en pos del éxito económico. Accedemos a una de ellas, donde el responsable nos confirma lo que ya intuíamos. “El baloncesto no tiene relevancia aquí, pasa totalmente desapercibido. Apenas se efectúan apuestas y, si las hay, generalmente son de la NBA. Pero insisto, son una absoluta minoría”, nos cuentan.

Tratamos de hacer nuestra apuesta al equipo español como ganador de la Euroliga en otra casa de apuestas, y nos miran extrañados. “Aquí, sobre todo, se apuesta por el fútbol, y más aún estos días con la final de la FA Cup. También el criquet es un deporte en el que los ingleses se suelen jugar su dinero, pero no en el baloncesto”, confirma a El Confidencial otro responsable de una conocida empresa dedicada al sector.

Los medios ingleses apenas le dedican espacio

Inglaterra, a diferencia de España, no cuenta con periódicos deportivos, los espacios de radio dedicados al deporte son menores y tan sólo en televisión, con Sky Sports a la cabeza, satisface la demanda de este tipo de información. La marcha de Ferguson del Manchester United y la llegada de David Moyes, la FA Cup, además de la información habitual de rugby y criquet, copan los medios de comunicación ingleses. 

De la Final Four, tan sólo pequeñas reseñas o breves. Los propios medios son conscientes de que ésta, la del baloncesto, es una información que sus lectores, oyentes o telespectadores no consumen, por lo que la obvian o pasan por encima de ella de una manera muy sui géneris.

Poco ambiente de baloncesto

Y por la calle, más de lo mismo. Al margen de ser una ciudad inmensa, en ningún rincón se respira ambiente de baloncesto. Bueno sí, en Trafalgar Square, donde está situada la ‘fan zone’ y a la que acudieron estrellas del mundo de la canasta y del fútbol (Ricky Rubio, Joe Arlauckas, Trajan Langdom, Robert Pires o Christian Karembeu, entre otros), y en los alrededores del O2 Arena. Sólo aquí uno puede tener la sensación de que un gran evento deportivo está teniendo lugar en la ciudad de Londres.

Si nos limitamos al espectacular pabellón que alberga esta Final Four, mucho más. La repercusión mediática es tremenda, aspecto del que se congratula, y con razón, la dirección de la Euroliga. Hasta un total de 550 periodistas se encuentran acreditados de 34 países, y los partidos van a ser retransmitidos para 196 países en todo el mundo. En este aspecto y en el plano organizativo, no hay duda que el evento es un éxito.