Para este viaje no hacían falta alforjas o por qué el futuro de Sainz es más importante que Ferrari

"Hay algo en estos coches que no entendemos y que, en el pasado, hubiéramos entendido más fácilmente". Ferrari superaba netamente a Mercedes en la primera parte del campeonato, cuando Toto Wolff reconocía el desconcierto con ese W15 que ha ganado el Gran Premio de Bélgica y tres triunfos en las cuatro últimas carreras, con doblete en Spa, aunque George Russell fuera descalificado. El domingo, el SF24 era el cuarto monoplaza en liza.

Charles Leclerc sacó de su bolsillo un tercero fuera de quiniela, mientras que Carlos Sainz logró un sexto de responsabilidad salomónica con su equipo. Por parte del madrileño, con su desfondada vuelta del sábado que hipotecó el Gran Premio. Por la de Ferrari, con una errática e insegura estrategia que no fue "ni arre ni so".

Sainz era el único de cabeza que salió con el mejor neumático -el duro-, a la búsqueda de una sola parada, la misma que dio la victoria a George Russell (que luego heredaba el otro Mercedes). No hubo confianza suficiente en Ferrari para exprimir la estrategia del madrileño.

Ahora llega la pausa veraniega, crucial para el futuro de Sainz. Antes, el responsable de Williams, James Vowles, aventuraba en Spa el destino del español. Decisión liberadora de esa carga que arrastra desde que Lewis Hamilton anunciara su fichaje por un equipo que ahora marcha por detrás del que abandonará pronto.

Para este viaje no hacía falta alforjas

"Si el coche sigue así, no creo que seamos favoritos en ninguna carrera"; sentenciaba Leclerc al terminar el Gran Premio de Hungría. "Mónaco era una pista muy, muy específica en la que éramos muy fuertes. Pero eso no significa que seremos rápidos en otras partes de la temporada. Así que no, no creo que, sobre el papel, seamos favoritos en ninguna parte". Tampoco en Spa.

Para Sainz, todo empezó con esa desconcertante vuelta final del sábado en los clasificatorios que tanto desentonaba con el resto de la sesión y, desmadejada e inconsistente, arruinó su fin de semana de una tacada como lo hizo la arrancada de Hungaroring siete días atrás.

Ante la necesidad de alternativas compensadoras, Sainz sorprendía al salir con el compuesto duro. No perdía posiciones a pesar de ello en las primeras vueltas ni se alejaba del grupo de cabeza. Cuando el equipo le sugería quitar un neumático con el que George Russell acumuló 33 giros, Sainz pidió seguir adelante, tentando a la suerte de una sola parada. La que dio el triunfo al británico y a Alonso sobre la clase media.

El equipo le escuchó, pero poco, parándole en la vuelta 20 para montar el compuesto medio, de enorme degradación. Solo nueve vueltas después, de nuevo a boxes para cambiar de nuevo. Se acabó cualquier opción. ¿Hacían falta estas alforjas para semejante camino?

"Ni una ni dos paradas"

"Un poco raro, ¿no? Porque hemos salido muy bien con la dura, incluso ganando posición. Luego teníamos, creo, muy buen ritmo, parecía que una parada tenía buena pinta para nosotros", explicaba el madrileño. "Sinceramente, no nos hemos arriesgado todo lo que nos hemos arriesgado con el primer neumático. Saliendo con duras, teníamos que haber aguantado más tiempo, como ha hecho Russell, estaba claro que este neumático no degradaba".

"Habrá que analizarlo con un poco de calma porque está claro que lo que hemos hecho ha sido una parada y media, no ha sido ni una ni dos. Deberíamos haber trabajado para ampliar al menos diez vueltas. O, si hubiésemos hecho dos paradas, quizás deberíamos haber parado cinco o seis vueltas antes para pasar el mayor tiempo posible con el neumático duro, que era nuestro objetivo", lamentaba Sainz.

"He ido cómodo, rápido, creo que no hemos maximizado el ritmo de carrera. En el último relevo iba bastante rápido". Al final, Sainz repartía responsabilidades. "La qualy del sábado fue una vuelta en la que no salieron las cosas, pero el ritmo en lluvia era bueno y en seco, también. Está claro que la posición de salida y no maximizar lo este domingo nos ha costado el fin de semana".

Williams y Vowles se lanzan a la piscina

Llega la pausa veraniega y el momento crucial para su destino en los próximos años. Antes del Gran Premio, sin embargo, James Vowles se lanzaba a la piscina con aires de optimismo sobre el madrileño. "De 100, más del 50%. ¿Qué tal?", contestaba sobre las posibilidades de que el madrileño se decantara a favor de Williams "¿Cuánta confianza tengo? Creo que las probabilidades están a nuestro favor. Pero esto ya me ha ocurrido una vez este año". Vowles se arriesga a un sartenazo público si es desmentido o, quizás, cuenta con la suficiente confianza tras sus conversaciones con el madrileño. O quizás, juega para la galería.

Tras reafirmar su absoluta preferencia por el madrileño, llenarle de piropos y reconocer el interés de Audi y Alpine, Vowles alberga esperanzas. "Esto es lo que me dijo (Sainz), lo que realmente resonó más: 'La razón por la que hago esto (esperar) es que, cuando me comprometo, necesito comprometerme con todo mi corazón y toda mi alma, al 100% y hacerlo significa que no tengas dudas'. "Por eso se está tomando el tiempo", comentaba Vowles. "Y eso me impactó mucho".

"En comparación con Mercedes, Red Bull y McLaren, todavía estamos dos o tres décimas por detrás en carrera. Con mi coche parecía que estábamos luchando por el podio y luego, en cuanto todos pisaron el acelerador, vimos el ritmo que llevaban", explicaba Sainz al cerrar el fin de semana belga. "Me sentí competitivo y rápido, pero cuando me dijeron los tiempos de los demás pensé: 'No, no soy tan rápido como me hubiera gustado'".

Ferrari ya no gana y está lejos de ello, al contrario que sus rivales directos. Para Carlos Sainz, ya solo cuenta su futuro. ¿Habrá sorpresas durante esta pausa veraniega o James Vowles nos ha dado pistas?