Carlos Sainz regresa con cautela y emoción al escenario de su primer triunfo en Fórmula 1

Han cambiado mucho las cosas para Carlos Sainz y sus opciones para ganar carreras. El pasado Gran Premio de Gran Bretaña marcó el punto de inflexión donde Max Verstappen empezó a quedarse sin rivales. Si hasta ese momento tanto Ferrari como Red Bull estaban a un nivel similar de competitividad, a partir de entonces los de Maranello empezaron a perder terreno con los de Milton Keynes en ritmo de carrera. Las vacaciones de verano ensancharon el trecho que separaba a ambas escuderías y que hasta la fecha se mantiene. Pero el equipo italiano se acerca cada vez más a los dominadores del Mundial. No para ganar aún, pero sí para inquietarles.

"Para ello (volver a ganar) necesitamos que la líen Max y Red Bull, que todavía no han hecho. Con eso, capitalizar esa ayuda, porque si no fallan es posible que se lleven todas las victorias este año. Pero estoy orgulloso de la forma en que el equipo ha reaccionado y la cantidad de actualizaciones que hemos hecho recientemente". Y tiene razón el piloto español, porque Ferrari ha pasado de ser el cuarto coche de la parrilla, a considerarse en el pasado Gran Premio de Austria la alternativa más competitiva a los coches de Max Verstappen y Checo Pérez.

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Silverstone como banco de pruebas

A pesar del buen rendimiento mostrado la pasada carrera en Austria, Carlos Sainz cree que este fin de semana dará una idea más clara del nivel real de competitividad respecto a Red Bull. "Silverstone será un banco de pruebas, no solo por el diseño de la pista, que tiene muchas curvas rápidas, sino también porque enfrentará a la inestabilidad causada por las ráfagas de viento, que se vio en carreras como Miami o Bakú. Creo que necesitamos más grandes premios para evaluar nuestros progresos y ver si hemos mejorado. Lo que puedo asegurar es que el coche dio mejores sensaciones en Austria, tanto en una velocidad a una vuelta como en carrera".

Carlos insiste mucho en la cautela a la hora de sacar conclusiones. Y prefiere ir dejando pasar las carreras para analizar los puntos de mejora para el coche del año que viene. No quiere decir que Ferrari abandone el desarrollo del coche de esta temporada ni mucho menos. Pero las evoluciones que se van introduciendo al coche y la forma en la que responden serán sin duda enseñanzas clave para contar con una base sólida para el coche de la temporada 2024.

En Silverstone la Scuderia no trae ningún paquete importante de mejoras, pero sigue su goteo de introducir mejoras carrera a carrera. Aquí el equipo italiano ha traído un nuevo alerón trasero biplano de carga media-baja, que con ciertas similitudes al que llevó McLaren en Bakú. Enrico Cardile y su equipo han venido modificando el perfil aerodinámico del SF-23. Y han buscado lograr un coche más consistente y sólido. A pesar de la ausencia de David Sánchez, que fue el creador del coche, la mejora cada vez se va haciendo más evidente, demostrando que la base del coche no era mala y que quizá su verdadero talón de Aquiles fue el maremágnum político que vivió Ferrari en los dos últimos meses de desarrollo del coche.

"Estoy orgulloso del trabajo que han hecho en Maranello y la cantidad de actualizaciones que hemos traído recientemente", dijo Carlos Sainz, elogiando el trabajo del equipo en la fábrica. Su compañero de equipo, Charles Leclerc, aunque compartía la misma satisfacción por el buen trabajo que se viene haciendo en la sede de Maranello, era algo menos optimista que Sainz respecto a las posibilidades de su equipo en el presente Gran Premio de Gran Bretaña. El monegasco cree que la sucesión de curvas de alta velocidad y las habituales ráfagas de viento presentes en el autódromo británico harán visible las flaquezas del SF-23 respecto al Red Bull.

A la espera del viento y la lluvia

La buena noticia es que parece que sólo el viernes hará acto de presencia el viento con cierta intensidad. La mala o buena, según se mire, es que el domingo la carrera podría celebrarse con lluvia y eso abre más el abanico de posibilidades. "Lo mejor es que tengo ritmo y confío en que tarde o temprano llegarán los resultados", afirmó esperanzado Carlos. "Espero alcanzar algún podio de aquí a final de año y eso es una motivación. En condiciones normales estamos bien, aunque seguimos lejos de Red Bull, pero hemos progresado".

El madrileño ha pasado página de un Gran Premio como el de la semana pasada en Austria, donde quizá exhibió su mejor nivel de conducción de toda la temporada, pero todo lo que pudo salir mal a nivel de estrategia y penalizaciones salió mal: "Con la penalización de Australia (donde una penalización lo dejó fuera de los puntos) estaba realmente enfadado. Imagínate como me sentía cuando al salir del avión después de todo el desastre del fin de semana me enteré de que me habían penalizado aún más. Pero bueno, pasó y ya está, hay que superarlo, y ayudar a F1 y la FIA a encontrar soluciones. Lo importante es que yo me encuentro bien y estoy convencido que los resultados llegarán".

Si repetir la victoria del año pasado es un reto casi inalcanzable para cualquiera que no se llame Max Verstappen, un podio sería justo premio para el momento ascendente de Carlos Sainz y su equipo.