La interminable ovación que hizo romperse a Rudy Fernández en el que puede ser su último partido con el Real Madrid en el WiZink

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Este lunes no fue un día cualquiera para el baloncesto español. El sorprendente UCAM Murcia volvía al WiZink en busca de igualar la serie en la gran final de la Liga Endesa ante un Real Madrid que quería dejar casi sentenciado el título de la Liga Endesa y, en el partido, todas las miradas estaban puestas en lo mismo: el adiós de Rudy Fernández.

El balear cumplió los 39 años a comienzos de abril y anunció ahí su retirada al acabar el verano, en busca de una nueva medalla con la Selección española en los Juegos Olímpicos de París. Tras despuntar como niño prodigio en el Joventut, Rudy no tardó en dar el salto a la NBA, disputando cuatro temporadas en la mejor liga del mundo hasta regresar a España para convertirse en una leyenda del Real Madrid.

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R. La Casa

Selección aparte, con 2 Mundiales, 4 Eurobasket o 2 platas y un bronce olímpicos, Rudy encontró su casa en el Real Madrid, siendo un líder en una época dorada que no se puede entender sin él. Con los blancos ha logrado 3 Euroligas, 6 ligas ACB (a punto de ser 7), 7 Copas del Rey, 9 Supercopas de España y una Copa Intercontinental. Y, con ese legado, tocaba afrontar el que posiblemente fue su último partido ante la afición madridista.

La interminable ovación que hizo romperse a Rudy

Pese a que hace tiempo que su cuerpo no le permite jugar el partido completo, cuando él está en el campo, se nota. Y si el encuentro se está decidiendo, él tiene que estar sobre la pista. Así de sencillo. Con el Real Madrid sumando el primer punto de la serie días antes, a los de Chus Mateo les tocaba colocar el 2-0 y Rudy Fernández quiso aprovechar cada uno de sus poco menos de 15 minutos sobre el parqué.

Máximo anotador del partido con 14 puntos, con cuatro de cuatro en triples y uno de uno en tiros de dos, y un balance de +18 con él sobre la pista, Rudy fue de nuevo capitán general en la victoria 79-63 del Real Madrid, que se queda a un paso de un nuevo título liguero.

El UCAM necesita ganar los dos siguientes partidos en Murcia para mantener viva la eliminatoria lo suficiente como para que la final vuelva a Madrid y, por ello, el WiZink le regaló una merecida y emocionante ovación de despedida que duró varios minutos e hizo que no aguantara las lágrimas ante semejantes muestras de cariño.

"Esto no acaba aquí. Falta un partido más y tenemos máximo respeto por el UCAM Murcia. Hay muchas emociones. Lo he dado todo por este club y este reconocimiento me lo llevo. Poder vivirlo con mi familia es increíble", dijo Rudy, quien lleva en el equipo desde que desembarcó procedente de los Denver Nuggets en 2011.

"Tomé la mejor decisión al venir aquí y doy las gracias a los que lo hicieron posible. Espero que esta sea la despedida y no volver para el quinto, pero hay que dar la enhorabuena al Murcia por lo que está haciendo esta temporada. Es un rival que siempre resurge a pesar de todo".