Crónica de una dimisión anunciada: Orenga se va y aparece la sombra de Scariolo

Pasó lo inevitable, lo que tenía que haber pasado después del batacazo contra Francia pero que se prolongó hasta este martes, cuando Juan Antonio Orenga tomó la decisión de dimitir y dejar su cargo como seleccionador español de baloncesto. En su palmarés, deja una medalla de bronce en el Eurobasket 2013 y mucha polémica en torno a sus funciones como técnico de la selección española. “Tengo fuerzas, ganas y energía para seguir”, reconocía el pasado sábado. Estaba dispuesto a continuar en el cargo, pero sólo unas horas después ha reculado y ha decidido abandonar. En sus palabras, insistía: “El trabajo realizado no anula todo lo anterior”, pero finalmente, Orenga ha decidido marcharse. Sergio Scariolo ya ha aparecido en la lista como uno de los posibles candidatos.

Desde el primer día, el ya exseleccionador siempre fue cuestionado en su cargo por su poca experiencia en los banquillos. Orenga deja el mejor equipo de la historia del baloncesto español sin subirse nunca a lo más alto del podio y con el gran fracaso del Mundial 2014 en su haber. La afición ya había pedido su dimisión, primero en el partido ante Francia, en el que España cayó eliminada, y después en el resto de encuentros que se disputaron en el Palacio de los Deportes de Madrid, incluida la final. Hombre de la Federación, apunta a que ocupará algún cargo en la estructura dirigida por José Luis Sáez.

A Orenga le han durado “las fuerzas y las ganas” de seguir poco más de 72 horas, las que ha tardado en dejar su puesto de seleccionador. La dimisión era la única salida que le permite seguir vinculado a la FEB tras un Mundial nefasto en lo que a resultados se refiere. La Federación ha anunciado, en palabras de su presidente, José Luis Sáez, que hará balance de todo cuando acabe el curso de todas las categorías. El cargo de Orenga, parecía también una decisión de cara al futuro, pero su dimisión aclara un panorama complicado para la Federación Española de Baloncesto, tal y como demostró la sonora pitada que recibió Sáez por parte del Palacio de los Deportes cuando salió a felicitar a los campeones del mundo.

La eliminación precipitada en cuartos de final de la Copa del Mundo y la gestión del equipo son las grandes causas de la dimisión, posiblemente forzada, de Orenga. El reparto de minutos y los problemas con hombres fuertes del vestuario, le hicieron perder la confianza del equipo y provocó que la autogestión fuera un hecho. Prueba de ello es la ausencia de mensajes de apoyo públicos por sus, hasta ayer, jugadores. Además, cabe recordar que Juan Carlos Navarro apuntó al banquillo tras la derrota: "No hemos preparado bien el partido". Este lunes, su ayudante y nuevo entrenador del Bilbao Basket, Sito Alonso, reiteraba: “Como dijo Navarro, no preparamos bien el partido, pero no sólo en lo táctico, también en lo mental”.

La Federación dejó reposar el asunto, querían esperar, pero la presión pública ha acabado por precipitar un abandono del cargo que se esperaba tarde o temprano. Ahora, con Sáez también cuestionado, toca decidir el futuro de la Selección con un Europeo el próximo verano, vital para poder acudir a los Juegos Olímpicos de Río. Los nombres para el futuro ya han empezado a aparecer, pero con la normativa ACB, que impide que un entrenador con trabajo en España pueda ocuparse del combinado nacional, aumentan los problemas para encontrar a un seleccionador. En las últimas horas, la vuelta de Sergio Scariolo ha ganado fuerza. El italiano no tiene equipo y con él España ya ha logrado un oro, en un Europeo, y una plata, en los JJOO de Londres.

La FEB tendrá que analizar con detenimiento a la hora de elegir al nuevo seleccionador para evitar otro error como el de Orenga y que suponga un cambio de aires que finiquite así el fracaso a la generación más importante del baloncesto español. Pau, Navarro, Calderón y compañía pueden sumarse a un proyecto ganador en los próximos dos años, pero para conseguir su participación no vale cualquiera en el banquillo y la FEB lo sabe.