Es noticia
Craig Pollock, el profesor de gimnasia que incomoda a Ecclestone con su nuevo negocio
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
DEL PATIO DE UN COLEGIO A LOS CIRCUITOS DE FÓRMULA 1

Craig Pollock, el profesor de gimnasia que incomoda a Ecclestone con su nuevo negocio

Nació en los suburbios de Glasgow y en cuanto pudo huyó de su portal de barrio para rodearse de gente influyente en uno de los colegios

Foto: Craig Pollock, el profesor de gimnasia que incomoda a Ecclestone con su nuevo negocio
Craig Pollock, el profesor de gimnasia que incomoda a Ecclestone con su nuevo negocio

Nació en los suburbios de Glasgow y en cuanto pudo huyó de su portal de barrio para rodearse de gente influyente en uno de los colegios más prestigiosos del mundo, el Beausoleil en Villars, Suiza, donde se encargaba de la educación física de los alumnos. Su ambición es sólo comparable a la verborrea que posee para haber embaucado al campeón del mundo Jacques Villeneuve, British American Tobacco, Honda y ahora a la FIA. Craig Pollock busca un hueco permanente en la Fórmula 1 haciendo la competencia a marcas tradicionales como Cosworth, Renault, Ferrari y Mercedes. Su empresa PURE se ha propuesto revolucionar el gran circo con la fabricación de un potente motor a partir de 2014, gracias a la nueva normativa que obliga a correr con propulsores V6 1.6 Turbo. Sus métodos no han gustado en el paddock y hasta el mismísimo Bernie Ecclestone ha alzado la voz.

Ha hecho ruido su reentrada en la F1 fichando a Gilles Simon. Un ex jefe de motores de Ferrari que actualmente trabajaba como jefe de sistemas de propulsión para la FIA manejando datos confidenciales de los motores de las escuderías. Pollock vive el presente, por y para su negocio. No atiende las críticas que le han llovido desde el paddock, incluyendo la de Ecclestone. “No está muy bien que deje la FIA para volver a trabajar como ingeniero cuando ha tenido en sus manos toda la información de los equipos. No es muy correcto”.

Correcto o no, Pollock ya tiene el cerebro de su particular Frankenstein. Anteriormente ya embaucó a Mecachrome, quien actualmente monta los motores de Renault (con el que Red Bull se proclamó el año pasado campeón del mundo). Nada le importó este vínculo a Pollock para convencer a la empresa francesa. El director técnico del proveedor de motores Renault, Rob White, ya ha advertido el peligro que entraña la aparición de Pollock con su estrategia de contratar a Simon, “su fichaje es una preocupación para los suministradores ya que le dimos un acceso sin precedentes (por su trabajo en la FIA)". Desde PURE aseguran que ningún dato secreto será utilizado en su beneficio… Ecclestone y los suministradores de motores (Renault, Ferrari, Mercedes y Cosworth) no opinan lo mismo.

En busca de un nuevo mundial de F1

El escocés de 55 años espera aterrizar con un impulsor muy bueno. Pollock no se conforma con llegar y anclarse para ser uno más. Espera volver a ser campeón del mundo, como ya lo fue en 1997 siendo el agente de Jacques Villeneuve.

En 2011, poco queda de aquel maestro de 1977 que abandonó el colegio Jordanhill para ser profesor de gimnasia y monitor de esquí en la escuela secundaria de Keith, al norte de Escocia. Poco salvo su labia. Tras unos años en su país natal convenció a la junta directiva del exclusivo colegio suizo Beausoleil para ser su director de deportes. Allí, y gracias al esquí, conoció y conquistó a un joven Jacques, hijo del fallecido piloto canadiense Gilles Villeneuve.

Estando en el centro de Europa, Pollock quería crecer y cambió el chándal por la corbata, aunque aquella prenda la siguió teniendo muy presente ya que su primer negocio se basó en la importación de artículos deportivos en el mercado alemán y suizo. Este trabajo le dio la oportunidad de coincidir con el grupo japonés Interhoba, propiedad de un empresario amigo de Soichiro Honda. Pollock vio el filón, sacó su lengua y atacó para ver hasta dónde podía llegar. Finalmente acabó siendo una especie de director general en Europa de Interhoba Management SA, la cual era el representante de Honda en el Viejo Continente y poseedor de los derechos de la Fórmula 1 en varios países asiáticos.

Villeneuve cayó en la labia de Pollock

Por aquel entonces, Villeneuve ya había decidido seguir la carrera de su padre e iniciar su incursión en el automovilismo. Sus primeros pasos los dio por Japón y fue allí donde volvió a ver a Pollock, a quien echó el guante viendo cómo había ascendido profesionalmente. Villeneuve le propuso ser su manager y Pollock aceptó. Vio la oportunidad en Jacques de continuar subiendo escalones en el mundo del deporte. En sólo tres años, de 1993 a 1996, Pollock metió la cabeza en el mundo de la Fórmula 1 y colocó a su representado en el mejor equipo de la época, Williams.

En su debut, Villeneuve logró el subcampeonato y el mundial de constructores. Este último trofeo un suculento premio económico para su equipo. Las alegrías del año de su estreno se quedarían cortas cuando doce meses después se proclamase campeón del mundo. Villeneuve tocó el cielo con una mano, con la otra agarraba a su profesor de gimnasia en Suiza.

En 1998 Pollock entró en contacto directo con Mecachrome, quienes suministrarían motores a Williams. Con los nuevos propulsores y Adrian Newey fuera del equipo, Villeneuve no ganó ninguna carrera.

Cuando las altas expectativas se convirtieron en mentiras

Pollock se anticipó a ese declive y durante ese año ya había negociado y convencido a British American Tobacco para comprar Tyrrell (Pollock, además de ser director general, entró en el accionariado). Villeneuve y Ricardo Zonta serían sus pilotos. BAR (British American Racing) no alcanzó las enormes expectativas que Craig había vendido a sus socios. Fue una desilusión enorme por cómo había vendido el proyecto el profesor de gimnasia a los que tenía a su alrededor. Sin embargo, el primer año resultó ser un fiasco con cero puntos en el casillero y más de una decena de abandonos. Al año siguiente, Pollock recurrió a sus ‘amigos’ en Honda para que potenciaran la escudería y finalizaron cuartos en el campeonato de constructores.

En 2001 lo máximo fueron dos podios de Villeneuve. Para la temporada siguiente los socios de Pollock, British American Tobacco, ya habían hecho migas con Honda y no querían más falsas esperanzas de Craig. Pollock, por las presiones recibidas, dimitió en 2002, un día antes de la presentación del monoplaza para esa temporada. David Richards sería su sustituto.

Precisamente su sustituto le volvería a ganar la partida años más tarde, en 2008. Cuando la FIA abrió su mano para que tres nuevos equipos entraran en la Fórmula 1 y Prodrive fue uno de los seleccionados. No obstante, el proyecto de David Richards finalmente no correría al no cumplir los requisitos a poco más de un mes de que arrancase la pretemporada.

Después de la intentona de 2008, Pollock vuelve al ataque, con más fuerza y sin oponentes. Su obsesión es triunfar en un deporte elitista. Quién sabe si, como ya hizo con el colegio suizo, Pollock sólo quiera utilizar la Fórmula 1 para engrosar su agenda de contactos y aspirar a cotas mayores, como la de lanzar su propia marca deportiva y regresar a Glasgow, al colegio Jordanhill, con un chándal de la marca Craig Pollock.

Nació en los suburbios de Glasgow y en cuanto pudo huyó de su portal de barrio para rodearse de gente influyente en uno de los colegios más prestigiosos del mundo, el Beausoleil en Villars, Suiza, donde se encargaba de la educación física de los alumnos. Su ambición es sólo comparable a la verborrea que posee para haber embaucado al campeón del mundo Jacques Villeneuve, British American Tobacco, Honda y ahora a la FIA. Craig Pollock busca un hueco permanente en la Fórmula 1 haciendo la competencia a marcas tradicionales como Cosworth, Renault, Ferrari y Mercedes. Su empresa PURE se ha propuesto revolucionar el gran circo con la fabricación de un potente motor a partir de 2014, gracias a la nueva normativa que obliga a correr con propulsores V6 1.6 Turbo. Sus métodos no han gustado en el paddock y hasta el mismísimo Bernie Ecclestone ha alzado la voz.

Bernie Ecclestone