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La enésima pifia de la FIA, el enfado de Alonso y el trabajo cumplido de Sainz en Hungaroring
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UNA JORNADA POSITIVA

La enésima pifia de la FIA, el enfado de Alonso y el trabajo cumplido de Sainz en Hungaroring

Los pilotos españoles llevaron a sus coches a lo máximo que podían en la clasificación del Gran Premio de Hungría, pero eso no oculta el fallo garrafal de los comisarios

Foto: Alonso no ocultó su malestar con los comisarios. (DPPI/Eric Alonso)
Alonso no ocultó su malestar con los comisarios. (DPPI/Eric Alonso)

Es fácil pedirle a Fernando Alonso que no hable por su propio bien y que no opine de la labor de los comisarios. Al ente arbitral no hay nada que le moleste más que un piloto les enmiende la plana y por ahí probablemente vengan esos raseros distintos que aplican a menudo con el asturiano. Pero aparte de que Fernando es humano, a veces pedir silencio ante errores imperdonables es mucho pedir. Lo que pasó en la sesión clasificatoria de este sábado es imperdonable.

"La FIA a veces lo hace bien y, otras, comete errores groseros como este sábado", se lamentaba Fernando Alonso en Hungaroring. "Me han sacado bandera roja en la última curva y normalmente esperan a que los coches completen la vuelta, que es la norma hablada. Luego, al entrar en el pitlane, a Lance y a mí nos han llevado al parque cerrado y luego, con los cinturones quitados, nos dicen que se reanuda la sesión. Yo creo que traía una décima, por el tiempo que iba marcando antes del paso por la última curva. No sé la diferencia respecto al coche de delante y quizá no cambie, pero esto de abrir y cerrar el parque cerrado no pasa en estas carreras".

Y sí que algo habría cambiado. Charles Leclerc se clasificó en sexta posición con un tiempo de 1:15.905, una décima por delante de Fernando, que clasificó séptimo con un crono de 1:16.043. Es especular, porque hasta que no se pasa la bandera a cuadros nunca se sabe a ciencia cierta si esa posibilidad de que el español superara al monegasco era cierta. Un puesto en parrilla en un circuito como Hungaroring, donde es difícil adelantar, tiene su importancia, pero más relevante aún es el pésimo nivel de comisariado que se está viviendo últimamente en Fórmula 1.

Dado que tanto el piloto de Aston Martin como el resto de sus rivales estaban ya sin juegos de neumáticos disponibles, la cosa no fue a mayores, pero no por ello debe de pasarse por alto. Estamos viviendo una temporada bonita, con opciones de victoria abierta a varios equipos y no es de recibo que los comisarios deportivos tengan con tanta frecuencia más protagonismo que los pilotos. Una nueva pulla de Fernando va a estropear aún más su ya deteriorada relación con los árbitros, pero estos tienen que entender que todos se equivocan. No solo los pilotos, como parecen siempre dar a entender.

placeholder La absurda situación que se produjo con bandera roja. (DPPI/AFP7/Xavi Bonilla)
La absurda situación que se produjo con bandera roja. (DPPI/AFP7/Xavi Bonilla)

Una buena posición

El séptimo puesto de Fernando Alonso es de todos modos una buena posición de parrilla si se observa la negativa tendencia de Aston Martin en estos últimos dos meses. "Es un balance positivo, sí", afirmaba el bicampeón mundial. "Es un circuito donde no teníamos muchas esperanzas, se parecía mucho a Barcelona, donde habíamos sufrido mucho y, bueno, creo que las mejoras han traído más prestaciones. Hemos metido los dos coches en la Q3 y ojalá podamos confirmarlo con los dos coches en los puntos también".

El hecho de que Lance Stroll también pasara el corte de la sesión final con los diez mejores, es una señal positiva de que el equipo de Silverstone va encontrando la senda de la competitividad. Queda aún bastante camino para soñar en podios, pero ya no es la debacle de carreras como las de Barcelona y Austria, donde había que buscar a los monoplazas verdes al final de la parrilla. Está por ver aun si se ha mejorado en el gran talón de Aquiles del AMR23: el desgaste excesivo de neumáticos.

El circuito magiar es una pista bastante abrasiva y el calor que se espera el domingo durante la carrera va a agudizar el problema de degradación acelerada. El Aston Martin tiene que rodar por debajo de su potencial si no quiere verse sin neumáticos muchas vueltas antes de lo necesario. "Tenemos la séptima y octava posiciones, y espero que podamos amarrarlas como sea. Ha sido difícil, porque el coche se ha comportado de forma muy diferente y tuvimos que reajustar muchas cosas. He tenido muy mala suerte el fin de semana porque, cada vez que poníamos ruedas blandas, no podía completarlas", explicaba el español.

Si la mejora perceptible del Aston Martin a una vuelta se extiende también al ritmo de carrera, la mejor noticia será que se conservan las posiciones de la parrilla de salida. Por detrás vendrán seguro con más ritmo George Russell y Sergio Pérez, que quedaron eliminados a las primeras de cambio. Los Ferrari, sin embargo, podrían estar, salvo sorpresa, en tierra de nadie. Superiores a Mercedes y Aston Martin, pero inferiores al trío formado por Max Verstappen y los dos pilotos de McLaren.

El mejor detrás del Top Tres

El cronómetro no engaña y el déficit de tres décimas del SF-23 respecto a la cabeza se mantiene. Pero la llegada del calor que se anuncia para el momento de la carrera da algo de optimismo a Carlos Sainz: "Si volvemos a las temperaturas del viernes, creo que nos va mejor el calor. Tengo la sensación de que, cuando más calor hacía, es cuando mejor íbamos, pero son solo teorías". Más allá de las posibilidades, es cierto que se ha visto en general a Sainz durante todo el fin de semana más capacitado de extraer la quintaesencia de su Ferrari que su compañero de equipo, Charles Leclerc.

"Desde hace un par de carreras, creo que he encontrado un buen feeling con el coche y, aunque no está siendo fácil de llevar, lo estamos metiendo arriba. De momento, es un fin de semana muy bueno a nivel personal, con vueltas muy buenas en todas las sesiones, así que no le puedo pedir mucho más al sábado", explicaba el madrileño. Otra buena noticia es que Ferrari, aunque no ha reducido el trecho respecto a McLaren y Red Bull, parecen haber solucionado el problema del efecto rebote.

El desaguisado de los comisarios y la bandera roja ni favoreció ni perjudicó a Sainz, porque es mucho especular pensar que Leclerc pudiera haberle superado. Lo importante para Carlos es seguir quedando el mayor número de veces posible delante del compañero de equipo, que es justo lo que está haciendo. Si CS55 consigue volver a quedar delante de Leclerc, es justo lo necesario para fortalecer su posición negociadora en este momento clave de la temporada. Un podio sería la mejor forma de sellar su buena racha.

Es fácil pedirle a Fernando Alonso que no hable por su propio bien y que no opine de la labor de los comisarios. Al ente arbitral no hay nada que le moleste más que un piloto les enmiende la plana y por ahí probablemente vengan esos raseros distintos que aplican a menudo con el asturiano. Pero aparte de que Fernando es humano, a veces pedir silencio ante errores imperdonables es mucho pedir. Lo que pasó en la sesión clasificatoria de este sábado es imperdonable.

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