El desafío radical de Fernando Alonso en el Dakar: diferente a todo lo que ha conocido

"Es una carrera atractiva, la más importante, pero también opuesta a mis cualidades o manera de conducir. Nunca lo he hecho en tierra y hacer el más duro del mundo de repente sería algo extremo". Hace pocas fechas, Fernando Alonso dejó en el aire las dudas que plantea ante uno de los mayores desafíos de su carrera. Porque se trata de una disciplina, el mundo de los raids, en las antípodas a todo lo vivido en su trayectoria deportiva. "Lo que haga en el futuro está en mi cabeza y se sabrá a su debido tiempo". Hoy se conocen ya sus próximos planes: un programa de preparación para decidir si debuta en el próximo Dakar que tendrá lugar en Arabia Saudí, que además abre una nueva era en el raid más famoso del mundo.

Alonso se reserva el derecho de renunciar finalmente al Dakar de no sentirse plenamente competitivo. Pero ya está en Namibia para el próximo gran test con Toyota de cara a enfrentarse con el pilotaje en grandes dunas. “Estoy en una misión, la de ser un piloto más completo e intentar ganar en la mayor cantidad de disciplinas en el mundo del motor. Este es un gran desafío para mí, cambiar el asfalto por las dunas y la tierra. Requerirá lo mejor de mí mismo, tengo que aprender todo de cero, es muy tentador, y es lo que me atrae como piloto”.

Un desafío radical

Toyota quiere seguir ligada a Fernando Alonso y ha puesto a su disposición sus mejores medios para el nuevo desafío que pretende el asturiano. El impacto mediático de su presencia en el WEC y Le Mans ha convencido a sus responsables para seguirle en una aventura inédita en el mundo del automovilismo. Ningún campeón del mundo de Fórmula 1 ha seguido la trayectoria de Alonso estos años. Además, los responsables saudíes del nuevo Dakar pretenden a toda costa la presencia del español en el inicio en la tercera gran etapa en la historia de la prueba, tras África y Sudamérica. Si el resultado de estas pruebas y competiciones convencen a Alonso, estará en el próximo Dakar.

Sin embargo, el pilotaje ‘off road’ representará para el español el desafío más radical de todos los afrontados fuera de la Fórmula 1. No se trata de alta velocidad en circuitos cerrados, condiciones predecibles y relativamente constantes, de pilotaje casi automatizado a la búsqueda de la milésima de segundo. En los raids se trata de terreno abierto, de condiciones muy variadas e impredecibles, con gran necesidad de improvisación. De terrenos, como las dunas, que requieren grandes kilometrajes para lograr experiencia. Y, sobre todo, de un pilotaje dependiente de unas notas leídas por un acompañante, el copiloto. Y en una prueba, en el caso del Dakar, de dos semanas de duración.

Si Alonso decide afrontar el Dakar a la búsqueda de la victoria, se enfrentará a una disciplina de alta aleatoriedad, donde la experiencia —y la fortuna— juega un papel fundamental. Carlos Sainz debutó en 2006 y no pudo ganar la prueba hasta cuatro años después. El triunfador de la última edición, el qatarí Nasser Al Attiyah, ha crecido personal y deportivamente en las dunas. Sebastian Loeb, el mejor palmarés en la historia del Mundial de Rallies, aún no ha conseguido la victoria a pesar de su participación en la prueba desde 2016.

Los responsables saudíes del Dakar pretenden a toda costa la presencia del español en el inicio de la tercera etapa de la historia de la prueba

Test y competición hasta final de año

"Los raids son nuevos para Fernando (Alonso), y estoy seguro de que tiene la habilidad y el espíritu para afrontar este desafío. Como ganadores del Dakar con una larga historia en los raids, confío en que podemos trabajar juntos con Fernando para mejorar su confianza para la competición en el mundo de los raids en los próximos meses”, declaró Glyn Hall, el responsable de Gazoo SA, estructura sudafricana responsable del programa de Toyota en los raids. Así, desde este martes, Alonso inicia cuatro días de prueba en la costa de Namibia para afrontar un intenso programa de conducción en dunas, para continuar en los próximos meses con más pruebas, algunas de ellas competitivas, tanto en Europa, como en Africa y Oriente Medio.

A corto plazo, Alonso competirá en el Harrismith 400, la quinta prueba del Campeonato Sudafricano de Cross Country, los próximos 13 y 14 de septiembre, además de su presencia posterior en una de las pruebas más importantes de la categoría al margen del Dakar, el Rally de Marruecos, del 3 al 9 de octubre, considerada la última cita preparatoria general para el Dakar. También se prevé su participación en alguna 'baja', pruebas de una sola jornada.

¿Marc Coma como copiloto?

Los primeros contactos con el Hilux y los raids han animado al piloto español a seguir avanzando en su preparación ante el potencial debut en el Dakar. "Tuve un primer contacto con el mundo del ‘off road’ a principios de año, y me dejó con unas buenas sensaciones que quiero prolongar", explicó el piloto español tras anunciatse su programa de pruebas para los próximos meses. "Sabía que sería una experiencia totalmente diferente con una curva de aprendizaje muy empinada, pero el Hilux (el Toyota de raids) fue magnífico, me dio mucha confianza muy rápidamente y mejoré bucle tras bucle. Espero con ganas los próximos meses de entrenamiento, conociendo el Hilux y trabajando con el equipo”.

Otro tema aún por decidir será el nombre del copiloto que acompañará al español, obligadamente de amplia experiencia y conocimiento de la disciplina. Marc Coma, ganador en cinco ocasiones en la categoría de motos y director durante varios años del Dakar, suena como acompañante. Tras su retirada de ambas facetas, ejerce como director general de KTM España, y se ignora todavía si podrá finalmente ser el compañero de Alonso de confirmar este su presencia en Arabia Saudí el próximo mes de enero.