Es noticia
Las agujetas y la inactividad impiden que Lamar Odom frene la sangría de derrotas
  1. Deportes
  2. Baloncesto
ANTE UNICAJA, LA SÉPTIMA CONSECUTIVA: 71-81

Las agujetas y la inactividad impiden que Lamar Odom frene la sangría de derrotas

Odom se estrenaba con sabor amargo. Su presencia no sirvió para frenar el desplome del Laboral Kutxa: séptima derrota consecutiva (71-81) ante Unicaja

Foto: Lamar Odom durante su debut con el Laboral Kutxa (Efe).
Lamar Odom durante su debut con el Laboral Kutxa (Efe).

Un día antes de su debut, Scariolo confesaba que Lamar Odom estaba “lleno de agujetas, pero es lo normal”. Y tanto. A sus 34 años ha aterrizado en Vitoria después de diez meses sin saltar a una cancha de baloncesto para jugar un partido. Lo primero que conoció de su nuevo hogar fueron las cañas y los pintxos, pero éstos no parecen haberle dado la fuerza necesaria para poder ayudar al Laboral Kutxa. Este jueves, Odom se estrenaba con sabor amargo pues su presencia no sirvió para frenar el desplome del equipo vitoriano en el Top 16 de Euroliga: sufrió ante el Unicaja la séptima derrota consecutiva (71-81).

A pesar de haber calado a nivel personal y humano y de haber dejado destellos de mucha clase, como comentaba su entrenador, el que fuera una de las estrellas de la NBA estuvo seis minutos en pista antes del descanso y evidenció los diez meses de inactividad y las horas de entrenamiento que aún le faltan para tener un nivel competitivo. Cometió dos faltas, atrapó dos rebotes y erró el triple que intentó en su primera y única aparición en cancha. Tan negro vio Scariolo el partido que recurrió al su mediático estreno. Las gradas del Buesa se volcaron con el NBA jaleando cada balón que cayó en sus manos.

No estuvo fino Odom en sus primeros minutos con la camiseta vitoriana: cometió dos faltas, atrapó dos rebotes, erró un triple y no se atrevió a buscar la ventaja en dos acciones al poste bajo con Caner-Medley para encarar la canasta. No surtió el efecto buscado y Unicaja siguió destapando las vergüenzas de un Baskonia cada vez más desangrado sobre la pista y que llegó al intermedio en plena descomposición, 24-47, firmando un horrendo segundo cuarto con ocho puntos anotados.

Antes del descanso, Unicaja hizo el trabajo necesario para poner tierra de por medio en un primer tiempo efectivo apoyado en Caner-Medley, Kuzminskas y Granger. Las carencias del actual Baskonia no tardaron en aflorar. El conjunto andaluz dobló el marcador ante los vascos, desbordados y sin saber frenar el vendaval. Scariolo removió y buscó sin suerte en su banquillo la manera de frenar el juego fácil de su rival. Los locales le pusieron más corazón que buen juego tras el paso por vestuarios para intentar ofrecer una imagen más seria y coherente de equipo.

Acciones de Causeur y Heurtel rematadas con los triples de San Emeterio y cinco puntos de Nocioni acercaron al Baskonia a un Unicaja que no entró con buen pie en el segundo tiempo y recibió un parcial de 15-0 que reactivó el duelo. Pudo recuperar el pulso el cuadro andaluz con los puntos de Granger, Urtasun y Toolson pero el Baskonia vivió sus mejores minutos para volver al partido y dejarlo todo para el acto final. Joan Plaza aprovechó los dos minutos previos de descanso para refrescar los conceptos a sus hombres. Salieron con las ideas claras de nuevo y gracias a la lucidez y acierto de Urtasun y Toolson volvieron a recuperar el mando sin agobios para no sufrir hasta el bocinazo final.

Ficha técnica

Laboral Kutxa (16+8+26+21): Heurtel (6), Jelinek (3), San Emeterio (17), Nocioni (18), Pleiss (8)-cinco inicial-, Causeur (10), Mainoldi (6), Hanga (3), Diop, Van Oostrum, Odom.

Unicaja (26+21+13+21): Dragic (2), Granger (9), Kuzminskas (11), Caner-Medley (12), Stimac (7)-cinco inicial-, Sabonis (2), Urtasun (10), Calloway (6), Toolson (14), Suárez (8).

Árbitros: Rocha (POR), Gkontas (GRE), Nuran (TUR). Sin eliminados.

Incidencias: Octava jornada del Top 16 de Euroliga disputada en el Buesa Arena de Vitoria ante 10.350 espectadores, según el club.

Un día antes de su debut, Scariolo confesaba que Lamar Odom estaba “lleno de agujetas, pero es lo normal”. Y tanto. A sus 34 años ha aterrizado en Vitoria después de diez meses sin saltar a una cancha de baloncesto para jugar un partido. Lo primero que conoció de su nuevo hogar fueron las cañas y los pintxos, pero éstos no parecen haberle dado la fuerza necesaria para poder ayudar al Laboral Kutxa. Este jueves, Odom se estrenaba con sabor amargo pues su presencia no sirvió para frenar el desplome del equipo vitoriano en el Top 16 de Euroliga: sufrió ante el Unicaja la séptima derrota consecutiva (71-81).

El redactor recomienda