La UCI va a por todas: primero Contador y luego Armstrong

Esta semana, el caso Contador ha entrado en la recta final tras varios meses de letargo. El Comité de Competición de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) ha propuesto una resolución consistente en un año de sanción para el ciclista español, y el propio protagonista dio la cara ante los medios este viernes para anunciar que recurrirá hasta la última instancia hasta demostrar su inocencia. Se siente una víctima del sistema que rige el ciclismo y de esta manera lo afirmó ante la multitud de periodistas que congregó en Mallorca.

Rotundo. Así se mostró el triple ganador del Tour de Francia, intentando despejar cualquier tipo de dudas sobre su persona. Todos aquellos que rodean a Contador sí que están convencidos. Creen en su versión de la contaminación alimentaria y, gracias a este convencimiento, se ha creado una auténtica piña en torno a él.

Pero en ese entramado que forman familiares, amigos, compañeros, jefes, representantes y abogados de Contador también predomina una percepción pesimista alrededor de la resolución del caso. El entorno del ciclista de Pinto piensa que la actitud de la UCI (Unión Ciclista Internacional, órgano supremo de este deporte) no va a ser nunca condescendiente ni comprensiva. Creen que Contador es el chivo expiatorio perfecto para los mandatarios internacionales porque van a por cotas más altas. Concretamente, a por Lance Armstrong.

Así lo afirmaba a El Confidencial una persona perteneciente a ese entorno tan impenetrable en estos días y cuyo núcleo es Contador. La investigación sobre la carrera deportiva completa de Armstrong, que se está llevando a cabo en Estados Unidos y que trata de verificar los constantes rumores sobre el dopaje sistemático del que hizo uso el tejano, es lo que realmente importa a la UCI y a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Por ello, explica la misma fuente, en el camino hacia el siete veces campeón del Tour no puede quedar impune el positivo de Contador. De ahí el vehemente y mediático ataque que sufrió el mejor ciclista del momento por parte del presidente de la UCI, el irlandés Pat McQuaid.  

Acerca de ese control no superado durante el Tour de 2010 debido a la presencia ínfima de clembuterol en su sangre y por el que el madrileño está viviendo un largo calvario, quienes rodean a Alberto dan por hecho que fue un accidente, motivado por la ingesta de carne contaminada, que no sirvió para mejorar su rendimiento. Tal y como defendió el ciclista del Saxo Bank en su comparecencia de ayer, ese positivo sólo incumple una norma que, en su opinión, está obsoleta atendiendo a los métodos tan avanzados que se usan en el sistema antidopaje actual. El mismo en el que Contador ha dejado de creer.