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Un Real Madrid sin identidad no supera el síndrome de los octavos
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OLYMPIQUE 1 - 0 REAL MADRID

Un Real Madrid sin identidad no supera el síndrome de los octavos

El síndrome de los octavos de final sigue latente y la peor noticia para el madridismo es que el virus no ha sido localizado y parece atenazar a los

Foto: Un Real Madrid sin identidad no supera el síndrome de los octavos
Un Real Madrid sin identidad no supera el síndrome de los octavos

El síndrome de los octavos de final sigue latente y la peor noticia para el madridismo es que el virus no ha sido localizado y parece atenazar a los jugadores del Real Madrid cada vez que se colocan ante el balón estrellado de la Champions. La leyenda sigue creciendo y lo hace porque el equipo blanco quizás jugara en Lyon el peor partido de la temporada ante un Olimpyque que no es el de otros años y que no es capaz de pasar del cuarto puesto en el campeonato francés. Estaba escrito que el partido de Girando debía ser el de Kaká y Cristiano Ronaldo.

 

Florentino Pérez se gastó 160 millones de euros para que lucieran en choques así, con Europa en juego, pero ni uno ni otro aparecieron por la fría noche de Lyon. Los galácticos defraudaron, apenas emitieron señales de la grandeza que se les supone. Nada de nada. Lo peor, imagen aparte, es que el resultado es malo, pésimo. En Champions no marcar lejos de tu estadio se paga y lo peor es que el Real Madrid apenas tuvo ocasiones, si acaso un remate de cabeza de Sergio Ramos. Muy poco para recuperar el sitio en Europa. Sin identidad no se puede aspirar a nada en la Copa de Europa. Y así fue el Real Madrid que se paseó por Lyon. Por cierto tercera visita a Gerland y tercersa derrota. Seis goles en contra y ninguno a favor.

 

Un comienzo de partido soso y sin iniciativa

 

El partido se inició con miedo, demasiado. Ni Olympique ni Real Madrid querían arriesgar. El objetivo era mantener la puerta a cero, pero poco a poco el equipo francés se lo fue creyendo y lo hizo por las facilidades que le daba el centro del campo blanco, incapaz de mantener la pelota más allá de dos o tres pases. Diarrá, Xabi y Granero se estrellaron contra el músculo del Olympique.

 

Los franceses ahogaron por completo a los de un Pellegrini que se vio superado tácticamente por completo. La confianza que recibía el Olimpyque se fue traduciendo en descaro, en ver más de cerca a Casillas, en sentir que podía hacer daño al Real Madrid. Y así terminó la primera parte, con un eclipse de los astros madridistas y con un subidón de los Lisandro, Delgado, Makoun y compañía.

 

Con esa ánimo elevado por la inoperancia madridista, el Olympique salió tras el descanso convencido de poder hacer daño a los blancos. La fórmula era muy clara: balón a un Delgado disfrazado de Ronaldo o a un Lisandro que se hizo pasar por Kaká. Además, por si fallaban las estrellas del equipo francés por ahí estaban Gavou, Pjanic o Makoun.

 

Y así fue como el camerunés enganchó el disparo de su vida para batir a un Casillas que nada pudo hacer. Tras el gol, más despistes del Real Madrid al que le quemaba el balón y que pudo recibir algún gol más, en la mejor noche del argentino Delgado, que se hizo pasar por el mejor Maradona para volver loca a la defensa blanca.

 

El Madrid reacciona tras el tanto

 

Los últimos minutos, y ya con un Olympique roto por el esfuerzo, el Real Madrid sí que se pudo hacer el dueño de la pelota, pero los ataques llegaban sin ningún tipo de orden y con la habitual táctica de hacer cada uno la guerra por su cuenta. Se fue un gris Higuaín y entró un Benzemá que le puso ganas, pero que de nada sirvieron. Ronaldo buscaba el gol desesperadamente y lo único que consigue en situaciones así es olvidarse del resto del equipo. Kaká le puso voluntad, pero no hay rastro alguno del brasileño del inicio de temporada.

 

El Real Madrid se marcha de Lyon con un mal resultado, con mal juego y sin mostrar la identidad de equipo campeón que se le presume. En Europa no marcar fuera se suele pagar. Y lo mejor es que el resultado pudo ser peor. Ahora toca remontar y tirar del miedo escénico del Bernabéu sin Xabi y sin Marceno, sancionados por tarjetas. No hay otra. La Décima se complica, pero todavía es posible.

 

Ficha técnica

Lyon: Lloris; Réveillère, Cris, Boumsong, Cissokho; Makoun, Toulalan, Pjanic (Kallstrom, m.79); Govou, Lisandro (Gomis, m.82), Delgado (Bastos, m.90)

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Albiol, Marcelo (Garay, m.46); Mahamadou Diarra, Xabi Alonso, Granero; Kaká; Higuain (Benzema, m.64), Ronaldo

Goles: 1-0, m.47: Makoun

Árbitro: Martin Atkinson (ING), amonestó al local Govou y a los visitantes, Xabi Alonso, Marcelo y Arbeloa.

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Gerland de Lyon ante 40.351 espectadores.

El síndrome de los octavos de final sigue latente y la peor noticia para el madridismo es que el virus no ha sido localizado y parece atenazar a los jugadores del Real Madrid cada vez que se colocan ante el balón estrellado de la Champions. La leyenda sigue creciendo y lo hace porque el equipo blanco quizás jugara en Lyon el peor partido de la temporada ante un Olimpyque que no es el de otros años y que no es capaz de pasar del cuarto puesto en el campeonato francés. Estaba escrito que el partido de Girando debía ser el de Kaká y Cristiano Ronaldo.

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