Muere el ciclista Federico Martín Bahamontes, primer español en ganar un Tour, a los 95 años

Día de luto para el ciclismo nacional. El toledano Federico Martín Bahamontes, considerado como uno de los mejores corredores de todos los tiempos y uno de los escaladores más imponentes de toda la historia, falleció este martes a los 95 años de edad. Apodado el Águila de Toledo, ha sido uno de los siete ciclistas españoles que han conseguido alzarse con el maillot amarillo del Tour de Francia a lo largo de la historia de la competición gala.

Bahamontes fue el primer ciclista español en conseguir el amarillo en la Grande Boucle y, además el primer corredor nacional en llevarse la victoria final, éxito que logró en la edición de 1959. La montaña era su terreno y las escapadas, su seña de identidad. Tanto que, en aquel Tour, estuvo ocho días seguidos en todas las escapadas y le dieron el premio a la combatividad. Pero si por algo era conocido era por ser un escalador indómito e imparable.

No había ningún escalador como Bahamontes, capaz de sacar increíbles ventajas al pelotón en cualquier tipo de ascenso. Sin embargo, la bajada de los puertos no era su especialidad y, en muchas ocasiones, terminaba perdiendo la ventaja que había conseguido en la cima por sus problemas descendiendo. Cuando estaba bien física y moralmente, era un corredor imparable, pero no era difícil verle pasar un mal día en una etapa que no fuera de montaña.

En sus primeros años en el Tour, su principal meta sería convertirse en el ganador del Gran Premio de la Montaña, éxito que consiguió hasta en seis ocasiones. Pero pronto se dio cuenta de que, luchando por este éxito y con la superioridad que demostraba en los puertos, podía ser capaz de ganar el Tour si conseguía amplias ventajas. Fue en 1956 cuando acabó segundo de la Grande Boucle, confirmando que podía luchar por conseguir la victoria final.

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Javier Sádaba

Sería tres años más tarde, en 1959, cuando lo consiguió por primera vez, convirtiéndose en el primer ciclista español que fue capaz de ganar un Tour. Pero, por desgracia, no pudo repetir su éxito a pesar de estar cerca en varias ocasiones. En 1963, acabaría segundo y, un año más tarde, acabaría tercero. Sin embargo, ese éxito que tenía en la ronda gala no era capaz de reproducirlo en otras grandes vueltas por etapas, donde la montaña seguía siendo su objetivo.

En el Giro de Italia, su mejor posición fue el décimo séptimo puesto conseguido en 1958 que, de hecho, fue la única edición que logró completar. Eso sí, logró el Gran Premio de la Montaña en una ocasión. En la Vuelta a España, sí estuvo cerca del éxito, pero no lo consiguió por poco: así, acabaría cuarto en 1956, segundo en 1957 y sexto en 1958, como mejores éxitos en nuestro país, con dos victorias finales en el Gran Premio de la Montaña.

En mayo de 2018, la ciudad de Toledo rindió homenaje a su más aclamado ciclista en un acto que contó con Miguel Induráin, Carlos Sastre, Óscar Pereiro y Pedro Delgado, ganadores todos ellos del Tour de Francia. Bahamontes subió desde el paseo de la Vega hasta el Miradero en un coche descapotable a fin de rememorar ese mismo trayecto que realizó tras ganar el Tour de Francia en el año 1959.

El recorrido terminó en el Miradero, donde se descubrió la escultura que Javier Molina Gil esculpió para la ocasión y que representa al ciclista escalando en una posición de máximo esfuerzo. En el homenaje, el exciclista toledano se mostró agradecido, pero criticó la tardanza de este homenaje. "Lo que hemos tardado para estar aquí. Más que cuando me hizo novio con Fermina", bromeó. Este martes, el mundo del ciclismo llora su muerte.