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Fernando Alonso en Silverstone o cuando la inspiración no llega sin motivación
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SIN CHISPA Y SIN SUERTE

Fernando Alonso en Silverstone o cuando la inspiración no llega sin motivación

No se puede decir que el piloto español hiciera una mala carrera en Silverstone, pero en condiciones difíciles, no emergió el genio que le hace especial. Y es comprensible

Foto: Fernando Alonso no brilló en las condiciones difíciles, como en el es habitual. (Aston Martin)
Fernando Alonso no brilló en las condiciones difíciles, como en el es habitual. (Aston Martin)

En el pasado, cuando se llevaban más de diez carreras y se pasaba el Gran Premio de Gran Bretaña, el final del campeonato del mundo se vislumbraba en el horizonte. En 2024 aún queda más de medio campeonato por delante y por ello, en Aston Martin es difícil mantener el optimismo. Ni el coche ni el equipo están rindiendo lo que se esperaba de ellos. "Podemos mejorar, pero las posiciones a las que optamos son esas, entre el octavo y el noveno puesto", comentaba Fernando Alonso al final de la carrera. Más claro, el agua.

Después de los desastrosos Grandes Premios de España y Austria, la mejoría vivida en Silverstone es evidente. Pero acabar séptimos y octavos es mucho menos de lo que se esperaba del equipo británico y por supuesto de lo que esperaba Fernando Alonso. Aston Martin debería estar donde hoy día está McLaren, que es un equipo cliente de Mercedes, igual que ellos. La excusa de que el coche nació con problemas de juventud no sirve, porque el propio equipo oficial AMG Mercedes también empezó la temporada con el paso cambiado y en las dos últimas carreras hacen pole positions y luchan por victorias.

"Entendimos algunos errores que cometimos en España y Austria. Ahora hemos vuelto a nuestra situación que teníamos más o menos en Imola", explicaba Fernando acerca del rendimiento de su coche. "McLaren es un coche top, Mercedes estamos viendo que ha mejorado muchísimo y está en condiciones de ganar. Ferrari creemos que es uno de los mejores coches, o el mejor coche hasta Barcelona por lo menos, y de Red Bull qué vamos a decir". El asturiano asume que los mencionados equipos son muy superiores y que acabar por delante de alguno de ellos es francamente difícil.

A veces se le critica a Fernando por ser cañero con su equipo, pero no me negarán que es preferible 1.000 veces eso a verle resignado. La verdad es que Fernando no es más exigente en público con su equipo de lo que lo pueda ser un Hamilton o un Verstappen, pero algo de desmotivación o de resignación si se percibe en el lenguaje corporal del asturiano de unas carreras a esta parte. Y no es para menos. Malo es que el coche no esté a la altura, pero peor es aún, por ejemplo, que el equipo te saque a clasificar a destiempo, cuando había opciones de lograr un buen puesto en parrilla, como ocurrió el sábado en el momento decisivo de la sesión clasificatoria.

Reconociendo fallos

"Fue una carrera complicada de leer y de entender cuando vamos los dos coches juntos", admitió Alonso." Uno a veces acierta y otro se equivoca, o uno tiene más suerte y otro tiene menos. Nos tocó tener un poco menos, pero bueno, tuvimos ritmo toda la carrera que es lo importante, tanto en seco como en mojado". Aunque el bicampeón mundial quería ver el vaso medio lleno, no se escondió y admitió que algo de culpa tuvo él en que el resultado no fuera mejor.

De haberlo hecho todo bien, Fernando habría acabado delante de su compañero de equipo Lance Stroll y de Nico Hulkenberg, pero se equivocó entrando una vuelta a destiempo a cambiar neumáticos. En situaciones donde la pista pasa de seco a mojado y viceversa, el timming de entrada es crucial, porque las diferencias que pueden obtenerse en una vuelta son sustanciales. La intuición decía al asturiano que era mejor permanecer en pista y no precipitarse, pero la jugada salió mal.

placeholder El asturiano, este fin de semana. (DPPI/AFP7)
El asturiano, este fin de semana. (DPPI/AFP7)

"Es tener (o no) suerte", se lamentaba Fernando. "Paré una vuelta más tarde de lo debido. La pista estaba muy seca para intermedios aún. Si no llueve más vale. Porque coges esa vuelta extra que fuiste más rápido, pero si luego empieza a llover, los que cambiaron los intermedios, por ejemplo las destrozaron, pero no llovió más y no pude aprovechar las ruedas que estaban en mejor estado". Como señalaba el piloto de Aston Martin, es posible que, sin esa circunstancia, hubieran acabado delante de Nico Hulkenberg, pero, aun así, no es suficiente explicación al anodino resultado.

Las cambiantes condiciones climatológicas que se vivieron durante el Gran Premio de Gran Bretaña son el contexto ideal para que Fernando Alonso saque su grandeza. La clave de la victoria de Lewis Hamilton tuvo mucho que ver con la dificultad añadida de la lluvia intermitente. Pero la diferencia clave quizá estuvo en que el británico ante su público y con un coche competitivo encontró una motivación que llevaba una temporada alicaída. Fernando tiene una increíble capacidad de automotivarse, pero no hay que olvidar que es humano.

placeholder La mirada de Fernando Alonso ultimamente denota cierta desmotivacion. (Aston Martin)
La mirada de Fernando Alonso ultimamente denota cierta desmotivacion. (Aston Martin)

Una cuestión mental

Muchos de los que se apresuraban a jubilar anticipadamente a Lewis Hamilton tendrán que tragarse sus palabras ante la exhibición del siete veces campeón del mundo. Ayer vimos sin duda al Lewis de las grandes ocasiones ejemplificando de la mejor forma posible hasta qué punto tiene que ver sentirse poderoso a nivel mental para que salga lo mejor del repertorio. En el reverso de la moneda puede que esté en estos momentos Checo Pérez, cuyo descalabro competitivo es tan notorio como desconcertante. No puede haber otra explicación que una cuestión psicológica.

Pero una cosa es que te falte gasolina en el motor de la inspiración y otra ser derrotista. Fernando dejó caer una pulla al equipo por el pésimo rendimiento mostrado en Barcelona y el Red Bull Ring. "Es una pena que las últimas carreras las hiciéramos tan mal con nuestros experimentos", afirmó. Es decir, parece que la cosa no va tanto de las carencias del coche que parece ya estar identificadas, sino del desbarajuste técnico a la hora de buscar soluciones. Eso es lo que parece haberle molestado más.

La mejora de Aston Martin este último Gran Premio sin ser espectacular sí ha sido evidente. Si no ha habido un paquete de evoluciones relevante, tiene pinta que la cosa va más por no hacer inventos raros, sino por centrarse en lo básico. "Íbamos relativamente bien, como íbamos más o menos antes de Barcelona, detrás de los cuatro grandes, pero pudiendo coger puntos cada carrera y a ver si volvemos a esa senda a partir de ahora". Ojalá que Hungría en dos semanas aporte a Fernando un chute de motivación importante porque lo necesita.

En el pasado, cuando se llevaban más de diez carreras y se pasaba el Gran Premio de Gran Bretaña, el final del campeonato del mundo se vislumbraba en el horizonte. En 2024 aún queda más de medio campeonato por delante y por ello, en Aston Martin es difícil mantener el optimismo. Ni el coche ni el equipo están rindiendo lo que se esperaba de ellos. "Podemos mejorar, pero las posiciones a las que optamos son esas, entre el octavo y el noveno puesto", comentaba Fernando Alonso al final de la carrera. Más claro, el agua.

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