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El primero de los tres pasos del calvario para Fernando Alonso se cumplió en Barcelona
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UNA CARRERA DE MUCHO SUFRIMIENTO

El primero de los tres pasos del calvario para Fernando Alonso se cumplió en Barcelona

Tal y como se preveía, el Gran Premio de España iba a ser una de las carreras más difíciles de la temporada para Aston Martin. La duodécima plaza final es el reflejo de las complicaciones

Foto: Fernando Alonso, durante el GP de España. (Europa Press)
Fernando Alonso, durante el GP de España. (Europa Press)

Es una decepción que resume el estado de ánimo que transmite Fernando Alonso en estos momentos. No tener ningún punto corriendo delante de tu afición ni ritmo en todo el fin de semana desanima hasta alguien tan peleón como es el piloto español. La degradación de los neumáticos hacía inviable cualquier planteamiento que permitiera entrar en los puntos a menos que los equipos por delante tuvieran problemas. Sin accidentes, sin abandonos y sin lluvia, a lo más que se podía aspirar era a la 12ª plaza.

"Es lo que hay", reconoció un Fernando Alonso algo abatido. "Sabíamos que iba a ser un fin de semana complicado y lo ha sido, como lo serán Austria y Silverstone. Es un momento complicado, estamos aprendiendo muchas cosas, pero tardarán en llegar soluciones. Queríamos poner todo, pero al final intentas empujar una décima más y desgastas más los neumáticos y empiezas a ir más lento cuando quieres ir más rápido. Carrera muy frustrante, pero no te vas a retirar y decir que corro la próxima".

En otros momentos en los que la parrilla no estuviera tan ajustada, no sería tan evidente el descalabro. Pero en un circuito como Barcelona donde equipos y pilotos corren de memoria no hay margen para sorpresas. El Aston Martin tiene un problema fundamental de diseño en el tren delantero, y en la pista catalana es donde de forma más dramática se percibe el efecto. El coche tiene siempre a irse mucho de morro y para solucionarlo necesitas cargar más el alerón frontal. Cuando haces esto, la parte trasera del coche se vuelve muy nerviosa y, por tanto, la conducción se hace crítica.

Bastaba apostarse el viernes en la curva cinco del circuito, una curva de izquierdas en bajada donde es muy fácil perder el vértice de la trazada. Los pilotos de McLaren, como todos los demás, perdían en ocasiones la línea ideal de la curva. Pero se veía como de una forma progresiva, sin brusquedades, se recuperaban. Ver a Fernando Alonso y Lance Stroll pasar en esa curva era la prueba del algodón de la tortura que ha debido suponer el pilotar un Aston Martin en el circuito de Barcelona.

placeholder La curva 5 expuso las carencias del Aston Martin. (Europa Press/Florent Gooden)
La curva 5 expuso las carencias del Aston Martin. (Europa Press/Florent Gooden)

Sin ritmo desde el principio

"Desde la salida perdíamos posiciones", admitía el de Oviedo. "Lo peor es no tener ritmo, Barcelona no miente y te dice dónde estás. Si tienes ritmo, luego recuperas, pero es que no lo teníamos. No teníamos agarre e íbamos patinando en las curvas. Aparte de no ir rápido, nos comíamos los neumáticos". El mal está identificado perfectamente, pero un problema de base de un coche no se soluciona con evoluciones. Es preciso acometer reformas de calado y de ahí que el propio Fernando advierta que es algo que tomará tiempo.

Según el bicampeón mundial, el tiempo de hacer promesas ha terminado y ahora es el momento de ponerse manos a la obra. "Es muy difícil conducir el coche. Tenemos que aceptarlo. Vamos a hacer todo lo posible para poder ganar espero en un futuro cercano, pero antes de poder correr, tienes que ser capaz de caminar, y por el momento ni siquiera sabemos cómo hacerlo. Así que es un proceso que va a ir paso a paso".

"Todo lo de hoy pone un poco en valor la crono. Teníamos que estar muy contentos de salir el 11º, porque creíamos que íbamos a estar luchando por la Q1 y en la carrera hemos visto que efectivamente esa era nuestra posición". Cuando el neumático es nuevo y el coche está descargado de gasolina, el efecto de la degradación no se nota y las carencias del coche no salen a la luz, pero una vez que hay que rodar en ritmo de carrera, el abrasivo asfalto de la pista catalana pasa factura.

Sin alegrías para la afición

Para un piloto de la trayectoria de Fernando Alonso, encontrarse en esta situación es desmoralizante a tope, pero si le duele de forma especial es porque ocurra delante de sus seguidores. "Te muestran un apoyo incondicional desde el jueves, incluso hoy, en la vuelta que venía de camino a boxes, se veía una fiesta en todas las gradas", admitía triste Fernando. "Vienen a disfrutar y ojalá podamos volver el año que viene más fuertes y en lo que queda de año, aunque no puedan estar en el circuito, que por la tele lo puedan disfrutar también"

Fernando hasta ahora ha sido muy comedido en las críticas a su equipo frente a su incapacidad de hacer un coche competitivo, pero se nota que su paciencia se está agotando: "Espero progresos, pero lo esperaba también el año pasado y al comienzo de esta temporada. Y no, tampoco hay mejoras en las próximas carreras. Austria y Silverstone también van a ser dos fines de semana difíciles para nosotros. Nada mágico va a suceder de aquí a Austria, por lo que sumar puntos será muy difícil. Aunque, por supuesto, haremos todo lo que podamos".

En un equipo en construcción como Aston Martin, el problema no solo radica en el mayor o menor acierto de su ingeniería, sino también en el funcionamiento de sus medios técnicos. El nuevo simulador necesita aún mucho trabajo de correlación y el nuevo túnel de viento no entra en funcionamiento hasta después del verano. En definitiva, no se pueden esperar por desgracia milagros en el futuro inmediato. Salvo que caiga en forma de agua en Austria e Inglaterra. De no ser así quedan dos pasos más de calvario para Fernando.

Es una decepción que resume el estado de ánimo que transmite Fernando Alonso en estos momentos. No tener ningún punto corriendo delante de tu afición ni ritmo en todo el fin de semana desanima hasta alguien tan peleón como es el piloto español. La degradación de los neumáticos hacía inviable cualquier planteamiento que permitiera entrar en los puntos a menos que los equipos por delante tuvieran problemas. Sin accidentes, sin abandonos y sin lluvia, a lo más que se podía aspirar era a la 12ª plaza.

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