Así supo Toto Wolff que Hamilton se iba a Ferrari: la charla y la carta con las que confirmaba su adiós

Hacía muchos años que no tenía lugar un terremoto de tamañas dimensiones en la Fórmula 1. El inesperado anuncio del fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari a partir de 2025 ha removido buena parte de los cimientos de la competición y, casi contra el reloj, muchos equipos se afanan en tratar de asegurarse dos buenos pilotos que consigan los objetivos marcados. Unos, renovando a los suyos; otros, tratando de fichar en el revuelto mercado. Y, todo, tras un inesperado movimiento.

La bomba saltó el jueves por la mañana: Hamilton decidía dejar Mercedes para convertirse en piloto de la Scuderia dentro de dos temporadas. El anuncio tenía dos lecturas rápidas a bote pronto: ¿Qué había llevado al británico a cambiar de aires? ¿Y quién sería el perjudicado en Ferrari? La segunda respuesta era más sencilla, pues Carlos Sainz, que no había renovado, no tardaba demasiado en comunicar su marcha y las numerosas ofertas que tenía sobre la mesa.

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Era la primera incógnita la que quedaba por resolver y que, a día de hoy, no ha sido solucionada, aunque una mezcla de elementos pueden ayudarnos a echar luz. Por un lado, después de doce temporadas —con la que va a empezar— y tres seguidas de malos resultados, quizá sea momento de buscar nuevos retos en busca del ansiado octavo Mundial; por otro, la mística de entrar en la leyenda de Ferrari, buscando lo que otros como Alonso o Vettel no lograron, puede ser una motivación extra.

Pero quizá quien menos se esperaba este movimiento era el propio Toto Wolff. Antes del comienzo de cada temporada y tras acabar el periodo vacacional, tanto el director ejecutivo de Mercedes como Hamilton se reúnen para analizar los fallos del pasado curso, el camino a seguir en la temporada que va a entrar y, sobre todo, tratan de buscar un punto común de entendimiento para afrontar. El pasado miércoles tenían dicho encuentro... pero no salió como se esperaba.

Cómo se enteró Toto Wolff

Según confirma Autosport, un día antes de que la noticia se hiciera oficial, ambos se vieron las caras en la casa de Wolff en Oxford. Pero antes de empezar la tradicional conversación, Hamilton se desmarcó con una bomba: "Voy a ejecutar la cláusula de mi contrato y me marcho a Ferrari en 2025". Ambos hablaron largo y tendido sobre la decisión y los motivos, posponiendo cualquier tipo de enfoque sobre qué necesita Mercedes para ser competitivo este año.

Al mismo tiempo que Hamilton le comunicaba a Wolff su decisión, Marc Hynes, uno de los fieles escuderos de Hamilton, se acercaba a la sede del equipo en Brackley para presentar la carta oficial con la que el piloto daba por concluida su relación contractual con Mercedes en 2025. Un movimiento poco esperado desde dentro del equipo, pero que confirma que, en la cabeza del británico, la única manera de acabar con el poder de Max Verstappen pasa por marcharse a Ferrari.

Acabada la reunión, Wolff convocó otra con el resto del equipo —muchos de ellos a través de videollamada— para el jueves a medio día, momento, en el que comunicó la marcha de Hamilton. Solo unas horas más tarde, tanto la escudería alemana como la italiana lanzaban sus respectivos comunicados, oficializando el movimiento del piloto británico. Se activaba la mecánica de Mercedes en busca de un piloto de garantías para su equipo... y el resto de equipos tenían que reaccionar.

El baile de pilotos no ha hecho más que comenzar, sobre todo cuando no son demasiados los que han renovado

Más allá del fichaje de Hamilton y de la marcha de Carlos Sainz de Ferrari, no hay nada más confirmado, por lo que el baile de pilotos no ha hecho más que comenzar, sobre todo cuando no son demasiados los que han renovado y muchos los que acaban contrato al término de la temporada que está por venir. El terremoto en la Fórmula 1 no ha hecho nada más que comenzar y los movimientos no dejarán de sucederse en las próximas semanas. El primero de ellos, en Mercedes.

Toto Wolff no ha tardado en asegurar que ya se está moviendo en busca de un piloto de garantías y que, incluso, valora llevar a cabo una "decisión arriesgada", en sus propias palabras. Nombres como el del propio Sainz, Fernando Alonso o Lando Norris se han puesto sobre la mesa, pero no será hasta las próximas semanas cuando se vaya deshojando la margarita de la próxima parrilla de la F1. Un movimiento sísmico que se inició con una conversación y una carta.