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La decepción del Real Madrid en un Clásico que no cumplió las expectativas
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victoria azulgrana por 83-63

La decepción del Real Madrid en un Clásico que no cumplió las expectativas

El Barcelona se escapó en el marcador en el primer cuarto y mantuvo su ventaja el resto del partido. Los árbitros pusieron el listón muy bajo y pitaron 13 faltas en ataque

Foto: Nikola Mirotic (d) fue el máximo anotador del Barcelona en la victoria ante el Real Madrid. (EFE)
Nikola Mirotic (d) fue el máximo anotador del Barcelona en la victoria ante el Real Madrid. (EFE)

La ACB recuperó este año la tradición del Clásico navideño. Colocar el Barcelona-Real Madrid (o el Real Madrid-Barcelona) en estas fechas, con la liga de fútbol de vacaciones, le da al baloncesto una exposición mediática que durante el resto de la temporada le cuesta alcanzar. La atención, por tanto, la tiene asegurada. El espectáculo ya es otra cosa. El partido de este domingo supo a decepción. No para el Barcelona, que ganó por 83-63, pero sí para el Madrid, que jugó su peor partido de la temporada, y para el espectador neutral.

Tras el tercer Clásico del curso (ya se había jugado uno en la Supercopa y otro en la Euroliga), la pregunta sigue siendo la misma que en verano, aunque cada vez hay más elementos para juzgar: ¿puede este Barça batir a este Madrid en mayo y junio, que es para lo que ha sido construido? El último resultado invita a pensar que sí, pero la versión mostrada por el equipo madridista en el Palau rara vez volverá a aparecer. No ya contra el Barça, sino contra cualquier otro rival.

El Real Madrid jugó mal. Anotó solo cinco puntos en el primer cuarto y a partir de ahí fue a remolque. Llegó a ir perdiendo por 21 puntos en el segundo cuarto. La redujo a menos de diez en el tercero, pero su ataque solo funcionó a ratos y nunca puso en apuros a su rival, que ganó el partido desde la defensa. El Madrid terminó con 22 pérdidas, seis de ellas de Facundo Campazzo, desdibujado en la cancha donde ganó el 'MVP' de la última final hace unos meses.

placeholder Adam Hanga (d) defendió muy bien a Facundo Campazzo. (EFE)
Adam Hanga (d) defendió muy bien a Facundo Campazzo. (EFE)

El Barcelona comenzó maniatando al Madrid, con Víctor Claver y Adam Hanga omnipresentes, y aunque no mantuvo ese nivel defensivo durante los 40 minutos, fue suficiente no solo para ganar, sino para hacerlo con bastante claridad. El Real Madrid, negado desde el triple (4/21), se estrelló contra un muro. Solo Trey Thompkins, con 13 puntos (6/9 en tiros de campo) tuvo un buen partido en el Palau.

Al desequilibrio entre los dos equipos se sumó la actuación arbitral. En esta ocasión no fue un asunto de acierto, sino de criterio. Pocas veces se habrá visto un partido con tantas faltas en ataques. Hasta 13 pitó el trío arbitral, lo que cortó el ritmo y evitó que los dos equipos pudieran darle ritmo al juego. No faltaron los insultos a Rudy Fernández, casi tan querido en el Palau como Zozulya en Vallecas.

¿Y Nikola Mirotic? El hispano-montenegrino, centro de todas las miradas, ganó por primera vez a su exequipo. Fue el máximo anotador con 20 puntos, a los que sumó seis rebotes. Falló mucho (6/16 en tiros), pero apareció en el tercer cuarto, cuando más se acercaban los blancos. Para eso, y para ganar al Madrid, lo ha fichado el Barça.

La ACB recuperó este año la tradición del Clásico navideño. Colocar el Barcelona-Real Madrid (o el Real Madrid-Barcelona) en estas fechas, con la liga de fútbol de vacaciones, le da al baloncesto una exposición mediática que durante el resto de la temporada le cuesta alcanzar. La atención, por tanto, la tiene asegurada. El espectáculo ya es otra cosa. El partido de este domingo supo a decepción. No para el Barcelona, que ganó por 83-63, pero sí para el Madrid, que jugó su peor partido de la temporada, y para el espectador neutral.

Nikola Mirotic