El emotivo abrazo de la mujer de Schumacher a su hijo tras ganar en F2

“Mi madre, mi hermana, mi abuela… ¿Sabes? Creo que me deberían acompañar más veces”. Mick Schumacher ganó su primera carrera de la F2 este fin de semana y los ojos de Corinna presenciaron lo que antes había visto tantas veces: un Schumacher, vestido de rojo, pasando primero por una línea de meta. En este caso era en Hungría, en la categoría previa a la Fórmula 1 y era el primer triunfo en el año de su debut en dicha competición.

Ha sido el triunfo más sonado de las 16 carreras que se han disputado hasta el momento en 2019 (ocho fines de semana, en los que hay dos pruebas en cada uno) y no por la crudeza o épica de la misma, sino por el nombre del ganador. Mick, enrolado en la Ferrari Driver Academy, ha puesto su monoplaza del equipo Prema en lo más alto sin estar preparado para ello. La escudería no pasa por su mejor momento y su compañero de equipo, Sean Gelael (canterano de Red Bull) ocupa la decimosexta posición en el campeonato y su mejor resultado ha sido un sexto puesto.

Schumacher, con este triunfo, asciende a la undécima plaza (de un Mundial liderado holgadamente por Nick de Vries). En lo que va de campaña, además de este triunfo, Schumacher acumula un quinto puesto (Bakú), un cuarto (Austria) y dos sextos (Bahréin y Gran Bretaña).

Ahora Mick Schumacher se ha quitado esa mochila de presión y, con su familia o no en la grada, intentará demostrar que esta victoria no ha sido un hecho puntual. El abrazo con su madre, repita o no triunfo, está garantizado. Ella sabe, mejor que nadie, cómo ha gestionado su hijo la pesada carga del apellido… la misma que hizo que de pequeño corriera bajo un pseudónimo.