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Fernando Alonso y Aston Martin, quién te ha visto y quién te ve un año después en Montreal
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ASTON MARTIN, LEJOS DEL GRUPO DE CABEZA

Fernando Alonso y Aston Martin, quién te ha visto y quién te ve un año después en Montreal

Los dos Aston Martin puntuaron, pero su rendimiento en el Gran Premio de Canadá y una pista relativamente favorable ilustraba el terreno perdido por el equipo británico frente a sus rivales desde la edición de 2023

Foto: Tras su duelo con Hamilton, Alonso tuvo una carrera solitaria. (Reuters/Jennifer Gauthier)
Tras su duelo con Hamilton, Alonso tuvo una carrera solitaria. (Reuters/Jennifer Gauthier)

"Quiero ganar esta carrera, tío", le decía hace un año Fernando Alonso a su ingeniero por la radio. Luchaba también a brazo partido con Max Verstappen y Lewis Hamilton en el Gran Premio de Canadá. Terminó segundo. Un año después, la vida se ha enredado para el asturiano y Aston Martin. La presente edición ha confirmado descarnadamente la pérdida de estatus del equipo británico en la actual jerarquía de la Fórmula 1.

El neerlandés repitió victoria este fin de semana en el Gilles Villeneuve. Sin embargo, dos o tres equipos se han abalanzado sobre Red Bull y Verstappen en las últimas carreras, mientras que Aston Martin ha perdido definitivamente el fuelle y la rueda del grupo de cabeza. Aunque Alonso se bebiera el vaso medio lleno al terminar.

"Estamos todavía en una fase un poco experimental de volver a reconducir el camino que perdimos estas últimas carreras", recordaba Alonso el sábado. ¿En las últimas? Porque se trata del gran contraste y rumbo perdido respecto a la evolución seguida por Ferrari, Mercedes y, con más crueldad comparativa, McLaren.

En Montreal se visualizó con toda claridad, a pesar de las palabras de Alonso al terminar. "Teníamos en el calendario marcado que el circuito iba a ser un poco más favorable a lo que vemos que nuestro coche ofrece este año", apuntaba el español. Pues menos mal. Al menos, le restaba un magro consuelo en este pasado Gran Premio. "Por lo menos, en la pista no me adelantó, eh (Hamilton)", bromeaba con deje asturiano. "Me adelantó en los boxes, que quede claro".

El "Holy Moly" en versión Alonso​

En 2023, Alonso mantuvo un intenso pulso en la recta final de la carrera. En el último relevo, el asturiano montaba el compuesto duro por el medio del británico. El Mercedes recuperó así terreno y se pegó al español, quien gestionaba con lift and coast (aligerar a la entrada de las curvas). Sin embargo, Alonso fue capaz de dar zapatilla y distanció con su ritmo a Hamilton. Nada que ver el duelo de este domingo que, en realidad, no fue tal.

Desde la sexta y séptima posición, Alonso y Hamilton se encontraron de nuevo en la primera parte de la prueba. Lluvia, neumáticos intermedios y un carril estrecho según se secaba el asfalto. El Mercedes se comía al Aston Martin, pero adelantar era casi suicida. El británico lo comprobó al final de meta, cuando siguió recto y fuera de la pista. Debía devolver la posición a su rival, pero cuando Alonso se salió del carril a la zona húmeda, un brutal latigazo que salvó milagrosamente recordó que los pilotos rodaban sobre un alambre con aceite. El "Holy Moly" de Russell del sábado, en versión Alonso.

El asturiano hacía malabarismos por delante de Hamilton, pero era ratón contra gato. Tras el primer coche de seguridad, el equipo de Alonso facilitó la vida al británico con una parada dos segundos más lenta. Todo el trabajo, en vano. En realidad, no había color. "Al final, creo que Hamilton era uno de los coches más rápidos en pista y tenerlo detrás era un poco simbólico. Sabía que, tarde o temprano, iba a adelantarme y no creo que eso afectase a nuestra carrera. Este domingo, iba mucho más rápido, ha hecho una carrera mejor y se merecía terminar delante. Pero me adelantó en los boxes, que quede claro".

"Una carrera fea"

A partir de entonces, se hizo patente la realidad actual de Aston Martin. Tras superarle en boxes, Hamilton le endosó casi 12 segundos en otras tantas vueltas, que ascendieron a 18 al llegar el segundo coche de seguridad tras el trompo de Sainz. Por no hablar de los McLaren y Verstappen, a los que Alonso solo podía ver con prismáticos.

El español hizo una carrera casi en solitario, aunque no por ello fácil ni pachorra. Al contrario, más parecía una guerra de trincheras y barro. "Ha sido una carrera fea, digámoslo así, de conducir. Nunca podías ir a límite del coche, no sabía el grip que había disponible", explicaba al terminar. "El circuito no tenía dos metros de ancho, porque fuera de la línea seca, podías chocarte. Ha sido una carrera donde las 70 vueltas han sido diferentes, con condiciones diferentes, tiempos diferentes, así que muy estresante, una carrera difícil de leer". Desde luego, pero también para los rivales a los que superaba en esta pista el pasado año, hoy lejos en el horizonte.

Al final, algunos puntos para Aston Martin que sabían como agua de oasis dados los antecedentes de Imola y Mónaco. Y en casa del jefe. "Me voy contento con los puntos tanto para Lance como para mí, sexto y séptimo es un buen botín para Aston Martin después de unas carreras difíciles que habíamos tenido".

El AMR24 ha mejorado en eficiencia aerodinámica, de aquí su mayor desahogo en las zonas rápidas del Gilles Villeneuve, y se pudo afinar la puesta a punto para sortear sus famosos pianos, pero el monoplaza ha perdido rumbo en otros apartados. Desde Aston Martin, reconocen tener claro el diagnóstico, pero también que será cuestión de meses la comprensión de las evoluciones en un monoplaza complejo de manejar para los pilotos en determinado tipo de curvas, aunque en Montreal se dulcificara su comportamiento.

"Vendrán circuitos mejores, otros peores, pero bueno, el siguiente, el de casa (España, próxima cita), no está marcado en el calendario, es de los reguleros". Alonso empezaba a poner la venda antes de la herida al terminar el Gran Premio de Canadá. "Así que a ver si podemos encontrar algo, en el equipo están intentando encontrar piezas nuevas para Barcelona, a ver si podemos dar una bonita sorpresa". La esperanza, como siempre, es lo último que se pierde. Pero en Montreal, de un año a otro…

"Quiero ganar esta carrera, tío", le decía hace un año Fernando Alonso a su ingeniero por la radio. Luchaba también a brazo partido con Max Verstappen y Lewis Hamilton en el Gran Premio de Canadá. Terminó segundo. Un año después, la vida se ha enredado para el asturiano y Aston Martin. La presente edición ha confirmado descarnadamente la pérdida de estatus del equipo británico en la actual jerarquía de la Fórmula 1.

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