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Hamilton llora de emoción en Silverstone y gana una carrera de Fórmula 1 dos años después
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Mercedes despierta

Hamilton llora de emoción en Silverstone y gana una carrera de Fórmula 1 dos años después

Mercedes logró su segunda victoria consecutiva tras conseguir frenar a Verstappen y aprovechar los errores de McLaren. Russell abandonó, pero Hamilton venció y el neerlandés fue segundo. Norris completó el podio

Foto: El británico volvió a ganar. (EFE/Peter Powell)
El británico volvió a ganar. (EFE/Peter Powell)

Lewis Hamilton volvió a ganar una carrera de Fórmula 1 tras más de dos años sin hacerlo. El piloto británico no pudo contener las lágrimas y desató el delirio en las gradas de Silverstone para sumar su 104 triunfo a bordo de un monoplaza. El público inglés, que soñó con ver a tres británicos colmando el podio del Gran Premio de Gran Bretaña como en la clasificación, finalmente vio cómo Max Verstappen se coló en la segunda posición, justo por delante de Lando Norris. McLaren falló en su estrategia y Mercedes acertó con la de Hamilton pese al abandono de Russell por un problema en su monoplaza. Sainz fue quinto y Alonso, octavo.

Max Verstappen fue por faena desde el primer momento. El neerlandés, con muchos problemas durante la clasificación del sábado y un coche magullado, salió lanzado el domingo para ganar la tercera posición de Lando Norris. El piloto británico cedió ante la agresividad del tricampeón del mundo en un adelantamiento preciso y fantástico y, aunque luego trató de devolverle el mordisco en la segunda vuelta, no pudo lograrlo. En la retina de Norris todavía queda la maniobra temeraria de Verstappen que provocó un pinchazo en Austria y su abandono.

La salida de Silverstone fue muy limpia en la cabeza de la tabla. Fernando Alonso, décimo en un inicio, tuvo un GP de Silverstone muy movido. El asturiano se tocó con Alex Albon y sufrió el tapón de Hulkenberg, con lo que se quedó décimo tras el gran arranque de Leclerc, aupado a la octava plaza. Por su parte, Sainz subió un puesto en la parrilla para ser sexto. Solo Stroll se colaba entre los dos Ferraris, con una defensa notable frente al avance del monegasco.

Llegada la vuelta 8, la carrera se había estabilizado con los dos Mercedes al frente de la clasificación, aunque la lluvia amenazaba la aparente tranquilidad de la carrera. Las condiciones cambiantes del Gran Premio de Silverstone, tan habituales y presentes durante todo el fin de semana, provocaron que los pilotos pasaran de una pista seca a mojada, con lo que el timming a la hora de cambiar los neumáticos iba a ser vital.

McLaren se exhibe ante Mercedes

Las primeras gotas cayeron en la vuelta 15, justo cuando Norris se lanzó a la yugular de Verstappen. El británico adelantó al neerlandés con una facilidad pasmosa, tirándose desde muy lejos. El McLaren, en plena vuelta rápida, recuperó su posición inicial y superó totalmente al tricampeón del mundo. Los tres británicos volvían a liderar la parrilla, con Russell en lo más alto de Silverstone.

Lo peor para Verstappen no había acabado. Piastri, igual que había hecho Norris instantes anteriores, rebasó a Verstappen por dentro en la vuelta 18. El público explotó cuando Hamilton pasó a Russell para colocarse al frente de la clasificación y cuando George intentó recuperar su plaza, ambos monoplazas se salieron de la pista. Fue entonces cuando McLaren demostró un poderió exraordinario, ya que Norris se coló entre ambos para ponerse segundo con la lluvia aderezando el Gran Premio.

El de McLaren también superaría al Mercedes de Hamilton, mientras Piastri se aupó a la tercera plaza hasta lograr liderar la carrera, justo por detrás de Norris. En la vuelta 20, la mayoría de monoplazas cambiaron sus neumáticos. Por su parte, Alonso subió a la octava posición y Sainz siguió sexto, muy cerca de Verstappen. El Red Bull del tricampeón del mundo caía a plomo y perdía velocidad, mientras Checo Pérez advertía a su equipo que el cambio de neumático había llegado demasiado pronto... como para Leclerc, ambos hundidos al fondo de la parrilla.

Un mazazo para Russell

La lluvia se escabulló... para volver un poco más tarde. En la vuelta 25, Leclerc se salió de la pista, justo cuando llovía de nuevo. Sainz se tiró a por Verstappen y el neerlandés se defendió con uñas y dientes. Los dos pilotos entraron para cambiar neumáticos, mientras los Mercedes se acercaban a los McLaren y Alonso sufría en la pista.

El carrusel de paradas acabó con un undercut de Verstappen a Russell y Piastri, sin parar. Los McLaren entraron tarde y Verstappen, cuarto, y Hamilton, tercero, se frotaban las manos. Piastri paró en la vuelta 29 y salió por detrás de la quinta plaza de Sainz. Norris, Hamilton y Verstappen ocupaban las tres primeras plazas. Los neumáticos se degradaban y la lluvia desapareció antes de lo previsto, con lo que las ruedas se sobrecalentaron.

En la vuelta 35, Russell se retiró por problemas en su coche y Sainz ascendió a la cuarta plaza. Solo dos vueltas después, Hamilton empezó a recortar tiempo respecto a Norris, cuando el sol brotó en Silverstone. Hamilton y Verstappen pararon en la vuelta 39, con neumáticos duros para el neerlandés y blandos para el inglés, mientras Norris y Sainz se quedaron en pista y lideraban la carrera.

El español paró una vuelta después, esta vez con neumáticos duros... y entrando tarde para ser quinto, cuando Norris tardó en una mala parada. A 12 vueltas para el final y con multitud de estrategias, Hamilton se colocó primero, Norris era segundo y Verstappen, tercero. Con todo abierto a siete vueltas para el final, los tres puestos se comprimieron y Verstappen, que venía como un tiro, superó a Norris en la batalla por el segundo puesto. Con Alonso en la octava posición Sainz en la quinta plaza, el madrileño buscó la vuelta rápida y se la llevó. Hamilton ganó para que Mercedes se lleve su segunda victoria consecutiva, Verstappen fue segundo y Norris cerró el podio.

Lewis Hamilton volvió a ganar una carrera de Fórmula 1 tras más de dos años sin hacerlo. El piloto británico no pudo contener las lágrimas y desató el delirio en las gradas de Silverstone para sumar su 104 triunfo a bordo de un monoplaza. El público inglés, que soñó con ver a tres británicos colmando el podio del Gran Premio de Gran Bretaña como en la clasificación, finalmente vio cómo Max Verstappen se coló en la segunda posición, justo por delante de Lando Norris. McLaren falló en su estrategia y Mercedes acertó con la de Hamilton pese al abandono de Russell por un problema en su monoplaza. Sainz fue quinto y Alonso, octavo.

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