"Tenemos que luchar para que el deporte femenino esté cubierto a nivel de leyes"

Elisa Aguilar (Madrid, 1976) es una de las mejores jugadoras de la historia del baloncesto femenino español. Campeona de Europa en 2013 o bronce en el Mundial de 2010, la madrileña está a punto de embarcarse en la aventura de la Titan Desert, una prueba extrema por el desierto que se disputará del próximo 27 de abril al 2 de mayo. Este miércoles, la excapitana de la selección española de baloncesto durante diez años, que ahora colabora con la Federación Española de Baloncesto (FEB) y es ‘coach’, visitó la redacción de El Confidencial donde realizó un encuentro con los lectores.

Jugadora de baloncesto profesional durante 20 años, que se dice pronto, esa es Elisa Aguilar. Una mujer con las pilas cargadas a tope que dos años después de su retirada sigue echando de menos algunos momentos de su vida deportiva: “Antes de que me retirara, pensaba que lo importante eran los títulos o medallas que había conseguido. Ahora veo quelo importante es todo lo que he aprendido del deporte:de mis compañeros, de mis equipos... Para mí, el deporte es un estilo de vida y creo que los valores, con los que he convivido desde los 9 años, me ayudan a nivel personal y profesional. Lo que más echo de menos es el vestuario, el vivir momentos con mis compañeras. También, la sensación de una gran victoria, ese ratito después de haber ganado algo importante. Eso no lo puedo encontrar nunca en otra situación”, reconoce.

"Mi sueño, aparte de acabar la Titan Desert, es acabar la maratón de Nueva York. Y también, algún tipo de prueba extrema, como un Ironman"

Aunque dejó de ser jugadora profesional sigue vinculada con el baloncesto y colabora con la FEB. El Mundial femenino, que se disputará en España en 2018, es uno de los objetivos más próximos de la Federación: “Con la que está cayendo, el esfuerzo para traer el evento del Mundial masculino de 2014 y el femenino de 2018 es tremendo, pero no me sorprende por el equipo federativo que hay en la FEB, por la ilusión, el trabajo y el sacrificio que ponen en cada evento, tanto senior como en todas las categorías inferiores. Y también hay que valorar el proyecto 'Universo Mujer',que está poniendo en marcha la FEB, para potenciar a la deportista, no sólo en la cancha sino fuera de ella a nivel de formación, marketing social y empresarial”.

Precisamente el baloncesto femenino, que depende de la FEB, es una de las modalidades deportivas que más está sufriendo en España. “La FEB hace un gran trabajo tanto con las selecciones como con las Ligas. Con la crisis, la Liga Femenina ha perdido a jugadoras de mucho nivel que se han ido a otros equipos de Europa a jugar y esto afecta al nivel general de la Liga, pero no es culpa de la FEB”.

Elisa Aguilar combina su vida profesional con el deporte. Aunque no al nivel de antes, la madrileña sigue vinculada con lo que ha hecho toda su vida y por eso, el próximo mes de abril se embarcará en la aventura de la Titan Desert: “Me apetece, además de vivir la experiencia, poder ayudar con mi equipo, el Summae Dream, a todos los niños con problemas de plurideficiencia, como por ejemplo autismo, trastornos del desarrollo, retraso mental, etc. Creo que es una experiencia brutal, extrema, por ser en el desierto, y con muchas cosas en contra para poder vivirla. Un día me llamaron y me la propusieron. Evidentemente no sabía prácticamente ni que existía ni de lo que iba. Digo que no, porque la bici es un elemento que no había disfrutado en mi vida porque tampoco tenía tiempo. La aparición de Summaer Dream fue un motivo importante y bonito para vivir una experiencia dura y complicada. Lo voy a pasar mal pero si tiene un fin positivo para ayudar a unos chavales que lo están pasando mal, que menos que poner mi imagen, ir allí y darlo todo”, asegura.

Con los títulos que lleva a sus espaldas y con muchas experiencias que contar, a Elisa Aguilar todavía le quedan sueños por cumplir y la mayoría son relacionados con su pasión, el deporte: “Mi sueño, aparte de acabar la Titan Desert, que es lo que tengo más a corto plazo, es acabar la maratón de Nueva York, o alguna con mucha tradición. Y también, algún tipo de prueba extrema, como por ejemplo un Ironman”, reconoce.

"A nivel deportivo, mis consejos es que tomes riesgos, que lo intentes, habrá veces que no te salga bien, pero quien no arriesga no gana"

Otra de las facetas de Elisa después de su retirada es la de ‘coach’. La excapitana de la selección da charlas a empresas, una faceta con la que también disfruta: “Haber sido deportista te hace el camino más sencillo si te quieres dedicar al 'coaching' deportivo. Yo desde los 16 años estoy entre el éxito y el fracaso: eres buena o mala, ganas o pierdes, soportas tensión y presión, te juegas contratos con dinero por el medio... y asimilar todo esto siendo muy joven creo que te da un plus para luego aplicarlo al 'coaching'.Si algo mueve el deporte es la cabeza, tu mentalidad mueve el mundo, te hace ser mejor, tanto a nivel profesional como a nivel personal”.

Elisa Aguilar afronta todos estos retos y las diferentes facetas en las que trabaja con positividad. La exbase da las claves para conseguirlo: “A nivel personal, siempre intento relativizar todo mucho, no tomarme las cosas a nivel personal y hablarlas, porque creo que con buena educación todo se puede hablar, e intentar dedicarte a algo que te apasione y que te guste. En cuanto a la práctica deportiva, mis consejos es que tomes riesgos, que lo intentes, habrá veces que no te salga bien, pero quien no arriesga no gana”, concluye.