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Fernando Alonso y las décimas mágicas que no bastan en Barcelona para pasar el corte
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DÉCIMO PUESTO EN PARRILLA

Fernando Alonso y las décimas mágicas que no bastan en Barcelona para pasar el corte

Se antojaba muy difícil entrar entre los diez primeros de la fase final de la clasificación para la parrilla del Gran Premio de España. El piloto español lo dio todo pero no fue suficiente

Foto: Fernando Alonso saluda a la afición en el GP de España. (Reuters/Thomas Coex)
Fernando Alonso saluda a la afición en el GP de España. (Reuters/Thomas Coex)

Tal y como anticipábamos en El Confidencial hace dos días, el Circuit de Barcelona-Catalunya es uno de los peores escenarios en 2024 para el Aston Martin de Fernando Alonso. Todas las flaquezas del monoplaza británico quedan más en evidencia que en ningún otro lugar. El único clavo ardiendo al que cabía agarrarse era el aceptable rendimiento del AMR24 a una vuelta. El objetivo era entrar en la Q3, pero por apenas unas milésimas no se pudo lograr.

La penalización que arrastraba el mexicano Checo Pérez del Gran Premio anterior supuso que la undécima posición de Fernando Alonso se convirtiera en el décimo puesto en parrilla para la carrera. Aunque fuera de rebote, se logró el objetivo de comenzar la carrera entre los diez primeros. Eso, al parecer, es lo máximo a lo que se podía aspirar.

Los entrenamientos libres de viernes y sábado habían ofrecido una película muy fidedigna del nivel de competitividad de cada equipo. Se sabía que los Alpine estaban un punto por encima del resto. Salvo los Williams, que en Barcelona se les veía inexplicablemente perdidos, los Haas, los Racing Bulls y los Sauber estaban muy parejos en competitividad a los Aston Martin. Por tanto, Alonso, ante su afición, cumplió con creces.

"Estábamos algo pesimistas antes del inicio de la sesión clasificatoria", explicó Fernando. "Tenemos que estar satisfechos con la décima posición. Fue una clasificación muy cerrada con apenas unas décimas entre muchos coches". Y tan cerrada habría que decir: 19 milésimas separó al piloto español de Esteban Ocon para haber podido pasar el corte final de la clasificación. Lance Stroll, su compañero de equipo, la decimocuarta plaza, apenas tres décimas por detrás.

Las dos o tres décimas mágicas

Esas dos o tres décimas de distancia entre coches iguales es el plus que suele aportar Fernando Alonso. Es la pequeña, pero clave diferencia que eleva lo bueno a la categoría de excepcional. Y no bastó para intercalarse, al menos por delante de uno de los dos Alpine. "Estaban por delante de nosotros en Mónaco, estuvimos muy cerca en Canadá y aquí están solo media décima por delante", dijo Alonso. "Las cosas deberían volver a la dirección correcta, pero todavía pasarán algunas carreras".

“Lo tenemos todo claro", prosiguió el bicampeón mundial, "pero no tenemos la máquina del tiempo para volver atrás o para hacer piezas nuevas del coche de un día para otro. Van a ser carreras un poco de sufrimiento, tanto esta de Barcelona como Austria y Silverstone. En este triplete, será difícil incluso coger puntos, pero ojalá a partir de Hungría empiece un nuevo campeonato".

El problema que fundamenta las pocas esperanzas para Aston Martin estas tres próximas carreras tiene su base en la imposibilidad de tener buen ritmo de carrera a consecuencia del alto ritmo de degradación de neumáticos del AMR24. Aun así, el piloto de Oviedo trata de ver el vaso medio lleno. "Esperamos muchas paradas mañana (por hoy), mucha degradación, una degradación extrema, así que tendremos que estar muy atentos. Tenemos todas las opciones, tenemos blandos, tenemos medios, tenemos duros. Al no entrar en la Q3 tenemos un juego de blandos nuevo para mañana".

Arriesgar con la estrategia

Es inevitable, en situaciones como la actual, fiar tu suerte en carrera a un golpe de efecto como pueda ser la entrada de un coche de seguridad. No sería de extrañar, por tanto, una estrategia de carrera muy arriesgada. Incluso a tres paradas a la espera de que los acontecimientos remen a favor del asturiano. Pero, más allá de buscar el factor suerte, es que quizá no haya más remedio, porque el Aston Martin es uno de los coches que más degrada sus cubiertas.

El final de carrera, si no aparece la lluvia, se les va a hacer muy largo a muchos equipos y van a tener que dosificar mucho su ritmo. Aston Martin va a perder casi con seguridad mucho más, tratando de mantenerse en pista que haciendo una parada extra. Barcelona es uno de los circuitos donde menos tiempo se pierde pasando por boxes, así que no es nada descabellado correr el riesgo de ir a una parada más que sus rivales directos.

Con lluvia o no, el ambiente en Barcelona será excepcional. Porque, con opciones a victoria o sin ellas, es impresionante ver en las gradas lo que sigue moviendo Fernando Alonso en la afición española. El objetivo del ovetense es puntuar y de lograrlo sus incondicionales lo celebrarán a lo grande. Como si tienen que calarse hasta los huesos. Si Fernando prefiere que llueva, los aficionados rezarán para que diluvie. Todos siguen expectantes ante la posibilidad de que aparezca la magia.

Tal y como anticipábamos en El Confidencial hace dos días, el Circuit de Barcelona-Catalunya es uno de los peores escenarios en 2024 para el Aston Martin de Fernando Alonso. Todas las flaquezas del monoplaza británico quedan más en evidencia que en ningún otro lugar. El único clavo ardiendo al que cabía agarrarse era el aceptable rendimiento del AMR24 a una vuelta. El objetivo era entrar en la Q3, pero por apenas unas milésimas no se pudo lograr.

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