Nueve derrotas después, Granger rompe el gafe de Unicaja en el Top 16
El Unicaja consiguió su primera victoria (85-76) en el Top-16 ante el Nizhny Novgorod, cortó una racha de 9 derrotas consecutivas y aún sueña con un milagro
![Foto: Carlos Suárez intenta entrar a canasta ante Dmitry Golovin (Efe).](https://images.ecestaticos.com/BgTkjVfDvXwg1Lty4Nny7ZCYpx0=/13x0:2237x1558/992x700/filters:fill(white):format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F602%2F76e%2F544%2F60276e5443cf719e7744dd97bc9a61c6.jpg)
El Unicaja consiguió su primera victoria (85-76) en el Top-16 de la Euroliga ante el Nizhny Novgorod, cortó una racha de nueve derrotas consecutivas y todavía sueña con un milagro para acabar entre los cuatro primeros y disputar el Top-8. El conjunto malagueño no empezó bien el encuentro, algo que aprovechó el equipo ruso liderado. Joan Plaza, por su parte, solicitó un tiempo muerto para templar los ánimos y rebuscar ideas para intentar reaccionar. Le sirvió porque entre Mindaugas Kuzminkas, Jayson Granger y Caleb Green salvaron un primer aviso.
A partir de ese momento, Unicaja cambió por completo: la defensa fue el detonante para que Kuzminskas pusiera por delante a su equipo. El Niznhy se había evaporado, pero peleaba cada balón con Parakhouski inconmensurable dentro de la zona. Granger situó la máxima ventaja del Unicaja (38-30) y le dio un colchón hasta el descanso. El conjunto malagueño continuaba muy concentrado, sin dar opción al rival. El Nizhny acusaba la presión y el desconcierto en algunos momentos aunque Thompkins y Rochestie intentaban acercar a su equipo en el marcador.
Un tiempo muerto cajista cortó el parcial de 0-7 del rival y selló el tercer periodo. Pero el Nizhny no iba a dejar escapar cualquier ocasión. Trey Thompkins y Taylor Rochestie lideraron un intento de remontada. El Unicaja había bajado su nivel, tomando algo de respiro por el gran esfuerzo físico realizado. Poco a poco fue tomando aire, cerrando filas en defensa y seleccionando el ataque. Un parcial de 8-0 gracias a Granger y Fran Vázquez ofreció el primer paso para la victoria, que terminó cimentándose en los tiros libres.
El Unicaja consiguió su primera victoria (85-76) en el Top-16 de la Euroliga ante el Nizhny Novgorod, cortó una racha de nueve derrotas consecutivas y todavía sueña con un milagro para acabar entre los cuatro primeros y disputar el Top-8. El conjunto malagueño no empezó bien el encuentro, algo que aprovechó el equipo ruso liderado. Joan Plaza, por su parte, solicitó un tiempo muerto para templar los ánimos y rebuscar ideas para intentar reaccionar. Le sirvió porque entre Mindaugas Kuzminkas, Jayson Granger y Caleb Green salvaron un primer aviso.