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De fumeteo por Asturias: Miguel Ángel López estrena el Gamoniteiru
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victoria épica del colombiano

De fumeteo por Asturias: Miguel Ángel López estrena el Gamoniteiru

El ciclista colombiano del Movistar, Miguel Ángel López, se impone en la inédita etapa con el final en el alto del Gamoniteiru

Foto: Miguel Ángel López llega a la meta, entre la niebla, del Gamoniteiru. (Efe)
Miguel Ángel López llega a la meta, entre la niebla, del Gamoniteiru. (Efe)

Etapa reina. Así, sin paños calientes. Al menos en el a priori, ¿eh?, que luego todos hemos vivido esto antes, y hay rechinar de dientes por meta, y muchas alabanzas llenas de mentirijillas para vender la moto, y tipos que suben los últimos kilómetros sin dar una pedalada, y banco de peces, y por qué no saldría yo a dar una vueltuca con la bici, joder, en vez de quedarme a ver esto. Pero eso es el quizá... De lo seguro solo podemos decir que etapa reina. Una de las más duras de siempre en la carrera. Y el final en alto más cañero, puede.

Del Gamoniteiru ya hablamos en su día, así que mejor no vamos a poner palabras sobre las palabras. ¿Más duro que el Angliru? Bueno, discutible. Menos rampa extrema, dureza sostenida durante un tiempo mayor. Otro tipo de alto, por decirlo así. Perfecto para poner ritmo, atacar, jugar incluso a estrategias. Perfecto para esto de los velocípedos, seguro que me entienden...

Foto: Roglic celebra la victoria. (EFE)

Lo que sí tiene cierto aire de novedad es el tránsito intermedio. No por los pasos, ojo, que están más usados que el sillín de Marino Lejarreta, pero sí por su disposición y enlace con lo de después. Digamos que San Lorenzo y Cobertoria llevan unos años en plan dueto clásico. Pareja ideal, una de esas que llevan saliendo desde el instituto, y viste parecido, y tienen dos churumbeles (niño y niña), y quieren un adosado por las afueras y cada dos domingos comen paella en casa de los suegros. Grosso modo, ¿eh? Sucede que San Lorenzo y Cobertoria, en realidad, no han funcionado nunca, más allá de las apariencias, y nadie descarta que un día de estos se vayan cada uno con sus cosas, él a Katmandú en busca de iluminación y ella al Caribe, ennoviada con ese profesor de zumba tan simpático y tan... bueno, y tan zumbón. En fin, ustedes me entienden. Que sobre el papel guay, pero luego chirría el asunto. Si la exhibición más grande de los últimos años la hizo Cancellara... ummm, mal.

Las dificultades

Pero eso, que esta vez el puerto último es distinto. Y mucho más duro, añadimos. También más... cómo decir... más puerto. Nada de ferias tipo Cuitu Negro o Ermita de Alba, con sus descansillos, sus rampas imposibles y su sensación de que, joder, esto no es lo que hacían Bahamontes y Julio Jiménez, sino algo mucho más tonto. No, Gamoniteiru por ahí bien. Además se suma La Soterraña, que también es La Soterrasa, y El Cordal, y ahora hasta le dicen La Segá, que queda muy chulo, pero no veas el lío. Vamos, lo que suben siempre antes de Angliru, solo que por la otra cara, que es más fácil trepanando, pero tiene bajada para espeluznarte. Si llueve ya ni les cuento. Y llueve, porque ya puestos a llover, en el norte, llueve. Además, y esto es reflexión extemporánea, pero aquí queda, pareciese que los grandes líderes del pelotón cada vez son más torpones bajando, ¿no? Que lo del otro día en Almáchar fue de traca, y van unas pocas en los últimos tiempos. Vale que en Llomena Bernal y Roglič arriesgaron bastante sin besar el suelo, pero lo otro también queda. No sé, cosas mías...

Volviendo a lo de hoy... quizá este cambio de escenario suponga más chicha. Terreno hay, metros de desnivel sobran, tramucos entre el nueve y el once (que son los dañinos de verdad para esto del ciclismo en ruta, no hagan caso de quien les cuente otro rollo) tienen. Menú perfectamente tirado, otra vez. A ver los comensales...

placeholder El ciclista esloveno Roglic a rueda de Egan Bernal. (Efe)
El ciclista esloveno Roglic a rueda de Egan Bernal. (Efe)

Sobre todo teniendo en cuenta lo que vimos ayer. Destrozo mayúsculo, etapa a cara de perro, dos tipos con redaños como cocos de grandes y muy poco respeto por eso que algunos llaman “puestometrear”. El esloveno sentenció la Vuelta, a Egan le salió la cosa rana, pero llegó con otros tipos mucho más grises que él. Vamos, que pudo ganar y acabó en empate. Igual alguien debería reflexionar sobre esto. Y eso, que para hoy... qué menos que zafarrancho de Movistar, ¿no? con Enric atacando al pie de Cobertoria, victoria en solitario, reivindicación, declaraciones potentes en meta, esto se lo dedico al gordo ese que escribe cosas y se piensa que es gracioso. Imbécil, que eres un imbécil. Sí, guion más que probable.

Jajaja. Ni de coña. Movistar va segundo y tercero, sacrificaría siete cachorros de golden retriever a Moloch para mantener esos puestos. Se lo juro por Johan van der Velde.

Foto: Bardet cruza la meta. (EFE)

Así que escapada casi de salida, y cinco minutos por San Lorenzo. Más de treinta tíos, incluyendo sospechosos habituales (Majka, Izagirre, Storer, Taaramäe), tipos que buscan un último baile (Fabo Aru), apellidos de los de siempre (Brambilla, Planckaert, Piccoli) y hasta el Nibali malo. Hacen camino, porque atrás nadie parece loquísimo por perseguir, y son Bahrein los que tiran, y aquello no es la Molteni, precisamente. A ver, aplaudimos si Haig quiere asaltar el pódium, pero tampoco tiene pinta de enloquecer por el camino, ¿eh?... Los buenos se fuman San Lorenzo (sin duda el puerto más fumado de la última década, auténtica colilla a estas alturas) y Cobertoria (otro alto cachimbero), porque en el pelotón van trescientos cincuenta tíos, siete osos pardos y la plantilla completa del Sporting, año 1991/1992, incluyendo a Joaquín, Ablanedo y Juanele. ¿Hay dureza? La hay. ¿Ritmo? Eso ya tal. A ver, no todos los días son fiesta, por mucho que usted lo pensase con veintitrés añitos.

Storer tira solo, porque está que se sube por las paredes en esta Vuelta. Faltan cincuenta kilómetros y el tío lleva casi seis minutos al pelotón, nada menos. A ver, es muy difícil (y más cuando Movistar releva a Bahrein preparando ataques legendarios), pero menudo rendimiento del mozo, oigan. Para apuntarse el nombre. Ah, los valles muy largos, los puertos enlazando regular, las carreteras demasiado buenas. Igual el fumeque también se explica con cosas así (aunque ayer se demostró que habiendo ganas todo lo demás son excusas).

Somos de Aru

Arranca Cordal y... Aru. Aru que acelera, ojo, agarrado abajo. Como recordando viejos tiempos, oigan. Mortirolos, Finestres y eso. Saluda a Mikel en una curva, tira besitos a Dumoulin, hola, Tom, qué putada aquello de Morcuera, ¿eh?, bueno, que me piro, ciao. Dice Aru que es su última carrera, y la está luchando a montones. Además, su maillot mola mucho. Aquí siempre fuimos muy de Aru. En el pelotón hace su trabajo Rojas, no sin antes pasar lista y ver que nadie (pero nadie, nadie) se ha parado a lo de la micción, porque él es un hombre que se viste por los pies (y gasta varón dandy, imagino). Luego se descuelga, y lo releva Rafal Majka, y Kuss se acerca, y le pregunta que qué coño haces, Rafal, hostias, que nosotros somos de escaquearnos, joder, que tú y yo colegas en esto. Pero nada. A ver, es más postureo que otra cosa, porque aguantan (casi) todos, pero parece tan increíble...

Tampoco nos volvamos locos, fueron quinientos metros. Luego tran, tran. Storer empieza solo Gamoniteiru, Bardet también pilla algo de ventaja, el gran grupo es grande y va agrupado. Todo para el último puerto. Es suficientemente duro de por sí, pero claro... no esperen libros contando esto. Si hasta vuelve Rojas, colega.

Quince a meta. No pasa nada.

Doce a meta. No pasa nada. Storer sigue con más de dos minutos.

Once a meta. No pasa nada. Ataca Bouchard.

Diez a meta. No pasa nada. Ataca de la Cruz y pasa a Bouchard. El decimotercero de la general supera al decimoséptimo de la general.

Ocho a meta. No pasa nada. En la tele hablan de valentía. La Cobertoria es dura. Parece hacer fresco. De la Cruz recorta.

Siete a meta. No pasa nada. Wanty tira, porque de la Cruz amenaza el duodécimo puesto de Meintjes. Lo juro. Jaja. Ah, tiene a Storer ahí cerca, lo pilla, el australiano aguanta tras él.

Seis a meta. No pasa nada. Qué carreteruca tan bonita. De la Cruz se va solo.

Cinco a meta. No pasa nada. Sigue Wanty. Qué risas. Cachimbas, puros y cigarrillos de la risa. Fumar.

Cuatro a meta. No pasa nada. Hasta que pasa. Ataca Egan Bernal (no pensarían ustedes que iban a atacar otros, ¿no?). Salen fácil Roglič, López, Kuss, Mas. Hay en ese grupo gente que tiene más reprís cuando salta a por ataque ajeno que cuando proponen ellos mismos. En fin. Luego salta Miguel Ángel y lo persigue Sepp, abre hueco el colombiano. Aun queda, pero pinta a victoria para él. El yanqui, por cierto, está trabajando de verdad, ojo, justo ese día en que muchos pensaban iba a tirar con todo para sí...

La batalla de López

Dos a meta. López adelanta a de la Cruz. Kuss hace un pequeño quiebro y Mas, que iba a su rueda, se asusta. Qué es esta sensación en el rostro, por qué parece como si alguien me estuviese soplando. Pronto vuelve a resguardarse, aun con miedo. Roglič cambia el ritmo, Bernal y Enric aguantan, el colombiano recoge el guante, Mas dice que mus, pero lleva un compañero por delante, así que tiene excusa.

Solo que López sube muy bien, uno de esos días. Loze, por ejemplo. O Calar Alto. Y aquí. Bernal es quien más empeño pone, pero no tiene el cambio de ayer, y tanto Roglič como Mas aguantan. Primož tira. No sé si a muerte, pero tira, porque es de los que no deja propinas en los bares y siempre compra lo más barato en el amigo invisible. No importa. Miguel Ángel López gana. Victoria para Movistar, los dos telefónicos consolidan sus puestos de honor (justo por debajo de quien triunfa, por cierto). Juzguen ustedes si la estrategia fue buena o mala (y su dictamen dependerá de aquello a lo que aspiraron de principio). Primož segundo, Mas tercero, Bernal cuarto.

Foto: Magnus Cort Nielsen cruza la meta. (EFE)

¿La general? Pues qué quieren que les cuente... todo igual en los puestos que uno recuerda años más tarde, pequeños cambios por rellenos estadísticos. Roglič más cerca del Jubileo, López que gana su etapita, Mas consolida pódium.

Enhorabuena, porque eso es lo que ambicionaron durante todo el día...

Etapa reina. Así, sin paños calientes. Al menos en el a priori, ¿eh?, que luego todos hemos vivido esto antes, y hay rechinar de dientes por meta, y muchas alabanzas llenas de mentirijillas para vender la moto, y tipos que suben los últimos kilómetros sin dar una pedalada, y banco de peces, y por qué no saldría yo a dar una vueltuca con la bici, joder, en vez de quedarme a ver esto. Pero eso es el quizá... De lo seguro solo podemos decir que etapa reina. Una de las más duras de siempre en la carrera. Y el final en alto más cañero, puede.

Enric Mas
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