Cómo Mercedes da más argumentos para una posible espantada de Max Verstappen a Red Bull

En Silverstone flotaba la impresión en el ambiente de que los protagonistas de la Fórmula 1 parecen considerar la hipótesis de una posible bomba nuclear, como fue en su día el fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari: la posible marcha de Max Verstappen a Mercedes, incluso ya para 2025. No es que vaya a suceder, sino que podría suceder.

Al margen de la relación entre los Verstappen y Helmut Marko con Christian Horner, el holandés necesita un monoplaza suficientemente competitivo para considerar el cambio en 2026. Si el ambiente interno es terminal, la creciente competitividad del equipo alemán puede tentarle ya en 2025.

Mercedes ha logrado las dos últimas victorias por un solo triunfo desde 2021 (Brasil 2022). Desde el Gran Premio de España, su salto cualitativo es constatable. Si Mercedes mantiene la misma pendiente de crecimiento, quizás Max Verstappen se vea tentado este mismo año a dejar Red Bull.

"¿Quién sabe qué pasará?"

Tan cerca como el pasado GP de España, el consejero delegado de Mercedes, Olla Kallenius, certificó públicamente que Mercedes pretende al holandés. "Los mejores pilotos quieren conducir los mejores coches. Nuestro trabajo es crear el mejor conjunto". Kallenius no solo se refería a 2026, aunque lo consideraba "un nuevo comienzo, nueva suerte y nuevas reglas". "Eso también supone una oportunidad para todos. ¿Quién sabe qué pasará? Pero (Verstappen) quedaría bien vestido de color plata, ¿no?".

En Austria, Verstappen fue presionado hasta dar una respuesta monosilábica sobre su continuidad en Red Bull. Tiene contrato y no puede reconocer sus posibles dudas, más si cabe con el campeonato abierto y el título sin resolver. Si decidera dejar su actual equipo, nos enteraríamos de forma inesperada. Un factor para la decisión sería la evolución del actual W15 de Mercedes.

De "no entender" a luchar por la victoria

George Russell se benefició en Spielberg del encontronazo entre Verstappen y Norris. Pero era Mercedes quien recogía los frutos, y no Ferrari. La lluvia y el error estratégico de McLaren favorecieron a Lewis Hamilton en Silverstone, pero los dos monoplazas alemanes habían copado la primera línea el sábado. Tanto en libres como en clasificatorios, el W15 se aúpa ahora regularmente arriba en la tabla.

Si McLaren era farolillo rojo hace un año a estas alturas, su actual MCL38 ya es competitivo en todo tipo de trazados. Mercedes disputaba al equipo británico en Silverstone la victoria, cuando a principio de año Toto Wolff reconocía que "estamos este año en la tercera generación de monoplazas, y hay algo que no entendemos con los coches de efecto suelo".

Sin embargo, los técnicos Wolff parecen haber encontrado su ruta con el W15, a diferencia de Ferrari, que "ha perdido tres meses con sus evoluciones", en palabras de Carlos Sainz.

Trabajo de pico y pala

"A todos estos coches les gusta estar cerca del suelo, los alerones delanteros son muy grandes y probablemente les guste más estar cerca del suelo", explicaba James Allison en referencia al rendimiento del efecto suelo de los monoplazas. "Lo que hace al coche más nervioso según va más rápido porque, proporcionalmente, se mueve más hacia el eje delantero de lo que uno desearía".

Allison explica la importancia del funcionamiento del alerón delantero en los coches de efecto suelo, tan necesariamente pegados al suelo, que pueden desequilibrar el equilibrio aerodinámico según el coche gana velocidad. A los monoplazas alemanes les ha distinguido en esta nueva era una acusada inestabilidad en el eje trasero, que se acentuaba en las curvas más lentas.

De aquí la importancia de los alerones flexibles para que el frontal aligere su carga a altas velocidades. Desde Mónaco, Mercedes retiró el singular alerón delantero con el que comenzó la temporada, abriendo una nueva ruta con otro diseño que está mejorando el rendimiento aerodinámico, además de abrir nuevas vías para la puesta a punto. Un trabajo de pico y pala que está llevando al W15 a una mejor ventana de rendimiento.

"No significa que las cosas no puedan cambiar"

Para constatar la evolución del W15 aún se requieren circuitos distintos a Montmeló, Spielberg y Silverstone, de alto índice de curvas de media y alta velocidad. En el primero, los dos pilotos partían tercero y cuarto, Russell tercero en la parrilla de Austria y los dos pilotos copaban la primera línea en Silverstone. ¿Y si Mercedes mantuviera semejante línea de evolución durante la presente temporada? El ejemplo de McLaren recuerda que cabe cualquier sorpresa, cuando aún resta más de la mitad del campeonato.

¿Tentaría a Max Verstappen? ¿Para cuándo? De momento, Red Bull abre interrogantes como motorista propio, mientras Mercedes ofrece a priori más garantías en este apartado, además de contar con tres equipos cliente. Esto supone para la progresión de las nuevas unidades de potencia.

De momento, los rivales han alcanzado a Red Bull, la mejor noticia para la salud del campeonato, pero no tanta para el holandés, sobre todo si el clan de Verstappen solo tiene con el equipo el vínculo de un monoplaza competitivo.

"Creo que lo más probable es que Verstappen se quede en Red Bull, como él dijo. Pero eso no significa que las cosas no puedan cambiar", respondía Toto Wolff en una reciente entrevista a la pregunta específica de si el holandés podría abandonar su equipo esta misma temporada.

Todos los principales actores del mercado siguen dilatando sus decisiones hacia agosto o septiembre. Quizás, la pista más enigmática de todas la diera James Vowles, responsable de Williams, cuando habló de sus opciones y las del mercado. "Hay muchas piezas en movimiento, más de las que la gente va a ver, pero al final todo tendrá su sentido, creo, una vez que todo se conozca".