Sainz acaba tercero y le gana el Masterchef a Leclerc a base de cocinar a fuego lento en EEUU

Desde hace tiempo, el verdadero objetivo de Carlos Sainz pasa por acabar el Mundial de pilotos por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc. Ferrari ha dado ya por amortizada la temporada y la victoria en Singapur lograda por el madrileño ha permitido a los de Maranello no terminar 2023 vacíos de triunfos. Queda en juego quién de los dos pilotos de la Scuderia va a quedar por delante del otro. Se avecina el momento de las negociaciones para renovar contrato y para Sainz es fundamental ser más consistente que su compañero de equipo. En un fin de semana donde el monegasco siempre fue más rápido que el español, fue un golpe moral muy importante que Carlos le ganara la partida en carrera.

Casi tres horas después del Gran Premio, llegaba la impactante noticia de que Lewis Hamilton y Charles Leclerc habían sido descalificados. La infracción técnica era la misma: exceso de desgaste de la plancha inferior del coche. Una infracción no menor, aunque fuera por un milímetro, pues da la medida de la altura mínima al suelo. Eso suponía una doble carambola favorable a los intereses de Sainz. Como consecuencia de la sanción, el español pasaba del cuarto puesto a la tercera plaza del podio y su compañero de equipo dejaba a cero su casillero de puntos. Lo que la carrera de Australia le quitó, la de Estados Unidos le devolvió. A lo largo de una temporada, incluso algunas decisiones arbitrales se reequilibran.

"Yo creo que hemos sacado todo el provecho de los neumáticos. Hemos hecho una carrera muy sólida, con muy buen ritmo y nos hemos quedado a las puertas del podio que, después del ritmo que teníamos en la esprint, lo veía muy complicado. Y sí, creo que lo hemos hecho todo casi perfecto y hemos sacado un buen cuarto puesto", explicaba Sainz. Acertó en la estrategia Sainz y acertó al rodar cada vuelta al ritmo exacto que necesitaban los neumáticos para cumplir con el plan. Unas horas después, ese cuarto se convertía en un tercer puesto final.

Estrategias diferentes

Tuvo que ser una píldora muy difícil de digerir para Charles Leclerc arrancar en la primera posición, finalizar sexto y terminar descalificado, con su compañero varias posiciones por delante. Y no es que haya cometido el monegasco errores de bulto. Simplemente, Sainz jugó mejor sus bazas, no se precipitó en ningún momento y desde la primera vuelta ya tenía en mente la película de su carrera. Hubo un momento, en el tercio final del Gran Premio, en el que Leclerc se dio cuenta de que había salido mal su apuesta de hacer una sola parada. A través de la radio se evidenció que tenían en mente un plan B, pero cuando se sugirió hacer una parada adicional, la respuesta no pudo ser más esclarecedora: "¡Demasiado tarde!".

Fue inteligente por parte de Ferrari sacar a sus pilotos con estrategias diferentes, pero en este tipo de decisiones siempre alguien suele salir perdiendo. Parecía difícil pensar que el riesgo una sola parada no fuera consensuado entre el equipo y Leclerc. Y este hecho se confirmó cuando no quiso cargar el mochuelo de la mala decisión a sus estrategas. "Hemos pagado el precio del error igual que le pasó este sábado a Carlos. Hicimos nuestros números y vimos que la diferencia entre para una vez o dos era muy cercana y optamos por una sola parada. Pero a dos paradas era claramente mejor. Hay que entender como equipo qué hicimos mal y por qué los datos no tenían correlación con lo que luego pasó en pista".

La ventaja para Sainz es que ese error de correlación que alegaba Leclerc a él no le ocurrió en la carrera. Es más, el madrileño salió de la carrera al esprint con el valor añadido de la información obtenida y un juego adicional de neumáticos medios nuevo. Dar un paso atrás para dar dos adelante, podría decirse. Por el contrario, Leclerc quizás tuviera la estrategia equivocada, pero yendo a una sola parada también debería haber dosificado su ritmo en varias fases de la prueba. Falta de visión de la jugada en carrera, justo uno de los fuertes habituales de Sainz.

Paciencia y fuego lento

La paciencia del español para lograr tener su coche entero en las vueltas finales le puso en la inesperada situación de tener el podio a tiro, pues a Lando Norris sus neumáticos estaban ya empezando a decir basta. "Ha habido un par de vueltas que le he quitado un segundo a Lando (Norris) y si me lo llegas a decir este sábado que le íbamos a quitar tiempo, hubiera pensado que era imposible. Pero me he sentido cómodo y él ha debido sufrir con sus neumáticos al final. Le cogía, pero no ha sido suficiente", afirmaba Sainz.

En el duelo por la supremacía en Ferrari, el madrileño sacó un gran resultado en un fin de semana que, en principio, no muy positivo. Después del fiasco de la carrera al esprint el sábado, acabar en el podio se presentaba como una quimera. Pero nadie regaló nada a Carlos. Para ganar a su compañero de equipo, había que ser más inteligente, saber cocinar 56 vueltas a fuego lento, para tener el plato a punto en el momento clave. Y la suerte no tiene nada que ver porque a veces te quita y otras te da. Simplemente, hay que estar en el sitio correcto el día que te favorece.