El estacazo que los pilotos y equipos deben pagar a la FIA para poder correr en 2023

Colton Herta es una de los grandes talentos jóvenes del IndyCar americano. En la órbita también de McLaren, pudo haber sido uno de los dos pilotos de AlphaTauri en 2023. Pero le faltaban solo 8 puntos para obtener la Super Licencia, el requisito oficial definitivo que habilita para correr en la Fórmula 1. Un carnet nada barato, por otro lado. A Max Verstappen le costará casi un millón de euros competir en la Fórmula 1 en 2023. Pero los equipos tampoco se quedan atrás con la 'aguja' de la FIA. Entre el campeón del mundo, los emolumentos del equipo y la sanción por el tope presupuestario, desde Red Bull saldrán 14,5 millones de euros con destino a las arcas de la Federación.

La Super Licencia supone una cualificación muy especial. Ha ayudado a Alex Palou, por ejemplo, a convertirse en tercer piloto de McLaren y participar en un Gran Premio si Lando Norris u Oscar Piastri no pudieran competir aunque, en su caso, siempre y cuando sus obligaciones en el IndyCar se lo permitiesen. Pero como Herta, Loran Sergeant, el nuevo piloto de Williams, estuvo pendiendo de un hilo para ser confirmado en el equipo británico porque cuando este anunció sus intenciones con el americano, dependía de sus resultados en las últimas carreras de la Fórmula 2 para lograr los puntos necesario.

Mientras tanto, y fruto de los resultados logrados en 2022, varios pilotos de la parrilla actual tendrán que abonar de su bolsillo cantidades que superan el medio millón de euros, lo que en algunos casos podría rondar entre el tres y cinco por ciento de sus honorarios. En total, para competir en 2023 y en función de los resultados de 2022, equipos y pilotos pagarán... muchísimo dinero.

Cada punto, un aguijón

Herta cumplía varios requisitos de la FIA, pero no contaba con los 40 puntos exigidos, además de otros requerimientos. Dicha cantidad se logra -quien pueda- sumando los otorgados por la FIA en diferentes campeonatos durante los tres años anteriores. Los títulos del campeonato del mundo de Fórmula 1, el IndyCar y la Formula 2 otorgan automáticamente esa cifra -caso de Palou-, pero ni siquiera el ganador en una temporada del Mundial de Resistencia optaría por un puesto en la Fórmula 1 de manera inmediata.

Son varios los requisitos que han de acumularse para obtener el 'carnet' de la FIA. Entre otros, un examen de conocimientos de su código deportivo y técnico, así como la participación en, al menos, el 80 por ciento del calendario de certámenes recogidos por la FIA en los dos años anteriores. La llegada del propio Verstappen a la Fórmula 1 obligó a modificar los criterios de concesión de la Super Licencia. En la actualidad, se exige haber cumplido 18 años -el neerlandés no los tenía cuando debutó con Toro Rosso en unas sesiones de libres- y algo tan evidente como el carnet de conducir, ya que se daba la paradoja de poder competir en la máxima categoría, pero no poder conducir un vehículo de calle.

Pero la Super Licencia cuesta mucho dinero. De casi 1.600 dólares hasta 2008, bajo mandato de Max Mosley, la cuota fija subió hasta los 13.000 dólares, que para 2010 fue negociada a la baja. Al paquete básico, el piloto ha de abonar una cantidad fija por cada punto obtenido. La cifra rondaba los 500 euros en 2007, para cuadriplicarse de golpe en 2009, hasta hoy, 2100 por punto. No es de extrañar que muchos pilotos cuenten con un bonus por cada uno obtenido en carrera y no solo por recompensa por resultados. Hay que pagar la minuta.

Los 'agraciados' del medio millón

Verstappen no solo ha obtenido el récord de victorias en una temporada, también la cifra más alta a pagar de la historia, muy por encima de la cantidad pagada por su primer título. En su caso, se han unido los magníficos resultados de la temporada con un mayor número de carreras en el calendario. Lo que significa que el piloto neerlandés abonará por sus 484 puntos casi un millón de euros (963.000 euros) a la FIA en concepto de Super Licencia, en la que se incluye el fijo de 10.400 euros.

Pero las cantidades son también muy elevadas para los siguientes clasificados: Charles Leclerc, 657.200 euros y Sergio Pérez, 650.000. Fichar por Mercedes también le ha costado un ojo de la cara en este sentido a George Russell, al que la cuenta le asciende a 587.900. Carlos Sainz también supera el medio millón (527.000). Por su parte, Esteban Ocon ha pagado 23.000 euros más que Fernando Alonso (180.500). El último de la lista en pagar por puntos es Nick De Vries, quien gracias a su resultado en el Gran Premio de Italia tendrá que pagar cerca de 150.000 euros.

El 'leñazo' a Red Bull

Pero los equipos no se libran tampoco de pasar por la caja de la FIA. El ganador del título debe pagar una tarifa básica de 580.000 euros (redondeando) más 7.000 por punto logrado en el campeonato. El resto de los equipos deberán abonar la misma tarifa fija, más casi 6.000 euros por punto. Así, el pasado año, Mercedes tuvo que abonar cuatro millones y medio de euros, mientras que Red Bull se quedó en 800.000 menos. Ferrari tuvo que pagar 2.600.000 euros por todos los conceptos.

En 2022, Red Bull ya suma los siete millones de euros en concepto de la multa impuesta por la FIA al haber superado el tope presupuestario. Pero su éxito también ha disparado las cifras de la minuta. A los 617.697 euros de cuota fija se unen algo más de 5,5 millones por los puntos obtenidos en 2022, lo que suma un total cercano a los 6,3 millones de euros. En total, casi 13,5 millones de euros. Mercedes baja a los 3,8 millones de euros, mientras que Alpine sube hasta los 1,7. El último de la lista es Williams, con 667.000 euros. En total, los equipos pagarán para poder competir en 2023 un total de 21,6 millones de euros. Sumada a dicha cantidad la Super Licencia de los pilotos, la FIA recibe de sus protagonistas otros 21,5 millones de euros. Ya puede ser bueno el servicio.