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Escándalo griego: Olimpiacos se marcha del campo del Panathinaikos por los árbitros
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vencían los verdes 45-20 al descanso

Escándalo griego: Olimpiacos se marcha del campo del Panathinaikos por los árbitros

Se jugaba el derbi de Atenas en el campo del Panathinaikos y el Olimpiakos se fue al descanso quejándose del árbitro. El presidente del PAO dice que es premeditado

Foto: Printezis, en un partido contra Panathinaikos. (Reuters)
Printezis, en un partido contra Panathinaikos. (Reuters)

El deporte en Atenas siempre está a un movimiento de saltar por los aires. Más todavía si lo que se cuece es un Panathinaikos-Olympiacos de baloncesto. Semifinales de la Copa de Grecia y el equipo verde va ganando de paliza al descanso, 40-25. Los jugadores del Oly deciden en ese momento no volver, que no tiene mucho sentido meterse en ese berenjenal si ya ven que la noche no está para ellos y que los árbitros, siempre sospechosos en Grecia, esta vez parecen haberse alineado con los intereses de los locales.

"Estamos muy disgustados, no podemos participar en esta farsa. No puede ser así, las autoridades deportivas tienen que hacer algo", cuenta con vehemencia Christos Stavropoulos, director deportivo de Olympiacos. Siguiendo las normas de la FIBA el resultado final será de 20-0 y Panathinaikos disputará la final de la copa contra el PAOK de Salónica en otro partido que, casi irremediablemente, será polémico. Ahora bien, la historia no es solo un cabreo temporal, va mucho más allá del tema.

El muy excéntrico presidente del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, no se cree que el motivo tenga nada que ver con lo que ha ocurrido en el parqué (que, por lo que cuentan, bien parecía un arbitraje casero) sino con problemas internos de su rival. "Es algo que tenían planeado, se ve que no pueden pagar a sus jugadores, han tirado la toalla y ahora dicen que no les gustan los árbitros. Quizá es que la familia Angelopoulos quiere vender el Olympiacos y nos quiere culpar a nosotros a los árbitros. Es inaceptable, ganas o pierdes en la cancha", explica el mandatario.

La familia Angelopoulos tiene dinero a espuertas, solo hay que ver su hoja de negocios que abarcan desde el acero al crudo, pero algo está fallando en el pago de las nóminas a sus jugadores. Giorgios Printezis, capitán y una de las estrellas del equipo, fue grabado hablando con sus compañeros en una cinta en la que se mencionaba la posibilidad de no jugar contra el Khimki en Euroliga por los problemas de pago de las nóminas. La noticia, eso sí, saló en un medio muy cercano al Panthinaikos, lo cual no ha hecho más que enrabietar más a los dueños del Oly.

"Hace unos días la web newsbomg.gr, propiedad del señor Giannakopoulos [presidente de Panthinaikos] publicó un audio de nuestro jugador Printezis. No nos sorprende la fecha de publicación y sus objetivos son obvios [referido a la semifinal]. Han hecho cosas similares antes. Queremos que los aficionados sepan que nunca haremos esas cosas, nuestro equipo siempre está centrado en la pista. Giorgios es parte de la familia y de la historia del club, un mal momento, influido por factores exógenos, no puede borrar todo lo que hemos vivido juntos estos años dentro y fuera de la pista, ni rebajar la estima que le tenemos por su carácter y la lealtad que ha mostrado con nosotros", contaba un comunicado de los dueños de Olimpiacos que añadía una forma en bomba de postdata.

"¿Qué es más honesto, honrar tu palabra en los momentos difíciles o pedirle al líder de tu equipo que acepte una rebaja en el salario durante una temporada?", se supone que por algún movimiento pasado de la dirigencia del PAO. El incendio es enorme, un mal arbitraje, una serie de rencillas previas -siempre las hay entre estos dos equipos- y una nueva muesca de baja credibilidad en la competicióng griega.

El deporte en Atenas siempre está a un movimiento de saltar por los aires. Más todavía si lo que se cuece es un Panathinaikos-Olympiacos de baloncesto. Semifinales de la Copa de Grecia y el equipo verde va ganando de paliza al descanso, 40-25. Los jugadores del Oly deciden en ese momento no volver, que no tiene mucho sentido meterse en ese berenjenal si ya ven que la noche no está para ellos y que los árbitros, siempre sospechosos en Grecia, esta vez parecen haberse alineado con los intereses de los locales.