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Ferrari enseña a Ferrari el camino tras su dramática victoria en las 24 Horas de Le Mans
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doble victoria consecutiva tras 50 años

Ferrari enseña a Ferrari el camino tras su dramática victoria en las 24 Horas de Le Mans

La marca italiana ha sido capaz de superar a Toyota y al resto de los rivales tras una extraordinaria y épica actuación. La agonía duró hasta el último minuto de una loca carrera que llevó a la gloria al español Miguel Molina

Foto: Ferrari, con Miguel Molina, lograba una épica victoria en las pasadas 24 Horas. (EFE/Christophe Petit Tesson)
Ferrari, con Miguel Molina, lograba una épica victoria en las pasadas 24 Horas. (EFE/Christophe Petit Tesson)

Con su última victoria en las 24 Horas de Le Mans, Ferrari ha ganado en el mismo año dos de las tres pruebas de la Triple Corona. Imposible la tercera, porque no participa en las 500 Millas de Indianápolis. El balance es extraordinario para la marca italiana. Aunque mientras un gran premio es una batalla, las 24 Horas es la gran guerra, el gran objetivo de toda una temporada.

Tras 50 años de ausencia, Ferrari volvía en 2023 y triunfó inesperadamente en el retorno. Ha repetido en la reciente edición, una de las más duras e intensas de las últimas décadas. La eficacia y competitividad de la filial dirigida por Antonio Coletta se ha convertido en un espejo para Fred Vasseur.

¿Está dejando en evidencia Ferrari Hypercar a Scudería Ferrari? Formula 1 y Le Mans son mundos opuestos, pero Vasseur tiene motivos para mirar con envidia sana a su colega de las 24 Horas de Le Mans.

Una carrera dramática hasta el último minuto

Lluvia, condiciones mixtas y cambiantes, decisiones cruciales en segundos, estrategias que se iban al garete con una meteorología caprichosa, gran igualdad de ritmo de diferentes equipos, pero que variaba según el día, la noche o la temperatura, fiabilidad de la máquina, más de veinte paradas en boxes, errores de los pilotos o los equipos en boxes…Y, además, la suerte de tu lado.

Para rendir y ganar en las 24 Horas de Le Mans se debe sobresalir en cada apartado. Al menor error en alguno, adiós. La pasada edición sublimó por su brutal dureza y condiciones la fama de esta mítica carrera, en la que la marca italiana ha ganado por segunda vez consecutiva después de cinco décadas de ausencia.

Tras una titánica lucha contra la prueba misma y luego sus rivales, Ferrari lideraba con medio minuto de ventaja a falta de dos horas. De repente, la puerta derecha del 499P se abrió inesperadamente. Dirección de Carrera obligó a parar en boxes al coche de Miguel Molina. Todo parecía perdido. Ferrari reaccionó brillantemente y llenó el depósito de combustible lo justo para intentar llegar a la meta sin tener que parar de nuevo y perder la victoria, con Toyota siempre mordiendo los talones.

Niklas Nielsen mimó el acelerador magistralmente y bajo una presión brutal. Tras una agónica cuenta atrás, el Ferrari numero 50 llegó a la meta con solo un 2 por ciento de energía, literalmente en la reserva. El Toyota entró a 14 segundos, tras 24 horas de dramática carrera.

Meritocracia o equilibrio

Comparar un gran premio de Fórmula 1 con las 24 Horas de Le Mans sería tanto como equiparar una carrera de 1.500 metros y una maratón. Exigencias y retos radicalmente diferentes. Ni las máquinas ni los factores en juego tienen nada en común. Pero siempre es crucial una organización impecable y competitiva. En este sentido, Ferrari Hypercar está brillando comparativamente mejor que su hermano de la Fórmula 1.

Cierto es que las dos filiales deportivas se enfrentan a reglamentos muy diversos. La Fórmula 1 no cuenta con un sistema de compensación (BOP, Balance of Performance) que en Le Mans intenta equilibrar plataformas y motorizaciones de distinta naturaleza, incluyendo sistemas híbridos. Peso, potencia por encima y debajo de 250 km/h, energía para cada relevo… Antes de cada carrera, la FIA y el ACO 'retocan' las prestaciones de cada coche para buscar la máxima igualdad de prestaciones posible. Imagínese algo parecido tras cada gran premio y nuevo circuito.

Este sistema tan rechazado en la Fórmula 1 ha facilitado que nueve fabricantes diferentes (10, con Aston Martin en 2025) se incorporen a una categoría que permite competir tanto en el IMSA americano como en la carrera francesa y el Mundial de Resistencia a costes relativamente asumibles para el retorno de sus inversiones. Pero esta igualdad exige lograr ganancias marginales en infinidad de áreas para poder ganar en una carrera como las 24 Horas de Le Mans.

Destronar al rey

Podría argumentarse a favor de la Fórmula 1 una superior meritocracia respecto a las 24 Horas o el WEC. Sin embargo, una carrera de larga duración arroja a los equipos una enorme cantidad de variables desafíos. Ferrari batía ya en su retorno en 2023 a varios rivales pero, sobre todo, a Toyota, dominador en la disciplina y la carrera en los últimos años.

Desde que Fernando Alonso ganó con Toyota en 2018, el fabricante nipón lograba cinco victorias consecutivas en las 24 Horas, además de los títulos en el Mundial de Resistencia. Con décadas de experiencia en la carrera francesa, compite aquí de forma continuada desde 2012. Ferrari se enfrentaba así en 2023 a una organización perfectamente engrasada para rendir y ganar en esta singular prueba.

Un botón de muestra de la complejidad: el fabricante japonés perdió en 2016 su primera victoria a falta de cuatro minutos para terminar, y por una brida cuyo precio no superaba los 5 euros. Así es Le Mans, y Ferrari estuvo a punto de sufrir la derrota por ese otro nimio incidente de la puerta el pasado domingo.

La marca italiana ha hecho gala de pragmatismo y extraordinaria eficacia en un corto espacio de tiempo. A finales de 2022, Ferrari creaba y desarrollaba su coche, y para el trabajo en pista se unía a AF Corse, la estructura privada con la que colaboraba en sus anteriores proyectos deportivos. Sus técnicos han creado una máquina muy competitiva, con una capacidad organizativa y operativa, comparativamente, de mayor eficacia que su homólogo de la Fórmula 1.

Desde la victoria en las 24 Horas de Le Mans, Ferrari también es aspirante ahora al título del Mundial de Resistencia. Seguro que Fred Vasseur llegará al Gran Premio de España ondeando a los suyos la foto de los ganadores de las 24 Horas de Le Mans.

Con su última victoria en las 24 Horas de Le Mans, Ferrari ha ganado en el mismo año dos de las tres pruebas de la Triple Corona. Imposible la tercera, porque no participa en las 500 Millas de Indianápolis. El balance es extraordinario para la marca italiana. Aunque mientras un gran premio es una batalla, las 24 Horas es la gran guerra, el gran objetivo de toda una temporada.

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