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El 'caso Hamilton' contra Michael Masi tendrá que esperar: Ben Sulayem aguanta el pulso
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EL CULEBRÓN CONTINÚA

El 'caso Hamilton' contra Michael Masi tendrá que esperar: Ben Sulayem aguanta el pulso

En contra de lo que se daba por anunciado, la decisión de la FIA respecto a la carrera de Abudhabi y las decisiones tomadas allí por Michael Masi aún no se han dado a conocer

Foto: Lewis Hamilton y Max Verstappen tras el triunfo del neerlandés. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Lewis Hamilton y Max Verstappen tras el triunfo del neerlandés. (Reuters/Hamad I Mohammed)

El culebrón de Abu Dhabi 2021 que terminó con el título de Max Verstappen va a seguir dando que hablar, a pesar de lo que parecía el 14 de febrero. La mejor prueba es que para Mohammed Ben Sulayem, el nuevo presidente de la FIA, no todo gira alrededor de destituir a Michael Masi de sus funciones de director de carrera. Hay mucho más en juego en esta historia. En el ambiente siempre ha flotado la exigencia de Lewis Hamilton de cargarse a quien considera responsable de haber sido robado su octavo título mundial.

Como mínimo, el piloto inglés quería saber si podía seguir confiando en la FIA para su retorno a la Fórmula 1. Un pulso que no puede aceptar Ben Sulayem. Independientemente de que estos acontecimientos ocurrieran antes de estrenar su mandato en la FIA, decisiones que solo competen al organismo no pueden ser tomadas basándose en chantaje alguno. Por muchas razones que tenga el campeón británico para sentirse perjudicado (que las tiene), por muy popular y poderoso que sea.

placeholder Jules Bianchi falleció como consecuencia de gravísimos errores de dirección de carrera y no se vio al establishment tan preocupado como ahora. (EFE/Zsolt Debreceni)
Jules Bianchi falleció como consecuencia de gravísimos errores de dirección de carrera y no se vio al establishment tan preocupado como ahora. (EFE/Zsolt Debreceni)

Cuando la FIA anunció su investigación sobre la carrera de Abu Dhabi en diciembre pasado, anticipó que presentaría sus conclusiones a la Comisión de F1 que se celebró el lunes. Finalmente, Ben Sulayem y Peter Bayer, el director ejecutivo de monoplazas de la FIA, comunicaron a los jefes de la F1 que la investigación aún no había concluido: "Los comentarios de la Comisión sobre los asuntos planteados se incorporarán al análisis del presidente y presentará públicamente las noticias de los cambios estructurales y el plan de acción en los próximos días", afirmó Bayer.

La hipócrita 'indignación selectiva'

Ben Sulayem se juega mucho en el envite, porque aquí está en juego algo más que una simple controversia acerca de un final polémico de un mundial. Tan falseado puede estar el Mundial 2021 de Verstappen, como el de Alain Prost en 1989, el del año siguiente a favor de Ayrton Senna, o el de 1995 a favor de Michael Schumacher. Y si hablamos de fallos clamorosos de dirección de carrera, mil veces más indignante puede resultar el episodio que le costó la vida a Jules Bianchi en el Gran Premio de Japón de 2014. Nadie se rasgó las vestiduras entonces por todos estos hechos, ni de lejos como ha ocurrido ahora. Da que pensar.

placeholder Michael Masi sigue en la diana. (Reuters/Edgar Su)
Michael Masi sigue en la diana. (Reuters/Edgar Su)

Es la hipocresía de siempre, que riega al estanque de tiburones que es el paddock de la Fórmula 1. Esa vehemencia acerca de la 'credibilidad que necesitan' algunos pilotos, periodistas o jefes de equipo en el organismo regulador querría haberse visto con algo mucho más grave como es el fallecimiento de un piloto como Jules Bianchi, que perdió la vida a consecuencia de una grave suma de negligencias por parte de dirección de carrera. Errores clamorosos con Charlie Whiting al mando, a quien tantas loas a su trabajo se hace hoy día en contraposición a la supuesta incompetencia de Michael Masi.

En la FIA se echó tierra aquel asunto de forma absolutamente vergonzosa. Muchos pilotos callaron y no exigieron responsabilidades flagrantes ante la muerte de un compañero, mostrando ahora impostada preocupación por la 'confianza' que hay que tener en la dirección de carrera. Por tanto, no nos engañemos, porque en el fondo de este asunto lo importante no es buscar justicia deportiva, sino que estamos ante una simple excusa de los impulsores de la campaña 'Queremos la cabeza de Michael Masi' para mostrar su poder y de paso justificar y construir su relato.

placeholder Wolff y Horner, el 'establishment' que controla la F1 con Ferrari (Reuters/Chris Berger)
Wolff y Horner, el 'establishment' que controla la F1 con Ferrari (Reuters/Chris Berger)

La vieja guardia

El problema de fondo es que Mohammed Ben Sulayem es el primer presidente de la historia de la FIA que no procede del meollo europeo que ha regido a su antojo el automovilismo durante el último siglo. Entre Inglaterra, Francia, Alemania e Italia y, de forma especial los dos primeros países, se han gestionado las carreras como si fuera un club particular. Fuera de Estados Unidos que siempre fue por libre en la gestión de su automovilismo, la presencia de miembros de otros países no procedentes de los 'peces gordos' era anecdótica y casi siempre basándose en un intercambio de prebendas por votos en la asamblea.

No sabemos si triunfará en su empeño Ben Sulayem, pero la composición de la nueva FIA refleja mucho mejor la diversidad de nacionalidades y este menoscabo a los que han 'partido el bacalao' toda la vida, como es lógico no les gusta. El 'caso Hamilton' es simplemente el primer pulso de la vieja guardia del automovilismo, que ve con recelo nombramientos de gente de fuera del establishment de siempre, como el del mexicano Jorge Abed, nuevo responsable de la comisión de circuitos de la FIA. Un cargo ocupado hasta ahora por Michael Masi y que puede darnos una pista de las intenciones del presidente acerca de sus reformas.

placeholder Mohammed Ben Sulayem nuevo presidente de la FIA FOTO: EFE
Mohammed Ben Sulayem nuevo presidente de la FIA FOTO: EFE

Una revisión de arriba a abajo

Con destitución final o no de Masi, la nueva FIA se ha tomado muy en serio renovar todos los procesos de dirección de carrera y sanciones, en el automovilismo en general y la Fórmula 1 en particular. Urge mayor claridad en las normas, que la competencia de los servicios de rescate o los comisarios de pista estén al mismo nivel en todas las carreras, y urge por supuesto un criterio unificado en las sanciones. De lo mencionado no se puede responsabilizar totalmente a Michael Masi. Son cuestiones que llevan larvadas desde hace muchos años en la FIA, algo que Ben Sulayem, (que no olvidemos que ha sido piloto) sabe perfectamente.

El comentario más razonable a cuenta de la reunión de todos los equipos con el presidente Ben Sulayem y Peter Bayer quizá viniera a cargo de Andreas Seidl, el responsable de McLaren: "Tenemos que admitir que los equipos podemos equivocarnos, pero también debe admitirlo la FIA y así podremos desarrollar mecanismos para corregir las consecuencias que tales errores o controversias podrían tener". En estas reuniones, como los vecinos en las reuniones de la junta de propietarios, cada equipo habla solo 'de su libro', pero Seidl, aunque perjudicado también por decisiones de Masi en ocasiones, sabe que solo con consenso se podrá lograr algo para el futuro. Para la decisión final del ‘Hamiltongate’, que esta vez sí que parece que será la definitiva, habrá que esperar hasta el próximo 18 de marzo, en Bahrein.

El culebrón de Abu Dhabi 2021 que terminó con el título de Max Verstappen va a seguir dando que hablar, a pesar de lo que parecía el 14 de febrero. La mejor prueba es que para Mohammed Ben Sulayem, el nuevo presidente de la FIA, no todo gira alrededor de destituir a Michael Masi de sus funciones de director de carrera. Hay mucho más en juego en esta historia. En el ambiente siempre ha flotado la exigencia de Lewis Hamilton de cargarse a quien considera responsable de haber sido robado su octavo título mundial.

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