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La partida de ajedrez en Ferrari entre Sainz y Leclerc vuelve a equilibrarse en Austria
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UN FIN DE SEMANA POSITIVO

La partida de ajedrez en Ferrari entre Sainz y Leclerc vuelve a equilibrarse en Austria

El piloto español necesitaba un fin de semana donde recuperara puntos a su compañero de equipo y demostrar que puede rodar más rápido que él. Un tercer puesto de mucho mérito

Foto: Carlos Sainz, en el Gran Premio de Austria. (Reuters/Leonhard Foeger)
Carlos Sainz, en el Gran Premio de Austria. (Reuters/Leonhard Foeger)

Una vez que ha quedado claro que Ferrari no es candidato al Mundial, la motivación principal de sus pilotos es quedar por delante de su compañero de equipo. Para Charles Leclerc, piloto que continuará en la escudería, es clave despejar dudas acerca de si es el indiscutible líder que necesita el equipo italiano. Para Carlos Sainz, cuantos más fines de semana tenga como el vivido en Austria, su reputación y cotización en el mercado no hará más que subir. Por eso para ambos hay mucho en juego.

Charles Leclerc no tuvo suerte durante el gran premio, porque el toque con Oscar Piastri comprometió sus opciones desde el mismo momento de la arrancada. Pero el monegasco no puede achacar a ese lance de carrera que fuera superado por el español. Sainz fue más rápido en todo momento durante el fin de semana, tanto en los entrenamientos clasificatorios para el sprint como en la carrera. Y en ritmo, en el vuelta a vuelta también fue superior.

Hay que tener en cuenta que el trazado de Red Bull Ring es de los más pequeños del campeonato. Una décima de ventaja es más significativa que otros circuitos. En clasificación, Sainz aventajó a Leclerc en algo más de dos décimas y sirve de perfecto ejemplo, de por qué en este circuito el madrileño tenía el coche más por la mano que su compañero. Entre los puntos sumados en la carrera corta del sábado y el gran premio, la distancia en la tabla de puntos se ha reducido ahora a apenas 15 puntos.

"Un podio es un podio", reconoció Sainz al acabar la carrera. "Ha sido un fin de semana complicado para el equipo, pues estábamos un paso claro por detrás de Red Bull y McLaren y medio paso por detrás de Mercedes. Hemos conseguido arañar el podio, así que contento con como han ido las cosas". Un podio, efectivamente, logrado un poco de rebote, pero muy trabajado porque de entrada para lograrlo había que dejar atrás como mínimo dos coches claramente más rápidos que su Ferrari.

placeholder La satisfacción de Sainz era visible. (Europa Press/Xavi Bonilla)
La satisfacción de Sainz era visible. (Europa Press/Xavi Bonilla)

Aguantando el ritmo

Los momentos más difíciles para Carlos fueron a comienzo de la carrera, cuando la presión de Lewis Hamilton se hizo más dura. El británico, primero, tuvo que devolver la posición que había ganado al español al superarle fuera de los límites de pista en la primera curva. Pero luego quizá acusó el sobreesfuerzo al que sometió a sus neumáticos. En esas difíciles vueltas, en las que había que rodar lo suficientemente rápido para no perder la rueda de Russell y al mismo tiempo no abrasar los neumáticos, estuvo la clave del podio.

La esperanza de un posible sorpasso giraba en torno al juego de neumáticos medios que puso Sainz, frente a los de compuesto duro que puso Russell en la última parada. El optimismo se basaba en que los neumáticos medios habían dado por lo general mejor rendimiento que el duro. Sin embargo, aunque por unas vueltas la distancia entre ambos se estrechó, en las finales no había mordiente suficiente ni para plantear el ataque al británico, ni tampoco para contener a un Oscar Piastri que venía con su McLaren con mucho más ritmo por detrás.

"He luchado todo lo que he podido por intentar aguantar a Russell, he podido ir más rápido que Hamilton, más rápido que Pérez. Ha sido un fin de semana sólido, pero queremos más", dijo con cierto lamento Sainz. Ferrari pasa en esta fase del campeonato por uno de esos bajones tradicionales de competitividad, donde pasan de tener un coche ganador a perder el tren en el ritmo de las evoluciones.

En realidad, Max Verstappen es más vulnerable ahora por la irresistible ascensión de McLaren, no porque Red Bull haya tenido una alarmante caída de competitividad. El hecho es que tanto Mercedes, y sobre todo Ferrari, están donde suelen estar estos últimos años. Es decir, cerca, pero no a la altura de Red Bull. Y no estar donde está McLaren es el verdadero pecado de los de Maranello.

El problema de las evoluciones

"Me gustaría (para Silverstone) estar delante de Mercedes", afirmó Carlos. "Ya son dos carreras que nos ganan, donde el primer Mercedes queda por delante del primer Ferrari y eso es lo que más me preocupa, porque a principio de temporada ni les mirábamos. Vamos a luchar fuerte en la fábrica para traer algo que nos ayude en estos circuitos de alta velocidad, porque está claro que (ahora) estamos sufriendo". El Ferrari de las primeras carreras demostraba velocidad en pistas rápidas y lentas. Si ahora en las rápidas sufre es justo por ese motivo: pocos progresos a nivel de evolución del coche.

Sainz reconoció que el objetivo del fin de semana era, como mínimo, ganar a uno de los Mercedes. Por tanto, un tercer puesto, aunque fuera por carambola, es un resultado positivo y una buena recompensa para nosotros después de lo que se preveía que iba a ser un fin de semana difícil. "Nuestro ritmo hoy no ha sido malo, pero, desafortunadamente, después de la caída de rendimiento del tren delantero, no pude hacer mucho para mantener a Piastri con su McLaren detrás".

Silverstone, por otra parte, no es cualquier carrera para Carlos Sainz. Es el escenario donde logró su primera victoria como piloto de Fórmula 1. Ningún sitio mejor para seguir apretando las clavijas a Leclerc. De ser de nuevo más rápido que él y que Lewis Hamilton siga sin ofrecer lo mejor de su recital, más de uno va a empezar a preguntarse cosas en Italia. Tu principal rival siempre se dice que es tu compañero de equipo y ahí radica la verdadera importancia del podio logrado ayer en Austria.

Una vez que ha quedado claro que Ferrari no es candidato al Mundial, la motivación principal de sus pilotos es quedar por delante de su compañero de equipo. Para Charles Leclerc, piloto que continuará en la escudería, es clave despejar dudas acerca de si es el indiscutible líder que necesita el equipo italiano. Para Carlos Sainz, cuantos más fines de semana tenga como el vivido en Austria, su reputación y cotización en el mercado no hará más que subir. Por eso para ambos hay mucho en juego.

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