Alonso, cuando la puerta del título se cierra, otra se abre en McLaren

“Ferrari, a un segundo de Fernando Alonso”. No podía expresarse mejor. En Twitter, Francisco, un popular sacerdote distinguido por su admiración hacia el piloto español, expresaba con divina inspiración (dicho con el mayor de los respetos) la sensación que dejaba la ‘última bala’ de Ferrari para el final de temporada tras los entrenamientos libres. En realidad, ni la había, ni la habrá ya para este final de campeonato.

“Cada semana antes del gran premio pensamos que de una carrera a otra vamos a mejorar un segundo, o lo piensa la gente que está en casa, pero en el equipo somos bastante realistas”, nos contaba Alonso tras los entrenamientos del sábado. Aunque el título sigua matemáticamente abierto, puede afirmarse con idéntico realismo que la temporada 2013 se ha terminado ante el inmisericorde y aplastante dominio de Sebastian Vettel y Red Bull en Singapur. Pero al menos, Alonso debe estar viviendo estos días una particular satisfacción, quizás de las más singulares de su carrera.

Superioridad técnica de otra dimensión

Una vez más, las expectativas de la emoción colectiva chocaron con la realidad tecnológica de Ferrari en el presente campeonato. El resto de la temporada parece ya deslizarse para Vettel por una dulce pendiente a la espera de sentenciar matemáticamente el título. "Sabíamos que podíamos acercarnos un poco o no, porque ellos también traerían alguna pieza, y estábamos entre seis y ocho décimas por vuelta en Hungría”, repetía Alonso el sábado, en una canción tantas veces tatareada, añadiendo que “aquí no sé dónde estamos, seguramente es el punto débil que hemos tenido estos años, y el punto fuerte es que con esas carencias hemos luchado hasta la última carrera, así que hay que seguir en la misma línea". ¿Dónde estaba en Singapur el F138? A un segundo ¿Alguien cree que con “dichas carencias”, sobre todo el sábado, se podrá luchar hasta el última carrera?

Ayer, cualquiera con mínima perspectiva histórica de este deporte vería en el RB9 resonancias del Lotus 79 (1978), del FW14B (1992) de Williams (también de Newey) del MP4/4 (1988) de McLaren, o del Ferrari 2002, es decir, de monoplazas con una superioridad técnica de otra dimensión. Quienes legítimamente pensaran que Vettel ocultó el verdadero potencial del RB9 en Spa confirmarían ayer sus temores en una pista de mayor carga aerodinámica. Fue brutal. Diez segundos de ventaja en las cinco primeras vueltas, margen de casi medio minuto recuperado a placer tras la salida del coche de seguridad para la última parada en boxes del alemán... Apaga las luces de Marina Bay y vámonos para 2014, dirán ya con seguridad en Ferrari.

Nada de "bombillas intercambiables"

En este contexto, puede que la tensión matrimonial alcanzara su punto más alto estos últimos meses, que Alonso se planteara un año sabático, o Ferrari la salida del español... Rumores de todo tipo que han acompañado a Alonso y la Scuderia y que, independientemente de su veracidad, delatan la tensión de estos últimos meses. Pero algo parece estar pasando en torno al piloto asturiano. Y en este contexto, el español vió en Singapur cómo se confirmaba su condición de “poder fáctico” en la Fórmula 1.

Porque en un mundo donde los pilotos son “bombillas intercambiables”, como diría el propio Enzo Ferrari en iluminadora expresión, donde los ingenieros son los nuevos 'magos de oz', Alonso entra en ese selecto grupo histórico de pilotos capaces de revolver el “statu quo” con el factor diferenciador de su aportación. Como en su día lo fueron Lauda, Senna, Prost, o Schumacher. ¿Y quién le ha puesto simbólicamente a Fernando Alonso semejante sello en la frente? Oh, quién lo iba a decir... Nada menos que McLaren.

Ferrari logró su último título con Kimi Raikkonen gracias al enfrentamiento entre el español y el equipo británico, saldado con la pérdida de ambos títulos y cien millones de dólares de multa. La historia es bien conocida. “En este equipo nadie mueve una tuerca por Alonso”, se podía oir de primera mano aquel año en el seno de McLaren. El sueño de la infancia del español se convirtió en una pesadilla para ambas partes.

Honda, el "game changer"

El jueves sin embargo, escuchamos palabras que pocos hubieran imaginado entonces. “Se me preguntó y contesté”, declaraba Martin Whitmarsh antes de la carrera, “¿Le gustaría tener a Fernando en el equipo?” “Si”. ¿Lo consideraría en el equipo?” “Sí, pero no es mi elección…”, contestaba el británico. “No en mi nombre”, contestaba Whitmarsh para negar un imposible retorno por las malas relaciones de entonces, “aquello fue en 2007 y yo estaba allí, fue todo bastante áspero para ser sincero, ahora estamos en diferentes circunstancias”. Ron Dennis debió removerse en su despacho del McLaren Group, ahora sin intervención ya en la Fórmula 1. Vivir para ver.

Con un McLaren afrontando su mayor batacazo en décadas, con Honda en el horizonte ("game changer", calificaba Whitmarsh al fabricante japonés), que el equipo británico quiera a Alonso como su gran caballero blanco dice mucho de la naturaleza de la Formula 1, y también del peso específico del 'Samurai'. Y Honda quiere -y exige- también un "game changer" al volante de McLaren. Una condición que en el caso de Alonso, paradójicamente, se ha reforzado al no ganar ningún título con Ferrari.

En puntos, el 90 por ciento de las carreras

“Cinco puestos en el podio de Alonso en seis ediciones del Gran Premio de Singapur", recapitaluba ayer Ferrari tras la carrera, "los tres puestos en el podio de la Scuderia Ferrari en esta carrera han llegado gracias al piloto español”. ¿Algo más? “41 veces en el podio de Fernando Alonso en 71 Grandes Premios disputados con un Ferrari, esta carrera es el octavo podio en esta temporada, con dos victorias, cinco segundos y un tercer puesto. En total, Fernando se ha colocado en zona de puntos el 90% de las veces en las que ha corrido con la ‘Rossa’ (64 veces de 71). La propia Ferrari reconocía para el equipo esa condición de "game changer" de Alonso, y que está haciendo a McLaren tragarse todos sus sapos del pasado.

Pero, a día de hoy, esta es la cruda realidad de la presente temporada: “Ferrari, un segundo más con Fernando Alonso” podríamos decir reinterpretando a Francisco, nuestro sacerdote alonsista. Ahora, señor Montezemolo, es el turno la Scuderia para 2014. Otro año más como este, y nunca se sabe,…Alonso volvió a reafirmar en Singapur su intención de agotar su carrera en Ferrari. Pero quién se lo hubiera dicho a Kimi Raikkonen en 2010, ¿verdad?