A ver cómo Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen salen de esta…

¿Qué es lo que hace que el mismo piloto sea imbatible con un monoplaza, y con otro sea superado hasta por su recién llegado compañero, en el mismo coche?

Tras el mayor cambio de la historia en el reglamento técnico, algunos pilotos están pasando auténticos calvarios para adaptarse a la conducción del coche. Entre ellos, dos campeones del mundo. Vettel y Raikkonen son grandísimos pilotos, de talento innato y campeones del mundo, pero este año se están viendo superados por sus compañeros de equipo ante sus dificultades en la adaptación a su monoplaza. Este domingo en Barcelona se verá si continúan igual.

Hace pocos días Vettel se quejaba en una entrevista de no poseer ‘feeling’ con el freno y de tener una falta de confianza increíble en las curvas. Entonces, muchos se preguntarán legítimamente: ¿cómo un cuatro veces seguidas campeón del mundo se encuentra en una situación así? ¿No es tan bueno como para ir rápido con cualquier monoplaza?

Cuando el coche te rompe los esquemas

El ser humano ha de ser capaz de adaptarse a todas las adversidades que le pone la vida. Ese instinto animal de supervivencia hace que seamos muy flexibles para reaccionar a las diferentes tesituras que se nos plantean. Un piloto tiene un estilo determinado adquirido en su formación con su paso por las diferentes categorías en las que ha corrido. Pero, a veces, se rompen los esquemas porque ese tipo de conducción no es efectiva con el coche que te toca y, de repente, se produce una bajada de tu rendimiento sin explicación.

Para que os hagáis una idea, un piloto que frena cinco metros mas tarde que el resto, que es agresivo con el giro inicial y que acelera con contundencia, es más propenso a sacar un buen rendimiento con neumático nuevo, ya que el agarre te permite esa conducción durante una vuelta, pero si no modificase su conducción para una carrera, con mayor carga de combustible, neumáticos usados y demás, es muy probable que se salga en la primera frenada.

Lo electrónico sustituye a lo mecánico

Los monoplazas actuales han cambiado en su estructura y filosofía. La electrónica juega un rol muy importante y prácticamente se ha perdido el tacto de lo mecánico. ¿Dónde está aquel cable del acelerador que iba directamente conectado a las 'mariposas' de la admisión? Ahora el sistema funciona vía fly by wire, un acelerador electrónico directamente conectado a la centralita.

Otro elemento clave en los nuevos monoplazas para la adaptación de pilotos, y que está sacando a algunos de su zona de confort, es el brake by wire. Ahora, que un sistema electrónico dosifique la presión de la frenada y reparta la ‘mordida’ para optimizarla en cada situación produce una sensación extraña para quien está acostumbrado a controlar la presión del freno a su gusto en cada curva.

Todos los sistemas introducidos en los últimos años hacen que el piloto de generaciones anteriores tenga que adaptarse. Por ejemplo, en el Mclaren MP4-C con el que compito este año en las Blancpain Endurance Series tenemos ABS y control de tracción y un gran número de mapas de motor y de acelerador. No os podéis imaginar la gran cantidad de cosas que he tenido que cambiar en mi conducción para optimizar estos recursos. Y aunque no estoy en mi zona natural de confort, no me queda otra…

Una batidora para el piloto

Los neumáticos también son otro factor de enorme influencia para un piloto. Cuando se introdujeron los neumáticos Bridgestone en la Fórmula 1, dos cracks como Kubica y Alonso evidenciaron sus problemas en los test de pretemporada -e incluso en las primeras carreras del año- y necesitaron un tiempo de adaptación. Ambos tienen como forma natural una conducción agresiva en el momento inicial del giro al entrar en curva y los neumáticos Michelin utilizados antes (con una gran rigidez en su estructura con máximo apoyo y carga lateral), les permitían explotar su maximo rendimiento frente a la competencia.

Hoy, los pilotos han tenido que adaptarse a un compuesto de neumáticos Pirelli distinto, a electrónica por todos los lados, a menos carga aerodinámica, a sistemas de acumulación de energía con variaciones de otros sistemas como el de frenada, a motores turbo con un par motor difícil de controlar. Quien piense que esto va solo de sentarse en un monoplaza e ir a ‘toda pastilla’ se equivoca. Cada coche es un mundo, y con cada diferente reglamento, más todavía.

En definitiva, el nuevo reglamento incorpora una gran cantidad de nuevas variables que, metidas en una batidora, ha obligado a un piloto a adaptarse y cambiar su estilo. En el caso de Sebastian Vettel, parece que el que le ha permitido ganar cuatro títulos ya no sirve. Qué gran paradoja, ¿verdad? A ver cómo sale de esta.

Pues así son las carreras, amigos…