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El día en que Carlos Sainz 'meó en el pecho' a uno de los dos pilotos de Red Bull
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el español es séptimo en el mundial

El día en que Carlos Sainz 'meó en el pecho' a uno de los dos pilotos de Red Bull

Tras una carrera estratégicamente impecable, Sainz volvió a ser el primero 'del resto, superando también a Pierre Gasly, el piloto que ocupó su teórico puesto en Red Bull

Foto: Carlos Sainz terminó quinto tras superar al Red Bull de Gasly, a quien dejó atrás toda la carrera. (McLaren)
Carlos Sainz terminó quinto tras superar al Red Bull de Gasly, a quien dejó atrás toda la carrera. (McLaren)

Pierre Gasly se pegó a la estela de Carlos Sainz a mitad del Gran Premio de Hungría, rodando entre medio y un segundo por detrás del español desde ese momento. Con el mismo monoplaza que luchaba por la victoria con una vuelta de ventaja, por lo que se esperaba el ataque de Gasly a la menor ocasión. De repente, a tres vueltas del final, Sainz se descolgó con un 1:21.002. Era su mejor giro personal, confirmando su control de la carrera. Vamos, lo que se dice 'una meada en el pecho' en términos carrerísticos. Al mismo piloto que Red Bull había elegido como compañero de Max Verstappen por delante del español para 2019, decisión justificada por Christian Horner con aquel "tiene más potencial que Sainz".

El desenlace de Hungaroring suponía una reivindicación simbólica para el español, pero sobre todo confirmaba su primera parte de temporada a la estela de los tres primeros equipos y con Gasly a solo cinco puntos de la general. "¡Gracias, chicos! ¡Wooooooo! ¡Gracias por esta primera parte de la temporada! ¡Estamos en racha! Ya sabéis lo que es eso...", gritó Sainz al entrar en meta, tras lo cual terminó cantando la que empieza a ser banda sonora de los buenos momentos: "Smooth operator, smooooooooth operator…". Eso sí, en el equipo compartían las dotes del piloto, pero no tanto las del cantante...

Foto: Hamilton ganó a Verstappen en un duelo espectacular. (Reuters)

"Nice and smooth"

"Es un quinto puesto Carlos, quizás no se sintió tan bien la última vez, pero debe ser bastante especial hoy", le decía por la radio su ingeniero Tom Stallard a modo de guinda. “Como cambia de sabor un quinto", confirmaba el español al final de la prueba. Si Sainz rumiaba el 'podium interruptus' de Hockenheim siete días atrás, en esta ocasión exprimió al máximo sus opciones del fin de semana. Porque Sainz terminó dos puestos por delante de su teórica posición. Por detrás, un monoplaza que ha ganado dos de las cuatro últimas carreras y por poco también el Gran Premio de Hungría.

"Es mejor de lo esperado. En una carrera normal, en seco, batir a un Mercedes y un Red Bull… Cuando ejecutas perfectamente la salida, la parada, la estrategia, te das cuenta que gestionas una carrera bien y de que un quinto es posible", certificaba el español. Pera antes ello necesitaba cubrir en la arrancada el primer objetivo: superar a Lando Norris para liderar la estrategia del equipo y de todo el grupo perseguidor. Hasta Gasly caía en el cesto de la primera curva, cumpliendo en otra carrera más con esa misión crucial para el desarrollo posterior de la prueba y reduciendo así el efecto dominó de potenciales problemas, como ilustraría el caso de Norris al fallar su equipo en la parada y luego ser engullido por sus perseguidores.

Gracias a ello, Sainz se encontró con pista libre y gran ritmo hasta dejar fuera de ventana a Nico Hulkenberg. Luego, a poco que el equipo acertara con la parada... Pero la presión pasó antes factura con Norris. Ante el fallo de los mecánicos, Paul James lanzó un mensaje por radio para la de Sainz: "Con cuidado y tranquilidad, chicos". Avisados y con los dedos ya calientes los mecánicos le mantuvieron en la quinta posición. Era todo suyo hasta final de carrera. "Luego fue un tema de ser inteligentes con Gasly" explicó, "no dejarle ninguna oportunidad en la primera curva". Por si quedaba alguna duda, la vuelta rápida personal en los compases finales. Y para rematar ese mensaje que habrá resonado en los oídos de más de uno. "Un par de vueltas cerca, pero (Gasly) no ha tenido ni una oportunidad de tirarse", presumió al final de una carrera estratégicamente impecable en todas las áreas.

Ni una posición perdida en 2019

"Estoy seguro de que los buenos resultados llegarán. Tenemos un buen coche, seguro, solo necesitamos tener paciencia. En algún momento la suerte volverá a nosotros y conseguiremos puntos", reinvindicaba Sainz tras China y tres primeras pruebas de gato negro. "Me noto con confianza. La primera mitad de temporada, salvo por las tres primeras carreras desde Bakú hemos sumado muchos puntos, no sé cuántos llevamos, hay que estar satisfechos y orgulloso". Era el mismo piloto, pero nueve carreras después. Son 58 de los 83 de McLaren, holgado séptimo puesto en la general, solo cinco por detrás de Gasly.

"Los domingos están saliendo a pedir de boca". La consistencia de Sainz en 2019 habla por sus números. De las nueve carreras desde China ha terminado todas y solo una fuera de los puntos (Canadá). Cinco de ellas en quinta o sexta posición, teóricamente correspondiente a uno de los tres equipos principales. Ha ganado cinco puestos de media por carrera desde su posición de arrancada, salvo en Montreal, (11º) y Francia, (6º), que las igualó. No ha perdido ninguna posición en carrera.

"Mi intención al llegar a McLaren era echarme el equipo a la espalda, y aunque las primeras carreras no fueron como queríamos, hay que estar muy orgullosos”, resumió Sainz antes de marcharse al descanso veraniego. Quizás no se trate solo de McLaren. Sainz casi iguala en puntos a Gasly, pero le supera en términos relativos al comparar sus dos monoplazas y extrapolar sus números a los del francés con el equipo austríaco. Max Verstappen cuenta con 181 puntos, y aunque Sainz solo hubiera logrado hipotéticamente la mitad en el puesto del francés, Red Bull aventajaría hoy a Ferrari en la clasificación general. Quizás Helmut Marko y Christian Horner pensaran en ello en la meta de Hungaroring. Para Sainz, por tanto, quizás se tratara de algo más que un quinto puesto. Paradojas que tiene la vida.

Pierre Gasly se pegó a la estela de Carlos Sainz a mitad del Gran Premio de Hungría, rodando entre medio y un segundo por detrás del español desde ese momento. Con el mismo monoplaza que luchaba por la victoria con una vuelta de ventaja, por lo que se esperaba el ataque de Gasly a la menor ocasión. De repente, a tres vueltas del final, Sainz se descolgó con un 1:21.002. Era su mejor giro personal, confirmando su control de la carrera. Vamos, lo que se dice 'una meada en el pecho' en términos carrerísticos. Al mismo piloto que Red Bull había elegido como compañero de Max Verstappen por delante del español para 2019, decisión justificada por Christian Horner con aquel "tiene más potencial que Sainz".

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