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La Liga Femenina utiliza fórmulas nuevas para volver a ser lo que fue
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toda la primera jornada se juega en el magariños

La Liga Femenina utiliza fórmulas nuevas para volver a ser lo que fue

La Liga Femenina, otrora referencia en Europa, comienza a recuperarse tras varios años de hundimiento. Un nuevo patrocinio o un 'open day' son fórmulas utilizadas por la FEB

Foto: Imagen del Polideportivo Antonio Magariños durante el primer partido del 'open day'. (Agencia LOF/FEB)
Imagen del Polideportivo Antonio Magariños durante el primer partido del 'open day'. (Agencia LOF/FEB)

"Vuelvo a una liga totalmente cambiada", dice Nuria Martínez después de jugar su primer partido de la Liga Femenina desde 2011. El último equipo en el que había jugado en España, el Ros Casares, desapareció en 2012. Su rival en la final de la Euroliga de aquel año, el Rivas Ecopólis, no pudo inscribirse esta temporada en segunda división por falta de patrocinios. El destino de dos de los representantes de aquella exitosa época indica que las cosas se hicieron mal, que los cimientos del baloncesto femenino español eran muy débiles, ya fuera por negligencia o dejadez. El hundimiento de la competición nacional provocó el éxodo de las mejores jugadoras, esparcidas por toda Europa en busca de los sueldos y los retos deportivos a los que aquí ya no podían aspirar.

La Liga Femenina (y en general todas las competiciones que organiza) ha sido el gran talón de Aquiles de la Federación Española de Baloncesto (FEB). La gestión de la selecciones no se ha visto reflejada con los clubes, muchos de ellos desamparados ante el embate de la crisis económica. Ni la apuesta de las marcas ni el cuidado federativo ha sido el adecuado en los últimos años, pero eso parece que está empezando a cambiar.

placeholder Nuria Martínez (d) regresa esta temporada a la Liga Femenina, donde no jugada desde 2011. (Agencia LOF/FEB)
Nuria Martínez (d) regresa esta temporada a la Liga Femenina, donde no jugada desde 2011. (Agencia LOF/FEB)

Este fin de semana, el Polideportivo Antonio Magariños acoge lo más parecido a una fiesta del baloncesto. La FEB decidió organizar un 'open day', que consiste en que todos los partidos de la primera jornada se juegan en un mismo pabellón (en este caso, cuatro el sábado y tres el domingo). El resultado ha sido satisfactorio: este sábado por la mañana, la vieja cancha del Estudiantes, adaptada para la ocasión con varias filas de asientos supletorios, era un ir y venir de aficionados (los más) y medios (los menos).

"Yo llevo viviendo estos 'open days' en otras ligas, en otros países, y la verdad es que es una reunión muy bonita del baloncesto femenino y una oportunidad de demostrar que está subiendo cada días más", explicó Martínez después de la victoria de su equipo, el Spar Citylift Girona, en el segundo encuentro del fin de semana. Su regreso, junto al de su compañera de equipo María Conde (que vuelve tras dos años en la NCAA) o el de Laura Nicholls, ambas campeonas de Europa con la selección a principios de verano, da lustre a la liga. El Perfumerías Avenida de Salamanca sigue muy por encima de todos sus rivales y todo lo que no sea verle ganar el título sería una sorpresa, pero la competición presenta mejor aspecto. El paciente ya no está en la UCI; ahora está en planta, donde se recupera poco a poco.

La FEB anunció esta semana un acuerdo con la cadena de supermercados Día, que dará nombre a la liga durante dos temporadas. El dinero de patrocinio permitirá cubrir la producción televisiva de los partidos, uno de los cuales será retransmitido por 'Teledeporte'. La federación también celebró el viernes una gala de presentación con todos los equipos, que pasaron por una sesión de fotos. Este último es un detalle que puede parecer poco importante, pero como el 'open day' es una fórmula novedosa para el baloncesto femenino español.

"Se está trabajando, creo que la federación está haciendo un buen trabajo paar intentar potenciar el baloncesto e intentar que llegue a ser lo que fue, que realmente era una liga potente en Europa. A ver si llegamos a eso", comentó Nuria Martínez sobre el parqué instalado en el Magariños. Justo antes se había fotografiado con niñas de la cantera del Estudiantes (que esta temporada vuelve a la primera división), encantadas de compartir el fin de semana con todos los equipos. Quién sabe, de aquí a unos años a lo mejor son ellas las que están jugando en Liga Femenina.

"Vuelvo a una liga totalmente cambiada", dice Nuria Martínez después de jugar su primer partido de la Liga Femenina desde 2011. El último equipo en el que había jugado en España, el Ros Casares, desapareció en 2012. Su rival en la final de la Euroliga de aquel año, el Rivas Ecopólis, no pudo inscribirse esta temporada en segunda división por falta de patrocinios. El destino de dos de los representantes de aquella exitosa época indica que las cosas se hicieron mal, que los cimientos del baloncesto femenino español eran muy débiles, ya fuera por negligencia o dejadez. El hundimiento de la competición nacional provocó el éxodo de las mejores jugadoras, esparcidas por toda Europa en busca de los sueldos y los retos deportivos a los que aquí ya no podían aspirar.

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