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Verstappen gana por un suspiro y la mejor noticia para Alonso es que ya se puede ir a casa tras Imola
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GRAN PREMIO DE EMILIA ROMAGNA

Verstappen gana por un suspiro y la mejor noticia para Alonso es que ya se puede ir a casa tras Imola

El neerlandés sufrió hasta el último segundo de la carrera con un Lando Norris que estuvo muy cerca de la victoria. Leclerc fue tercero, Sainz acabó quinto y Alonso fue penúltimo

Foto: Max Verstappen logró una sufrida victoria. (Reuters/Ciro de Luca)
Max Verstappen logró una sufrida victoria. (Reuters/Ciro de Luca)

Max Verstappen consiguió la quinta victoria de la temporada en el Gran Premio de Emilia Romagna, en una carrera donde el neerlandés no soltó la cabeza desde la primera vuelta, pero donde sufrió hasta el último metro por ganar. El neerlandés no logró despegarse en ningún momento y sufrió en las últimas vueltas, con un Lando Norris que solo entró unas décimas por detrás. McLaren reduce las distancias con Red Bull y el Mundial puede ser muy largo de aquí a final de temporada.

El tercer puesto del cajón en Imola fue para Charles Leclerc, que no pudo engancharse al tren de cabeza en las últimas vueltas. Mientras tanto, los españoles vivieron un Gran Premio complicado. Carlos Sainz padeció la estrategia de Ferrari y no pudo pasar de la quinta posición, mientras que Fernando Alonso acabó penúltimo, sufriendo en exceso y con poco que ofrecer en una prueba que se le atragantó desde el mismo viernes. Un fin de semana para olvidar del asturiano. "Solo quiero acabar la carrera, irme a casa y pensar en Mónaco", decía antes de la carrera. Pues bien, ya lo puede hacer después del sufrimiento en pista.

Foto: Alonso saldrá penúltimo en Imola. (Reuters/Ciro de Luca)

La salida fue una de las más limpias que se han visto en la Fórmula 1 en los últimos años. La estrecha pista de Imola y el escaso margen de maniobra en la primera curva provocó que todos los pilotos decidieran levantar el pie antes del primer giro: mejor seguir vivo que arruinarse la carrera a las primeras de cambio. Así, Max Verstappen comenzó a liderar la carrera desde el principio pero, durante las primeras vueltas, no conseguía abrir hueco importante con sus perseguidores.

El neerlandés marcaba vueltas rápidas, pero no era capaz de tomar una distancia contundente con Lando Norris que, a su ritmo, mantenía la segunda posición en busca de su oportunidad. Por detrás, Charles Leclerc trataba de mantener el ritmo de los dos primeros, mientras Carlos Sainz no podía más que hacer de escudero de su compañero y, sobre todo, tratar de evitar que el misil que venía por detrás, Oscar Piastri, complicase las opciones de podio para Ferrari.

En la parte baja, Fernando Alonso, que salía desde el pit stop, pronto llegó al pelotón que cerraba Logan Sargeant, pero la imposibilidad de adelantar provocó que tratará el undercut en boxes, fuego incluido en sus frenos. Ese movimiento dio lugar a un efecto dominó de los coches que llevaba por delante, que también entraron a cambiar neumáticos para evitar el adelantamiento, de donde salió beneficiado el español, ganando una posición, tras el error de Williams con Alex Albon.

La carrera tomó emoción en la vuelta 22, momento en el que comenzó el baile en boxes de la parte de arriba. El primero en hacerlo fue Norris, pero se metió en problemas al salir a pista por detrás de Checo Pérez. A pesar de ello, no perdió excesivo tiempo con el mexicano, al que se pudo quitar de en medio rápidamente. Y, al mismo tiempo, Max Verstappen recibía una bandera blanca y negra por superar los límites de pista. Mucha carrera por delante y todo podía suceder.

Ferrari se durmió en los laureles en la parada y la tardanza en meter a Leclerc y Sainz permitió a Piastri adelantar al español y ponerse a tiro del monegasco. ¿Le costaría el podio a la Scuderia esta mala decisión? Verstappen continuaba liderando con seis segundos de ventaja sobre Norris y, mientas tanto, Alonso por detrás, trataba de cuidar neumáticos para tratar de escalar posiciones en el tramo final de carrera, cuando otros pilotos tuvieran que hacer una parada extra.

El empujón final de Ferrari

Faltaban 18 vueltas para el final cuando Ferrari dio un puñetazo sobre la mesa. Esa parada tardía les daba neumáticos más nuevos en el tramo final, lo que le sirvió a Leclerc para presionar a Norris y a Sainz para hacer lo propio con Piastri. La Scuderia quería poner picante a las últimas vueltas y, al mismo tiempo, daba la sensación de que Verstappen sufría algo con sus neumáticos, lo que acercaba al propio Norris. ¿Jugarían un papel importante los doblados?

De hecho, Norris apretó todo lo que pudo, consciente de que Verstappen sufría con los neumáticos y, lo más importante, que en caso de no respetar los límites de pista, sería sancionado con cinco segundos. El británico, con el cuchillo entre los dientes, se lanzó a por el neerlandés, pero se quedó sin tiempo. El líder del Mundial, tranquilo y sin cometer errores, supo jugar sus cartas para, a pesar de sentir la presión de Norris, entrar primero en la línea de meta.

Así, Verstappen se llevó la quinta victoria de la temporada, aunque en esta ocasión solo con unas décimas de ventaja sobre Norris. Leclerc ocupó la tercera posición del podio y Sainz sufrió la dejadez de Ferrari en su parada para acabar quinto. Por detrás, Fernando Alonso no pudo más que acabar en la decimonovena posición de una carrera para olvidar. Red Bull sigue dominando, pero ya no tiene tanta ventaja. Cuidado, queda mucho Mundial y puede pasar de todo.

Max Verstappen consiguió la quinta victoria de la temporada en el Gran Premio de Emilia Romagna, en una carrera donde el neerlandés no soltó la cabeza desde la primera vuelta, pero donde sufrió hasta el último metro por ganar. El neerlandés no logró despegarse en ningún momento y sufrió en las últimas vueltas, con un Lando Norris que solo entró unas décimas por detrás. McLaren reduce las distancias con Red Bull y el Mundial puede ser muy largo de aquí a final de temporada.

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