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El bochorno de cada año en el Giro de Italia regala otra victoria a Tadej Pogacar
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DECIMOSEXTA ETAPA

El bochorno de cada año en el Giro de Italia regala otra victoria a Tadej Pogacar

La presión de los ciclistas, encabezados por Pogacar, convencieron a la organización a recortar una de las etapas reinas de la carrera. Ahí se impuso el líder con facilidad

Foto: Pogacar celebra su victoria en la decimosexta etapa. (Reuters/ Ciro de Luca)
Pogacar celebra su victoria en la decimosexta etapa. (Reuters/ Ciro de Luca)

Primero los bochornos, después las bicicletas. Las bicicletas, porque ciclismo... Ciclismo no hubo hoy, el ciclismo es otra cosa. El ciclismo fue ciclismo cuando era ciclismo Adam Hansen free.

Venía barruntándose desde ayer noche. Que hace frío, oigan, que hace frío. Se suspendió el Stelvio (y yo quedé moderadamente feliz, porque situar el Stelvio como estaba situado hoy es irrespetuoso para uno de los grandes... poner el Stelvio donde estaba situado hoy es meter a Ingwee Malmsteen de gira con Leticia Sabater), porque había nieve (nieve de verdad) y porque estaba la carretera rota (pero rota de verdad). Vale, guay, no pasa nada, no pretendo yo que crucen ustedes por argayus horripilantes. Percorso alternativo, fuera el Stelvio, dentro Umbrail Pass, sitio acojonante, sitio donde paró a cagar Tom Dumoulin, donde coronó primero Mikel Landa, donde (insisto) paró a cagar Tom Dumoulin. No tenía una avispa en el casco, no... tenía un apretón fuerte. Y eso, que el Umbrail, etapa prácticamente idéntica, cero problemillas.

Pero...

Eso, que venía barruntándose desde ayer noche. Hace frío. Que hace frío. ¿Están ustedes locos? Hemos dicho que hace frío. Lametraseros, salvapatrias y cazabidones comienzan su turra en tuister, Adam Hansen (un señor australiano que odia el ciclismo) se aferra con fuerza a su minutito de gloria, hay periodistas diciendo que menuda locura planteas y otros a sueldo (figurado o estricto) de ciertas escuadras.

Foto: Pogacar dio una exhibición en el Giro. (Reuters/Jennifer Lorenzini)

Y se perpetra el bochorno. Dicen los ciclistas que nanai, que hace fresco, que ellos no van a pedalear en tales condiciones... ¿qué se piensa usted? Así que nos comemos los setenta primeros kilómetros (después de escenificar la salida en Livigno, no nos vayan a denunciar por incumplimiento de contrato), dejamos la etapa en unipuerto tras valle. ¿Saben qué ocurre? Que en 2024 tenemos imagen de todo. De todo. De la cima de Umbrail, de la bonita serpiente gris que se retuerce por Eira y Foscagno. ¿Hace frío? Sí, sin duda. ¿Nieva? Sí, sin duda, aunque es más aguanieve, ojo. ¿Hay hielo? Pues, oigan, no. ¿Hay peligro? No más que cualquier otro día. ¿Podemos tener hipotermias? Como toda la vida hubo en este deporte, y tampoco estamos ante condiciones dantescas. Pero las vedettes... se plantan, como Norma Duval si no era cabeza de cartel.

Relean... fueron los ciclistas, los competidores, quienes cambiaron esta etapa. Decisión última ("última") del organizador, pero... ellos. Vale, pongamos símiles... tercera ronda de Roland Garros y los dos tenistas dicen que nanai lo de cinco sets, que juegan menos. O minuto setenta de la Champions y ambos equipos comentan que se acabó, que hasta ahí. ¿Línea de 6,75? Vale cuatro puntos. ¿Carrera de 1500? No jodas, que sean 1350. ¿Ustedes verían lógico lo anterior? Pues es lo que ha sucedido hoy en el Giro. Justifiquen o no justifiquen, pero es lo que ha pasado hoy... Que unos deportistas deciden la característica de una competición a la que previamente (y de forma soberana, oigan, que nadie puso pistola en la sien a nadie) se inscribieron.

"Es que Pereda quiere más Gavias", bramarán aquellos que se piensan "amigos de pros” y deben defender a los que consideran "suyos". Y no, no quiero más Gavias... a mí me gusta hablar del Gavia, y ver imágenes del Gavia, y fantasear con aquel Gavia, pero no quiero más Gavias, entre otras cosas porque ese día acabaron la etapa quince tíos, aproximadamente, y el resto hicieron mutis por el coche. Y eso no me gusta. Así que no, no quiero Gavias, y tampoco el Bondone de Gaul, y menos un Stelvio a lo 1965 (busquen fotos). Yo no quiero eso, pero supongo que hay términos medios. No sé dónde, pero supongo que hay términos medios.

(Qué coño... Flecha Valona, hace un mesuco. Ahí está el dónde. Reflexionemos).

placeholder Parte del recorrido suspendido. (EFE/EPA/Luca Zennaro)
Parte del recorrido suspendido. (EFE/EPA/Luca Zennaro)

¿Problemas? Que la organización del Giro se la toman a pitorreo, que son irrespetuosos con ellos, que plantaron precedentes hace lustro, o más, y ahora a ver quién detiene deriva. Todos los años trae el Giro estas mierdas (provocadas, insisto, por los mismos que aceptaron a priori el recorrido... que no les obligaron a ir, que es como plantarte antes de Arenberg porque allí hay adoquines... plantarte sería aun más idiota que poner una chicane, por dar contexto), todos los años trinca la Vuelta alguna protesta. Con ASO no se atreven, no, porque la camarilla que controla el ciclismo (desde el cabeza de turco Hanseano hasta los aguadores de redes sociales, los periodistas tan pagados de sí mismos como pagados por escuadras o los falsos líderes de un deporte que en realidad detestan) viene caracterizada por esa frase tan linda de "fuerte con los débiles y sumiso con los fuertes". Si el Tour te dice "salta" tú preguntas cómo de alto... pero al Giro vienes a chulearte, porque eres así...

(Luego, fuera de temporada, metes fotos en el instagram del día que entrenas con nieve, bajo los hastags #elmejordeportedelmundo, #sinsudornohayparaiso o #jetainfinita).

Ayuda, dije, el Giro, porque Vegni ha perdido totalmente el control de la carrera, entre cheques a los ases (que siempre existieron, a ver si creen que Hinault venía por amor a la pizza), un recorrido errático y más cesiones a presión que ayuntamiento en zona costera. Antes, cuando había mil equipos italianos y dos o tres capos transalpinos, se ponían en serio y tiraba la cosa... Hoy ni eso hay. Son ciclos, pero el ciclo es trágico, y la Corsa Rosa sufre mucho. Merece reflexión, merece un análisis fuera del cortoplacismo. Merece respeto, sí, esta carrera que era siempre la más bonita (lo sigue siendo, a ratos) y hoy sabes (sabes) tendrá recortes, plantón y añagaza...

"Si el Tour te dice 'salta' tú preguntas cómo de alto... pero al Giro..."

Un último apunte... lo de Adam Hansen. Por casualidad o no, pero desde que este ínclito sujeto está al frente de los ciclistas... pues no veo más que chorradas, suspensiones y, en general, escupitajos hacia el deporte que tanto amamos nosotros y que tan bien permite vivir a Adam Hansen, un tío que bebía cerveza subiendo Alpe d´Huez. Y, ojo, que Gianni Bugno, su antecesor en el cargo (y el cargo es importante, Adam, aférrate al cargo, no vayas a tener que currar en otra cosa), también hacía cagadillas de estas, pero es que eran menos, y Bugno es Bugno, y Hansen tiene mogollón de méritos, como acabar setecientas catorce Grandes Vueltas con idéntico protagonismo al de Andrés Pajares en Melrose Place. Hansen es síntoma y consecuencia de una evolución peligrosísima en el ciclismo... la misma que nos lleva hacia el abandono absoluto de todo lo que hacía grande a este deporte. Porque para dar pedales con tiempo controlao y sin lluvia ya hay otra disciplina... sobre velódromo, espectacular, no se la pierdan. Pero es que a esto le llamábamos "ciclismo de fondo en carretera", y nos hemos cepillao el fondo, nos cepillamos las condiciones jodidas, nos cepillamos el mito. El que permite a los Adam Hansen de turno vivir cojonudamente. El que ellos quieren cambiar, porque su ego no permite admitir que es más grande, más antiguo, más trascedente... que ellos.

El ciclismo, colega, es más grande que Adam Hansen, más grande que Tadej, más grande que el mismo Merckx. No pretendan mejorar aquello cuyas virtudes ni siquiera entienden.

Hasta aquí los bochornos, ahora la etapa.

Que se disputa en condiciones durísimas, ojo, nadie ha de negarlo... que se disputa en condiciones durísimas (sobre todo por la lluvia, de temperatura tampoco nos rayemos) y con un perfil que te concluye el menda, por contextualizarles. Tampoco era maravillosa a priori, pero sí mejor que esto. Pero en fin, que condiciones durísimas (eso sí, todos llevan prendas de abrigo que valen cientos de euros, y los coches están cerquita, y te dan poncheras calientes), que escapada de cuatro, que aguanta delante Alaphilippe al pie del último puerto (al pie del único puerto), que se llama Pinei o Panider Sattel, aquí las cosas tienen dos nombres, y te hablan en ladino, y te hacen un strudel delicioso. Detrás tira Movistar (Movistar quiere pagarse unas fantas, llevan mucho tiempo sin pagarse unas fantas). Ah, la mayoría van sin guantes (porque el frío es imposible de aguantar), y muchos sin perneras (porque el frío es imposible de aguantar) y Tadej Pogačar incluso gasta manga corta (porque el frío es imposible de aguantar). En fin. Y eso, suben Pinei, que es largo y duro, pero duro en dos ratos y otro por medio que llanea, y después tienes bajadita, y luego tiras para Ortisei, como en la etapa de Iván Ramiro Parra, y después dirección a Monte Pana, que es corto pero con rampones. Ciclismo moderno, corto y rampones, todos felices. Entiéndanme, da para ver cosucas, porque hay, pero no es Les Orres 73...

Y las cosucas son como siempre. Pillan a Julian, se quedan cuatro delante, con el francés, Scaroni, Pellizzari (¿recuerdan lo de la crisis transalpina?) y Costiou. Pierde comba Alaphilippe, treinta segundos al pie del muro final. Espera a ver qué ocurre, porque tira Majka, y los relevos de Majka son como las reglas de tres cuando llevan firma de Robert Oppenheimer... preceden a cosas tochísimas. Y ya... kilómetro y medio, arranca Pogačar. Va sin manguitos, Pogačar, ojo que puede estar sufriendo una hipotermia absolutamente demoledora, ojo que Pogačar posiblemente pierda los dos brazos. Pobre Pogačar, sacrificando su físico en pos de otro parcial, pobre Pogačar, manco, vendiendo cupones, Pogačar. Infierno.

Y eso, Pogačar mete una hostia criminal, pero es que tampoco nadie hace por seguirle, porque esto es un descojono: aquí no se corre una carrera, se corre una carrera-menos-Pogačar. Tadej sube ciento veinte pulsaciones, el Escuadrón Regulero pasa frío y nos deja fríos. Arensman, por cierto, más fuerte que Lli Thomas, ese extraño elemento de Lli Thomas. Deseando saber la opinión de Lli Thomas sobre la masacre (Borodinó, Stalingrado y lo de hoy), me interesa cantidad.

Quinta victoria para Pogačar (manita), diez cajas de fanta limón para Movistar, Daniel Felipe mordisqueando bastante a Thomas, Tiberi postulando, diferencias pequeñas-grandes-para-lo-que-fue. Sensación de que si aprietan explosiona todo el asunto a niveles "minutescos". Quedan Brocon y Grappa, pero vaya usted a saber. Quedan Brocon y Grappa, y vaya usted a Tadej...

Un aplauso a todos los que pudieron concluir esta épica inenarrable. Un aplauso para todos y un abrazo fuerte para Adam Hansen, infatigable luchador para que no nos transformemos en bárbaros. Sin él pediríamos gladiadores y muerte.

Sin ellos, sin todos ellos, el ciclismo sería lo que siempre fue.

Primero los bochornos, después las bicicletas. Las bicicletas, porque ciclismo... Ciclismo no hubo hoy, el ciclismo es otra cosa. El ciclismo fue ciclismo cuando era ciclismo Adam Hansen free.

El Confidencial
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