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Las posibles razones del descalabro deportivo de Checo Pérez. Y no, no es ningún paquete
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UN DECLIVE INEXPLICABLE

Las posibles razones del descalabro deportivo de Checo Pérez. Y no, no es ningún paquete

La esperada recuperación competitiva del piloto mexicano no se ha producido y le sitúa en una posición muy delicada en el equipo Red Bull. Su asiento peligra si no mejora.

Foto: Checo Pérez no consigue salir de su espiral negativa. (Europa Press/Xavi Bonilla)
Checo Pérez no consigue salir de su espiral negativa. (Europa Press/Xavi Bonilla)

Cuando te enfrentas a uno de los mejores pilotos de la historia y quizá el de más en forma en la actualidad, Max Verstappen, es inevitable salir perdiendo en la comparativa. Coincidir con un titán en un equipo ganador es un arma de doble filo. Por un lado, tienes opciones a victorias, pero, por otro, tu valía deportiva está en permanente entredicho. Si la diferencia no es excesiva, el paddock de la Fórmula 1 lo asume, pero si el trecho es descomunal, la situación se vuelve insostenible.

Al analizar las posibles causas del declive deportivo de Sergio Pérez se parte de un hecho indiscutible: El mexicano es un extraordinario piloto de carreras. Sólo siendo muy bueno en las categorías inferiores se llega a la Fórmula 1. Luego hay que mantenerse en la cumbre y finalmente sólo te ficha un equipo como Red Bull si has demostrado dar la talla. Por tanto, si el rendimiento de Sergio hoy día es tan pobre, es mejor analizar las causas del porqué no emerge su talento, que cuestionar si lo tiene o no.

En el pasado ganó carreras con coches del montón como el Racing Point, (hoy Aston Martin) y hasta hace bien poco disputaba puntualmente poles y victorias a Max Verstappen. Aunque sea de forma ocasional, nunca le vas a ganar un set y no digamos un partido a Roger Federer o a Rafa Nadal a menos que tengas mucho talento. El problema es que la grandeza de Checo cada vez se difumina más en el pasado. Sin reacción temprana, conservar su asiento es insostenible.

La Fórmula 1 es uno de los deportes más crueles e implacables del mundo. Sólo hay veinte plazas disponibles y si pasas una mala racha, como ocurre en el fútbol, un equipo puede esconder tu baja forma en un momento dado. Pero aquí no. El implacable juicio del cronómetro es continuo y cada décima cuenta. En 2024 quizá estemos viviendo uno de los campeonatos más apretados de la historia, con sesiones clasificatorias con poco más de un segundo entre el primero y el último. Hoy más que nunca, un fallo no se perdona.

placeholder Los nubarrones se ciernen sobre Checo. En Silverstone vivió otro Gran Premio para olvidar. (Europa Press/Florent Gooden)
Los nubarrones se ciernen sobre Checo. En Silverstone vivió otro Gran Premio para olvidar. (Europa Press/Florent Gooden)

Sin excusa posible

Pero aun dando como excusa las exiguas diferencias en la clasificación, no es admisible que con el mejor coche de la parrilla se caiga eliminado a las primeras de cambio una y otra vez. El año pasado, con un Red Bull mucho más dominante que en este ejercicio, Checo enmendaba su bajo rendimiento en clasificación con buenas remontadas y buen ritmo de carrera. Pero en este año ni siquiera queda eso.

"Por supuesto que Checo está bajo presión" admite Christian Horner, el jefe de Red Bull. "Es normal en Fórmula 1 y, cuando rindes por debajo de lo esperado, esa presión sólo aumenta. Pensamos que la renovación del contrato le ayudaría, pero lo necesitamos allá arriba, apoyando a Max. Hay dos McLaren, dos Ferrari, dos Mercedes y necesitamos desesperadamente dos Red Bull". A buen entendedor, no hacen falta más palabras. O Pérez reacciona o Horner no tendrá más remedio que tomar medidas.

Foto: Horner y Verstappen, en el GP de Austria de 2023. (EFE/Christian Bruna)

Christian Horner además, que es un valedor de Checo. Siempre ha salido en su defensa al ser atacado y si ha tenido que decirle algo incómodo siempre lo ha hecho puertas adentro. Horner fue el que se sacó de la manga el retorno de Daniel Ricciardo, pensando en el australiano como revulsivo en primer lugar y como posible sustituto del mexicano en caso de que las cosas no mejoraran. Pero el Plan B de Horner no ha salido bien. Ricciardo no es ni la sombra del gran piloto que fue en su día.

Para Horner, la presencia de Checo Pérez a nivel económico es clave. México es uno de los mercados más importantes a nivel mundial de la bebida Red Bull, los patrocinadores personales de Pérez aportan un buen pico al presupuesto del equipo e incluso, se sospecha que detrás del patrocinio del Title Sponsor Oracle, está la mano de Carlos Slim, el mecenas y permanente apoyo de Checo a lo largo de toda su vida deportiva.

Pero es posible que esta situación haya jugado en contra de Checo. Verse en una posición muy fuerte por el aporte económico al equipo puede hacerte también sentirte imprescindible. Pero de ser el caso sería un craso error de juicio porque, aunque el dinero te concede cierta condescendencia, si el cronómetro no responde no hay montaña de dólares que te asegure el puesto.

Una reacción inmediata obligada

Con solo 15 puntos desde Imola, su promedio en clasificación es decimotercero. Nico Hülkenberg con el HAAS ha logrado más puntos en las últimas cuatro carreras que él… En fin, la lista de indicadores negativos que rodean al mexicano es larga y por mucho contrato de por medio es posible incluso que Red Bull le baje del coche y ponga en su lugar a Daniel Ricciardo, a Yuki Tsunoda o incluso a Liam Lawson. El debut de Isak Hadjar en los entrenamientos del viernes es una muestra más de que algo se cuece en la cantera Red Bull.

Lewis Hamilton reconoció después de su magnífica victoria en Silverstone lo mucho que ha sufrido a nivel mental. Cuando se vio espoleado por su público y con un coche competitivo, recuperó unas sensaciones que hacía tiempo que no se veían. Algo similar podría estar ocurriéndole a Checo. Cuando Max Verstappen te machaca frente al crono, pueden pasar dos cosas: trabajar más y mejor que él a la espera de una reacción, o entrar en un laberinto de preguntas a las que no tienes respuesta.

Foto: Hamilton, después de ganar el GP de Gran Bretaña (Reuters/Andrew Boyers)

El aspecto psicológico aparece como la explicación más plausible a la caída de rendimiento de Checo. Lance Stroll por ejemplo, el año pasado estaba destruido mentalmente porque trataba de ser Fernando Alonso. Lejos de acercarse, el canadiense cada vez estaba más lejos y más errático. Este año, ofrece un enfoque completamente distinto. Ya no trata de copiar el estilo de conducción y los reglajes de Fernando, se preocupa de dar lo mejor de sí mismo con su estilo de conducción y los resultados están a la vista, porque está más cerca que nunca del asturiano.

Y para finalizar, un detalle que puede parecer trivial, pero que podría tener su importancia. Enzo Ferrari decía que cuando un piloto se convertía en padre, perdía automáticamente un segundo por vuelta. Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Charles Leclerc, Carlos Sainz, George Russell o el propio Max Verstappen no tienen hijos. Checo es padre ya de cuatro. Es posible que no tenga relación, pero a menudo ni nosotros mismos sabemos lo que pasa por nuestra cabeza. Si nos lo permite Checo nos atrevemos a darle un consejo: "Recuerda que el cerebro es el músculo más importante de un deportista. Busca un buen psicólogo".

Cuando te enfrentas a uno de los mejores pilotos de la historia y quizá el de más en forma en la actualidad, Max Verstappen, es inevitable salir perdiendo en la comparativa. Coincidir con un titán en un equipo ganador es un arma de doble filo. Por un lado, tienes opciones a victorias, pero, por otro, tu valía deportiva está en permanente entredicho. Si la diferencia no es excesiva, el paddock de la Fórmula 1 lo asume, pero si el trecho es descomunal, la situación se vuelve insostenible.

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