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Sin Navarro, el coro del Barça busca en Estambul su pase a Milán por la vía rápida
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2-0 en la eliminatoria ante el galatasaray

Sin Navarro, el coro del Barça busca en Estambul su pase a Milán por la vía rápida

Tras las dos victorias en el Palau, los azulgrana van a Estambul sin Navarro pero con la idea de lograr por la vía rápida su presencia en la Final Four de Milán

Foto: Juan Carlos Navarro trata de zafarse de la defensa del escolta del Galatasaray Sinan Guler. (Efe)
Juan Carlos Navarro trata de zafarse de la defensa del escolta del Galatasaray Sinan Guler. (Efe)

Tras dos paseos militares en el Palau Blaugrana, el FC Barcelona viaja a Estambul sin Navarro pero con el claro objetivo de finiquitar esta tarde (19.00, C+ Deportes) por la vía rápida la eliminatoria de cuartos de final de la Euroligaante un desdibujado Galatasaray. Y es que solventar con éxito el tercer asalto del playoff supondríaelúltimo escalón antes decertificarla tercera presencia en la Final Four consecutiva, la decimocuarta en la historiaen la máxima competición continental para los barcelonistas.

La ausencia del escolta azulgrana, aquejado de una elongación en el bíceps femoral de la pierna derecha, supone un contratiempo menor para un equipo con un grupo compacto a quien sólo la relajación tras sellar de forma holgada su billete a los cuartos de final, les llevó a acumular sus dos únicas derrotas (Laboral Kutxa y EA7Milán) en el ‘Top-16’ tras un bagaje inmaculado de doce triunfos seguidos. A Navarro le bastaron cinco minutos en pista en el plácido triunfo en el segundo capítulo del playoff (84-63) para resentirse de sus problemas físicos. Ya el viernes, las pertinentes pruebas médicas no hacían sino confirmar la lesión. Así las cosas, atendiendo al parte médico emitido por el club, su evolución marcará la disponibilidad para los próximos compromisos del equipo.

En su versión femenina, el pasado 13 de abril, el cuadro otomano, liderado por las españolas Alba Torrens (MVP del la Final a Ocho) y Sancho Lyttle (MVP del duelo por el título con 19 puntos y 12 rebotes), se alzó con la primera Euroliga femenina de su historia. Nada que ver con el papel ejercido por un equipo que ha ido superando a trompicones las fases previas de la competición, siempre sobre la bocina y jugando con carambolas y resultados cruzados entre terceros. Una tendencia peligrosa que ha terminado por quedar en evidencia a medida que crecían las exigencias. Sin alma, destartalados en la pintura y sin ideas en la dirección, los hombres de Ergin Ataman se aproximan de forma irremediable a firmar el epílogo de su participaciónen la competición.

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Si al hastío y la zozobra le sumamos la baja de Carlos Arroyo, su primer espada, el resultado se augura terrible para sus intereses. Si a Navarro le puede suplir la insolencia de Alex Ábrines, la inspiración de un veterano curtido en mil batallas como Bostjan Nachbar, o el Brad Oleson, en los turcos el fondo de armario es limitado.El hombre que durantelos Juegos de Atenas en 2004 llevara a laselección de Puerto Rico a endosar la primera derrota olímpica(92-73) al combinado estadounidense (desde que éste estáintegradoen su totalidad por jugadoresNBA)sufrió un esguince en el tobillo tras un encontronazo con Joe Dorsey en el primer partido. Sus 14 puntos en 16 minutos logrados el martes dan una idea del peso específico del boricua en el esquema de los turcos. Fue entonces cuando el pobre halo de luz que mantenía viva la fe de los turcos se apagó.

El técnico Ataman comentó a los medios que el pasado jueves, día del segundo asalto, el boricua empezó a apoyar el pie. Un hecho con un componente más de épica que de realidad. Y es que las dudas sobre su presencia marcan las horas previas al choque. La decisión no está tomada y el boricua podría forzar la máquina para tratar de obrar el milagro. Con la duda de la participación en el juego del buque insignia de los estambulitas, el base suplente, Ender Arslan, y la dupla interior formada por el serbio Zoran Erceg y Furkan Aldemir, deberán dar un paso adelante para forzar el cuarto partido y soñar con un hipotético quinto duelo que se disputaría en el Palau Blaugrana. Al margen de lo deportivo, los turcos se aferran al factor Abdi Ipekçi y a las 12.500 almas que abarrotarán sus gradas dispuestas a animar sin descanso a los suyos. Uno de los pabellones más imponentes del continente, del que los otomanos, con un balance de siete victorias y cuatro derrotas en la presente edición de laEuroliga, no han podido hacer un fortín.

Los precedentes dan la razón al Barcelona

En los cinco añosque se llevan disputando el playoff de cuartos al mejor de cinco partidos nadie fue capaz de dar la vuelta a la tortilla con un 2-0 en contra. En lo que respecta a los catalanes, elBarça ha superado con éxito cuatro de las cinco eliminatoriasde cuartos de final al mejor de cinco partidos que ha disputado: Panathinaikos (3-1, 2012/2013), Unics Kazan (3-0, 2011/2012), Madrid (3-1, 2009/2010) y Tau Cerámica (3-2, 2008/2009). El único revés sufrido por los hombres de Pascual en esta ronda fue en la campaña 2010 /11, cuando cayeron derrotados anteel Panathinaikos en cuatro partidos (1-3). Ante este terreno tan escarpado, al Galata no le queda otra queganar a los azulgrana tres partidos en apenas seis días (20, 22 y 25),empresa del todo complicada.Si una hecatombe no hace saltar todo por los aires, los de Xavi Pascual ya miran de reojo a unaFinal Four de Milán (16-18 de mayo) a la vista y a un más que probable duelo ante un Real Madrid que el lunes afrontará(19.00) su tercer envite ante Olympiacos en el mal llamado Pabellón de la Paz y la Amistad.

Tras dos paseos militares en el Palau Blaugrana, el FC Barcelona viaja a Estambul sin Navarro pero con el claro objetivo de finiquitar esta tarde (19.00, C+ Deportes) por la vía rápida la eliminatoria de cuartos de final de la Euroligaante un desdibujado Galatasaray. Y es que solventar con éxito el tercer asalto del playoff supondríaelúltimo escalón antes decertificarla tercera presencia en la Final Four consecutiva, la decimocuarta en la historiaen la máxima competición continental para los barcelonistas.

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