Los directivos apuran ante el final de la Ley Beckham

La llamada Ley Beckham agoniza. A cuatro días de la derogación de las ventajas fiscales que suponía para todos los profesionales extranjeros que vinieran a España el tributar al 24%, en lugar de las cuotas de IRPF que se aplican a los españoles que se sitúa en el 43%, los equipos de fútbol apuran el plazo en el que todavía pueden fichar con la Ley de su parte. Esta Ley buscó en su día el crear un incentivo necesario para dotar de talento extranjero las empresas españolas. El fútbol supo leer la ley y fue el que más beneficio sacó de las ventajas fiscales que ofrecía y por consiguiente ahora es el más perjudicado.

 

A partir del 2 de enero, los profesionales extranjeros que vengan a trabajar a nuestro país y cobren más de 600.000 euros anuales, pagarán el 43%, el tipo máximo de IRPF. Los que cobren menos, seguirán con el sistema actual. Al no tener carácter retroactivo, los contratos que se suscriban esta semana o los firmados con anterioridad podrán seguir aprovechando las ventajas fiscales de la reducción del IRPF.

 

Los equipos de fútbol de Primera apuran las últimas horas intentado cerrar operaciones con el fin de ahorrar ese 21% del impuesto. La mayoría de los contratos se pactan en cantidades netas a percibir por los jugadores y los impuestos corren por cuenta de los clubes. Desde la apertura del mercado de invierno el Valencia ha sido el único equipo que ha movido pieza con la firma del argentino 'Chori' Domínguez. El Atlético podría cerrar en las próximas horas el fichaje de Salvio con el fin de llegar a tiempo y aplicar al sueldo del todavía jugador de Lanús la Ley Beckham. El Real Madrid también está acelerando las negociaciones con el Benfica para cerrar un acuerdo por el traspaso de David Luiz antes del término de la presente semana.

 

Desde que se anunciara en los primeros días de noviembre el fin de la citada ley dentro de los presupuestos del estado de 2010, la Liga de Fútbol Profesional creó una comisión negociadora con el fin de intentar encontrar diferentes contraprestaciones que dieran un punto de equilibrio económico. De momento, la LFP continúa avanzando en las negociaciones con reuniones de todo tipo, pero los siempre lentos trámites políticos; el periodo vacacional parlamentario que se extiende hasta la primera semana de febrero; los intereses de cad uno de lospartidos políticos, han impedido que se plasme en un acuerdo alguno las reivindicaciones del colectivo de los equipos de Primera y Segunda división.

 

Los dirigentes de la LFP creen que las buenas noticias pueden llegar del proyecto de Ley de apuestas deportivas que Jaime Lissavetzky está preparando para el primer semestre de 2010 y que pueda servir de marco regulador a los clubes  que parte de la recaudación revierta en las propias entidades deportivas. La rebaja del IVA o la supresión de la obligación de dar cada jornada un partido en abierto del campeonato de Liga, han quedado descartadas.