Lotus, desde el tiro por la culata de Raikkonen hasta el 'gordo' de Grosjean

“Una y otra vez leo estos comentarios negativos, mientras nadie parece preocuparse que decidimos salvar una compañía de casi quinientos empleados”, comentaba un dolido Gerard López ante la ‘espantada’ de Kimi Raikkonen en las dos últimas carreras de la temporada, “pero la operación llega en un momento desafortunado e inoportuno para Lotus. Y también sé el deporte en el que estamos…”. La Fórmula 1 es un paisaje duro y 'darwinista', como el finlandés le ha vuelto a recordara López.

A pesar de forma parte del 'Club de la Piraña', Lotusse ha revelado como especie singular en semejante entorno de depredadores. Lo ha demostrado en diferentes áreas, pero quizás ninguna como la gestión de sus pilotos, que le han convertido en una ‘rara avis’ en la Fórmula 1. Puede que con el finlandés le haya salido el tiro por la culata. Pero quizás les suceda lo contrario con un cada vez más impresionante Romain Grosjean.

“Si puede hacer realidad su potencial,nos tocará “'el gordo'deportivo”, explicaba Eric Bouiller en verano, antes de la explosión del piloto francés, “tendremos entonces alguien extraordinario que puede ganar carreras y títulos para nosotros, si no puede, pues no puede, pero tenemos que intentarlo”. Cuando todo el mundo tronabacontra ese “loco de la primera vuelta”, de Japón 2012, en Lotus apostaron por Grosjean.De manera incomprensible para muchos. Porque se derrochó una insólita paciencia con un piloto que, ahora,se está convirtiendo en el premio de la lotería.

Con Raikkonen, como en el aikido

“Tras las frustraciones y la pérdida del modelo que construimos en torno a Robert (Kubica), la llegada de Kimi ha sido el secreto de la galvanización del equipo”, explicaba Bouiller al llegar el piloto finlandés el 2012, “todo piloto tiene su propio carácter, y Kimi trae un diferente tipo de liderazgo”. Peroflotaban en el aire dudas más que razonables sobre su potencial y actitud suficiente para afrontar el nivel competitivo de los Alonso, Hamilton y Vettel,al margen de su entusiasta disposición para atender esasáreas satélites-prensa yactos promocionales- que orbitan en torno al Gran Circo.

Pero Lotus se atrevió a apostar. Y con gran inteligencia, fue más allá. "No hay que cambiar a Raikkonen. Es una persona muy especial, el piloto más especial que ha habido y que hay,su regreso ha sido mucho mejor que el de Michael Schumacher”,decía Jackie Stewart al poco de debutar el pasado año.Lotus entonces desplegó con el finlandés una auténtica exhibición de aikido, ese arte marcial que aprovecha los movimientos y la energía de su oponente- o su ausencia en el caso de Kimi- en beneficio propio.Le dieron espacio y respetaron su singular personalidad.

Cierto es que los resultadosacompañaban,pero López y Bouiller renunciaron a forzar el estilo vital del finlandés, y con una brillante política de comunicación en la redes sociales convirtieron al “garbanzo negro”en el 'enfant' terribleque encendía la chispa del políticamente correcto mundo de la Fórmula 1. En ocasiones, Lotus parecía un adulto comprensivo ante los caprichos del niño. Y claro, al final, el neneleshizo 'pis' encima.

Con Grosjean, como unadolescente rebelde

La gestión con Grosjean ha sido muy diferente. Alonso, Webber, de la Rosa… Fueron sus incidentes más destacados en 2012, pero el piloto francés dejó un reguero de chapa –y quizás un título de otros- por el camino, magistralmente sintetizados por aquel “chalado de la primera vuelta”acuñadoporWebber, que terminó con la primera prohibición para correr una carrera (Monza 2012) en décadas. Pocos daban un duro por un piloto que, en lo personal, tampoco era un dechado de empatía y simpatía. Pero Eric Bouiller siempre vioun “diamante en bruto” en el francés, como le definió en el pasado. Y no paró hasta sacarle brillo.

Cierto es que forma parte de Gravity Sports Management, la 'cuadra'de jóvenes corcelesquedirige el propio Bouiller. Fue con la salida de Renault en 2009 de Grosjean cuando se conocieron y aquel le siguió la pista. Comprobó cómo rehacíasu carrera en categorías inferiores y las ganó todas (AutoGP y GP2). Hasta que ya en Gravity, y con su brillante resurrección, recibió la oportunidad de Lotus.

“He trabajado en las categorías inferiores más bajas hasta GP2, y raras veces he visto un piloto tan rápido”, reconocía el pasado año el propio Bouiller, hasta el punto de considerarle un “potencial campeón del mundo”. Escuchar algo así debía provocar la risa floja antelos ‘partidos de bolos’ que Grosjean jugaba con sus colegas en la pista. Pero Bouiller veía algo que nadie más podía creer, "a veces es más rápido que el propio coche".Conla progresión del francésen esta segunda parte de la temporadael tiempo le empieza a darla razón. Al final de temporada aquel "loco de la primera vuelta”estaba volviendo ahora loco al propio Raikkonen. Como con el finlandés en su día, Lòpez y Bouillerhan vuelto a acertar.

Una carrera de cien metros que se empieza desde doscientos

Discriminado por el reparto de la tarta económica de Ecclestone en relación a los cuatro grandes, Lotus compitecon una mano atada a la espalda, un tema este que condiciona su futuro y, por ende, también lospilotos a los que puede contratar. “Por supuesto que la Fórmula 1 no es una organización de caridad”, declaraba López tras la espantada de Raikkonen, "pero el gran asuntoes la enorme diferencia con la que los equipos(Ferrari, Lotus, McLaren y Mercedes)está financieramente apoyados por la Fórmula 1, no es que los otros tengan más dinero para invertir, sino que simplemente reciben más dinero, y no porque sean mejores, sino porque aparentemente son más importantes. Empezamos nuestra carrera de cien metros doscientosantes de la meta, y aún así llegamos al podio”.

El Gran Circo de Ecclestone necesita equipos como Lotus. Y en el caso de Raikkonen y Grosjean, ojalá la mano derecha de la Fórmula 1 les devuelva lo que les ha quitado su manoizquierda.