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Pogacar sentencia el Tour en la etapa reina con otra exhibición y dos minutos extra sobre Vingegaard
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CUARTA VICTORIA DE ETAPA

Pogacar sentencia el Tour en la etapa reina con otra exhibición y dos minutos extra sobre Vingegaard

El esloveno Tadej Pogacar acabó con todo el suspense posible en el Tour de Francia, al lograr en solitario vestido de amarillo su cuarta victoria, en la cima alpina de Isola 2.000

Foto: Pogacar celebra su victoria en Isola 2000. (Reuters/Manon Cruz)
Pogacar celebra su victoria en Isola 2000. (Reuters/Manon Cruz)

La historia es importante. Las historias son importantes.

Miren hoy, en la etapa de hoy, qué de historias, qué de cosas para contar incluso antes de que comience a contar. Por Bonette, sobre todo, qué voy a contarles de Bonette.

Vale, tres apuntes. Cuenta que hoy los ciclistas subieron el puerto más alto de Europa, y a lo mejor subieron la carretera de “dos vertientes” más alta de Europa, que no el puerto, porque el puerto sigue siendo Iseran. Y aun lo de las dos vertientes tiene truco, porque ese kilómetro definitivo, esa lágrima gris que oscurece el monte de Luna, es gotita de sudor chauvinista (el sudor chauvinista, como el de todos los nacionalismos, supura gotas muy grandes). Lo de La Bonette se adecenta durante el Segundo Imperio, que andaba Napoleón III (también conocido como Napoleón de marca blanca) lóquer con todo eso fortificarse contra los Soboya, no vayan a querernos hacer gracieta (sin rima). Y eso, que Bonette queda como Ruta Imperio 205, y levanta allí el Camp des Fourches, que son veintiséis almacenes donde meter provisiones, munición y, suponemos, pellizas grandes para soldados chicos. Ah, coronaba, entonces, a 2715 metros. Pero hete aquí que en 1961 las autoridades locales se ponen campanudas, y prolongan el paso natural con una carretera que supera el kilómetro y, literalmente, no lleva a ningún sitio. Nace y muere en la misma Bonette, y sirve solamente para rodear una montaña próxima y alcanzar la cota de 2802 metros. Se llamará Ruta de la Bonette-Restefond, cuesta doscientos millones de francos (está to pagao), se inaugura el 2 de octubre de 1961 y pronto ejerce de imán para el ciclismo.

Porque si has invertido los cuartos en hacer eso pues... para allá los ciclistas del Tour. Dos primeras veces en 1962 y 1964, con Bahamontes siempre en cabeza, y tipos tan anónimos como Emile Daems o tan poco haut grimpeurs como Jacques Anquetil triunfando en Brainçon y Mónaco, respectivamente. Vamos, que impacto regu, aunque grandeza considerable, porque dijo Fede que aquello era lo más duro que subió jamás, y Fede no regalaba piropos ni a Franco (ni siquiera a Carmencita le dijo lo guapa y lo maja que era, imaginen). Vamos, que algo debe tener el asunto. Números hay, oigan. Veintitrés kilómetros a casi el siete, once por encima de dos mil metros. Esto no es lo de antes con la altitud, eh, porque ahora los ciclistas son amigos y residentes en el Teide, pero algo siempre notas...

placeholder Pogacar celebra la victoria. (EFE/Christopher Petit)
Pogacar celebra la victoria. (EFE/Christopher Petit)

Este puerto barbechó durante tres décadas, hasta el año atómico de Rominger e Indurain. Allí coronó primero Robert Millar, que era ciclista con mucho más tronío del que normalmente recordamos. Esa tarde hicieron él y Perico una fiesta de antiguos alumnos, y recordaron viejos tiempos, y chistes, y contaron historias, y "¿recuerdas la que te hizo Peio en Cotos?", y cosas así. Vamos, que se lo tomó Delgado de asuntos propios, porque no andaba a generales Millar, pero él sí que debía ir guardando espaldas a Miguelón. Tampoco fue necesario, porque todo el trabajo lo hizo, gustosamente, Clas...

Y, por último, lo de 2008, con Andy Schleck, pastoreando chulescamente (y sin resultado alguno), con los favoritos contándose chistes de Eugenio, con Menchov cagado en la bajada. Entonces quien coronó antes que nadie fue John Lee Augustyn, uno de los residente en el 1407 Graymalkin Lane de Salem Center, que tuvo aquel experimentó llamado Barlorworld...

Repasando los nombres tenemos al mejor escalador que jamás viera nadie, a un muy competente grimpeur ochentero en sus últimos estertores, y a un paisano que... en fin, que casi se pierde por las camberas camino Jausiers. Te pilla el historial Pérez-Reverte y saca todo un paper sobre la degeneración del espécimen...

(En el supuesto de que Pérez-Reverte escribiera papers, claro).

Foto: Pogacar vence en la eaapa 15 del tour de francia

Segundo apunte... esta etapa es la misma que hubo en 1993... sólo que sin Izoard. Vamos, que se follan un cuarto de etapa. Aquella tuvo Izoard, Vars, Bonette, Isola 2000 (que es Lombarda hasta cinco de cima), esta sube "solo" tres. Ello reduce el kilometraje, que queda en pírricos ciento cuarenta. Entiéndanme... seguramente sea suficiente a estas alturas de carrera (lo de combinar con otra etapa “mini” mañana ya me jode más), y seguramente tres cols desgasten para ver cositas, pero... En fin, uno añora, también, que haya fondo, fondo de verdad.

Con todo, etapón.

Con todo... expectativas.

En parte por los protas. Mostró cierta debilidad Vingegaard en Noyer (sitio legendario, Orcieres-Merlette mediante), y mostró buenas patas Evenepoel (aunque en un terreno que le favorecía). Tadej a lo suyo, pero es que lo suyo es freírte a ataques y no contemporizar demasiado (con esas fuerzas yo tampoco contemporizaría, oigan), así que hay incógnitas. Si buscará un "camina o revienta" Jonas, si terminará petando miserablemente, si Remco da el paso definitivo en alta-altísima montaña, si Tadej quiere seguir sometiendo récords de ascensión como si fuera el Strava de tu tío Jesús José.

Todo.

Y parece que se ha levantado Vingegaard rumboso. Flamenco. Que son las fiestas patronales, que mañana nos vamos al Cristo. A ver, que mejor irnos para Dinamarca habiendo probao todo, para no arrepentirnos, para que no nos huela a podrido en Dinamarca. Así que mete gente en la escapada, pontarrones de cara al futuro. A priori, modélico. Solo hacen falta piernas...

Con los “gregarios” (Kelderman y Jorgenson, ojo, hay vatios ahí) marchan... en fin, los de siempre. Está Carapaz, y Simon Yates, y también Hindley... ya saben. Detrás tira Politt, que menudo Tour está marcándose Politt, macho, menudo Tour. Lo deja en veinte, el asunto, y bajando.

Pasa que... pasa que hay miedo. O prevenciones. O fatiga... la fatiga, Pedro, la fatiga. Vamos, que se fuman Restefonds, que es la Bonette, que es todo eso de lo que venimos hablándoles. Eso que llevan ustedes aprendido, ojo, pero no vengo a vender motucas... Algo decepcionante. Salvo los paisajes, eso no, eso jamás. Llévenme allí, a la Bonette, señor alcaldes de la Bonette.

Y eso, que solo sufre Felix Gall, pero a quién le importa ahora Felix Gall, colega, quién es Felix Gall, un fulano que tuvo su momento de gloria en Loze, que cuenta entre poco y nada. Así que sufre Felix Gall, bajada inmensa hasta Saint-Étienne-de-Tinée (qué bajada más linda), las distancias y las jerarquías que se mantienen.

Así que empiezan Isola 2000. Empiezan Isola 2000 y yo quiero un recuerdo (un aplauso, un fervor) a ese Bjarne Riis que apareció por estas rampas subiendo como si no pesases 714 kilos y tuviera 714 años. Polvos y lodos, en Isola 2000.

Foto: La felicidad de Pogacar tras conseguir el maillot de oro. (Europa Press/Garnier Etienne)

Empiezan Isola 2000, digo, y hay tres minutos entre los primeros y los líderes, y Carlos Rodríguez sufre (va con el gancho desde hace un ratuco, hay covid en su escuadra, no sé si tendrá algo que ver), y Mateo Jorgenson ataca, y le sigue Caraopaz, y a Carapaz le sigue Simon Yates, y esto es como una canción de Fito y Fitipaldis... te queda sensación de haberla oído más veces. Ah, Tadej ha puesto a currar al equipo, así que no sé si querrá zumbarse otro parcial. Queda lejos, iría justo, pero apuesta tú contra el esloveno...

Yo no aposté contra él, oigan, así que no me dejó en ridículo. Porque nueve kilómetros y... ataca Pogačar. Ataca Pogačar y Vingegaard que ni prueba, Vingegaard que abdica como si fuera un rey corrupto, Vingegaard que encuentra en Evenepoel a su único rival, a su máximo rival. Pogačar está fuera de concurso. Al menos este julio.

Porque, joder, yo ya estoy deseando que llegue el siguiente julio, amigos.

De ahí hasta meta... cronoescalada de Tadej contra la fuga. Dos minutos pierde a ocho kilómetros, lo tiene en la mano. Transmite, Tadej, una facilidad enorme, transmite ir soltando piernas, cadencia alta, desarrollo grueso, tiene pedalada dulce, tiene ese aire de no me esfuerzo, de nací para hacer lo que hice hoy. Transmite, Tadej, correr para la historia. Y lo hace.

Pinta a palo de los que duelen, oigan.

placeholder Vingegaard persiguió sin éxito a Pogacar. (EFE/Christopher Petit)
Vingegaard persiguió sin éxito a Pogacar. (EFE/Christopher Petit)

Detrás Evenepoel y Vingegaard (blanco y puntos rojos) se vigilan... hasta que reaparece en escena... redoble de tambor... joder, es que me emociona, es que se me ha metido una cosuca en el ojo... Mikel Landa. Don Mikel Landa Meana Parera, pero quiten el Parera. Mikel Landa que trabaja para Evenepoel, que va quinto en la clasificación, que está en el parcial más duro destacando, que parece duro como un roble, que trae más años que un roble, que es confiable como... en fin, como un roble.

Seguro que me entienden. A mí es que me gusta mucho Landa. Y Remco aprovecha ese respiro para lanzar su ataque. Muy bien Remco, muy valiente, muy superior en sus prestaciones a los que muchos pesaban. A su rueda sale Vingegaard, claro, porque es la lucha que aun permanece en este Tour.

Pero el protagonista es Pogačar. Pogačar que bate récords de subida que estaban ahí desde los noventa. Pogačar que tritura velocidades, ascensiones. Pogačar que dibuja números a lo Hinault, que se asoma a cotitas que, jo, da incluso miedo citar. Ese Pogačar. El tipo que está firmando la mejor temporada ciclista desde Eddy Merckx...

Dos kilómetros a meta y caza a Jorgenson. Un kilómetro y 900 metros a metaUn kilómetro y 900 metros a meta y deja a Jorgenson. Metrucos a meta, sonrisa, alza los brazos. Cuarta etapa para Tadej, decimoquinta en todas sus participaciones. Está a una de Jacques Anquetil, tiene veinticinco años. Lleva las mismas que Maertens, tiene 25 años. Nadie ganó tres Tours con 25 años. Lleva seis Monumentos, y nadie, salvo Eddy, ganó seis Monumentos con 25 años. Dos Monumentos, Giro y Tour la misma temporada... Nadie, salvo Eddy, ganó dos Monumentos, Giro y Tour la misma temporada. Merckx, coqueto, incluso sumo tres Monumentos en una ocasión, por quedar encima.

Es un auténtico prodigio.

Disfruten con él.

Detrás llegan Vingegaard y Evenepoel, que parecen igualados a patas. Detrás llegan Vingegaard y Evenepoel, a minuto y cuarenta segundos. Es otra, su pelea. Es otro, su Tour. Detrás, también juntos, Almeida (que no ha ayudado nada, otro día tirando de jeta) y Landa (que hoy sí ayudó algo). Se lo resumo... primero Tadej, que es líder; segundo y tercero hacen Evenepoel y Vingegaard, igualaditos entre ellos; cuarto y quinto son Almeida y Landa, también igualaditos entre ellos. Los cinco de la general llegando bien ordenaos, guardando a la perfección lo que vio en toda la Grande Boucle. No hay máscaras, no hay milagros.

Hay un campeón, un campeón enorme, un campeón histórico.

Y hay unas ganas locas de que pasen 12 meses...

La historia es importante. Las historias son importantes.

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