Ricky cumple su palabra y en la NBA ya dan fe de su gran agresividad

“Quiero ser más agresivo en ataque y mirar más al aro”, reconocía Ricky Rubio en una conversación telefónicacon varios periodistas justo antes del arranca de temporada. El base español afrontaba su tercera temporada en los Minnesota Timberwolves con ilusión y ganas después de haber vivido un ‘lockout’ y una grave lesión que le hizo perderse un total de 50 partidos. Esta temporada, Minnesota ha ganado seis partidos y ha perdido tres, lo que le ha colocado quinto en la Conferencia Oeste. Ricky tiene gran parte de culpa de las buenas actuaciones que han firmado los Wolves hasta la fecha.

Ricky Rubio acumula en estos cuatro partidos tres doble-doble y un triple-doble, este último en el partido ante los Lakers. El de El Masnou dio una auténtica exhibición en los Staples Center ante los Lakers de Pau Gasol y la repitió ante Cleveland Cavaliers en la madrugada del miércoles. Ricky firmó 16 asistencias, su mejor marca como profesional, sin olvidar los 16 puntos que también anotó en ese partido con prácticamente pleno en todas las estadísticas (4/6 en tiros de dos, 1/1 en triples y 5/5 en tiros libres).

Ante los Cavaliers, además de los puntos y las asistencias, también atrapó seis rebotes y realizó tres robos, lo que lo convierte en el único jugador en activo que ha terminado 30 partidos consecutivos con al menos un robo y seis rebotes. Esta temporada, ya ha promediado 9,4 puntos y 9,7 asistencias. La pasada, la terminó con 10,7 puntos y 7,3 asistencias. En sólo nueve partidos ya ha demostrado que este año será uno de los jugadores clave para que los Wolves logren entrar en los playoffs y luchar por el anillo.

Ricky ha recuperado la confianza en su juego. Su obsesión con el tiro ha disminuido después de acudir a un campus de perfeccionamiento en Los Ángeles. Es más agresivo en ataque, tal y como quería y ya lo ha demostrado en más de un partido. Ante los Lakers firmó una de sus grandes actuaciones. Puso el Staples Center a sus pies y se convirtió en el primer rival que lograba un triple-doble contra los angelinos desde que LeBron James lo hiciese en las navidades de 2010. En dicho partido, Ricky firmó el segundo triple-doble de su carrera deportiva.

Esta temporada, gracias al regreso de Kevin Love al equipo, lesionado durante gran parte del año pasado al igual que Ricky, y del tirador Kevin Martin y Pekovic, sus asistencias han ganado peso porque sus compañeros las materializan en canastas. La buena actuación del catalán ya ha generado las primeras comparativas con bases de la talla de Chris Paul (Clippers) o Irving (Cavaliers). Ricky ya está a la altura de los mejores de la NBA.

La temporada pasada a estas alturas, el base de Minnesota había firmado un máximo de ocho puntos y nueve asistencias, números que esta temporada ya ha superado. Por delante, tiene muchos partidos para demostrar su mejoría, pero por el momento ya ha dejado claro cuáles son sus aspiraciones.